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Tokyo 2020 | Natación

Dressel salva el liderazgo de EE.UU. en la natación frente a la pujante Australia

  • Con cinco oros, el velocista ha sostenido a su delegación; aunque McKeon se ha llevado más medallas: siete
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Dressel, la gran estrella; McKeon, la líder australiana con siete medallas - El análisis de la natación en Tokyo 2020

Estados Unidos, gracias sobre todo a su gran estrella Caeleb Dressel, ha mantenido por poco su primacía en la natación mundial en estos Juegos de Tokyo 2020, en los que Australia le ha pisado los talones.

La delegación norteamericana ha tenido que pelear hasta la última jornada, pero finalmente lo ha conseguido con Dressel coronado este domingo como el mejor velocista del mundo (oro en los 50 metros libre) y baluarte del equipo para retener el título en el relevo masculino de los 4x100 estilos.

Esos dos oros en este último día de competición en la piscina de Tokio se han sumado a los que consiguió en los 100 libre, el relevo 4x100 libre y los 100 mariposa: cinco oros de seis pruebas en las que ha competido.

A punto de cumplir 25 años, el floridano ha reafirmado su condición de número uno de la natación mundial a la que llegó en 2017 y que ha ocupado durante todo el ciclo olímpico, dos mundiales incluidos.

“Tenía la papeleta de sustituir al gran Michael Phelps” y, como él, se ha convertido en otro “icono del deporte”, muy querido entre los nadadores, señala Julia Luna, periodista de RTVE.

Gran salto australiano

No obstante, una mujer ha logrado más medallas que él: la australiana Emma McKeon se lleva siete, cuatro de oro (50 y 100 libre; y relevos 4x100 libre y 4x100 estilos) y tres de bronce (100 mariposa; y relevos 4x200 libre y 4x100 estilos mixto). “Ha sido la líder de Australia, que ha dado un salto de nivel” en Tokyo 2020, ha explicado la exolímpica Erika Villaécija, comentarista de RTVE.

Y es que en efecto, los aussies--sobre todo las aussies-- han tuteado a los estadounidenses, que desde Barcelona 92 habían dominado de largo en el medallero: nunca nadie se había acercado a menos de cinco oros de la primera potencia mundial y en los últimos, en Río 2016, Australia se quedó segunda con tres oros, pero a trece de EE.UU. Un abismo que esta vez se ha recortado a solo dos: 11 a 9.

Ha sido el mejor resultado de la historia para el país oceánico, para quien también han hecho doblete en pruebas individuales la espaldista Kaylee McKeown y Ariarne Titmus (200 y 400 libre), quien acabó con el reinado en el mediofondo de Katie Ledecky. La estadounidense, a pesar de ganar dos oros en las pruebas de larga distancia y convertirse en la mujer más laureada de la historia de los Juegos (con un total de siete oros), ha quedado eclipsada por los logros de las australianas.

Pocos récords

Por lo que no van a ser recordados estos Juegos es por sus marcas. Solo se han batido dos récords del mundo en pruebas individuales. En su mejor carrera de estos Juegos para imponerse al húngaro Kristof Milak, Dressel rebajó su plusmarca de los 100 mariposa hasta 49.45. Y en los 100 libre en categoría femenina, Tatjana Schoenmaker hizo 2:18.95, una marca que la sudafricana tardó en creerse y que dio pie a uno de los momentos más emotivos de estos Juegos, con sus rivales felicitando a la emocionada nadadora sudafricana.

“Los deportistas, como todos, han sufrido mucho durante la pandemia. Y se ha dado una hermandad que hacía tiempo que no la veía. Han sido los juegos del fair play en la natación”, ha explicado Luna.

En las pruebas de equipos se han conseguido resultados un poco mejores, con cuatro plusmarcas mundiales. “Seguramente ha penalizado nadar (las finales) por la mañana”, ha analizado Javier Soriano, exnadador y comentarista de RTVE.

Uno de estos fue el del Reino Unido en la primera prueba mixta del programa olímpico de natación, el relevo 4x100 estilos. Ahí se lució Adam Peaty, el gran dominador de la braza --imbatido desde hace siete años--, y líder de una delegación que se ha aupado al tercer puesto del medallero.

Estos Juegos tan excepcionales y tan esperados también han visto el ocaso de algunas estrellas, como Katinka Hosszu, que no se ha sobrepuesto al parón de la pandemia que dio al traste con su método de preparación basado en competir y competir. El trono de la húngara lo ha ocupado la japonesa Yui Ohashi, que también ha hecho doblete en las pruebas combinadas.

En categoría masculina los mejores estilistas han sido el estadounidense Chase Kalisz en los 400 metros y el chino Wang Shun en los 200. En esta prueba Laszlo Cseh puso fin a su carrera de leyenda tras dos décadas en la élite y cinco Juegos. El húngaro no pudo sumar más medallas a su palmarés, pero se fue con el reconocimiento de sus pares.

Por contra, han surgido nuevas estrellas, como la estadounidense Lydia Jacoby, campeona de los 100 braza con 17 años, o el tunecino Ahmed Hafnaoui, que dio la sorpresa en los 400 libre.

En total, 20 países han conseguido medalla, incluida la delegación del Comité Olímpico Ruso --país que sigue sancionado por el dopaje de estado--, y que ha liderado Evgeny Rylov (campeón en las dos distancias de espalda). Y de la Unión Europea, ha brillado Italia, con seis preseas.

Discreta actuación española

Después de dos Juegos en los que Mireia Belmonte hizo historia, en esta ocasión la delegación española se va de vacío de Tokio. La badalonesa fue la que más cerca estuvo de conseguir una medalla al quedar cuarta en la final de los 400 estilos.

Otros dos nadadores consiguieron diploma: Hugo González de Oliveira, sexto en 100 espalda, y el debutante Nico García, octavo en 200 espalda (ambos con su mejor marca personal). Y se quedaron en semifinales el propio Hugo en los 200 estilos, África Zamorano en los 200 espalda y Jessica Vall en los 200 braza antes de anunciar que deja la competición por tiempo indefinido. También destacó Joanllu Pons, con récord de España en los 400 estilos, aunque fue insuficiente para meterse en la final.

Se acabó la competición de natación en línea, pero queda la de aguas abiertas en el Parque Marino de Odaiba (el miércoles la maratón femenina y el jueves la masculina). Además, en el propio Centro Acuático de Tokio seguirán los saltos y en la piscina de Tatsumi, el waterpolo hasta el final de los Juegos.