Juanjo Cobo, 10 años después: "Yo no tenía la mentalidad de los chavales de hoy en día"
- Cobo señala que seguramente hubiera necesitado "terapia psicológica, pero era muy cabezón para esas cosas”
- Etapa 1 de la Vuelta 2021 en directo, sábado 14 de agosto desde las 18:00h. en Teledeporte y RTVE Play
En este segundo capítulo de la larga entrevista que mantuvimos con Juanjo Cobo (Torrelavega, Cantabria, 1981), nos centramos en su situación personal y cómo fueron sus sensaciones en su carrera deportiva. El excorredor cántabro admite a RTVE que, si echa el tiempo atrás, ahora se tomaría el ciclismo de otra manera: ser más profesional y ser consciente de lo que implica ser ciclista profesional en el día a día.
¿Crees que fue una venganza?
Yo no quiero poner a nadie. No sé cómo explicarlo. Cuando tienes un problema con esa persona [Mauro Gianetti] en 2011... Cuando salí de Geox salí mal... Yo estuve con Geox en juicios hasta... No me acuerdo. No sé si ya había hasta dejado de correr en bici...
¿Ves injusto que te desposeyeran de la Vuelta a España 2011 ocho años después?
Veo injusto la sanción porque yo no he hecho nada. Una cosa lleva a la otra. Como veo injusto que me sancionasen, veo injusto que me quitasen la Vuelta a España 2011. A mí me hizo mucha gracia. Yo tenía un mes para recurrir al TAS. Ellos en ese mes ya le habían dado el trofeo a Chris Froome. Me parece perfecto, pero si tenía ese período para defenderme, ¿por qué en ese período le das el trofeo? Si me estás dando el tiempo para defenderme. Así que, al final, decidí... Ya al principio lo tenía claro, pero luego vino todo que me pareció de risa. Fue un proceso... No sé cómo serán lo de los demás, pero yo hablaba con José Rodríguez y esto no me ha pasado nunca. Tú no les contestes, que ellos sigan insistiendo que tú te defiendas o que lo reconozca... Él que ha tenido muchos casos y era la primera vez que tenia que negociar una cosa así de esa manera, no lo había visto nunca.
“Ellos en ese mes ya le habían dado el trofeo a Chris Froome. Me parece perfecto, pero si tenía ese período para defenderme, ¿por qué en ese período le das el trofeo?“
A raíz de la sanción, ¿perdiste la fe en el ciclismo?
Yo lo tenía claro, cuando me mandaron el primer informe en verano de 2014... Yo corrí cuatro carreras con un equipo turco. El año le di por perdido. Ya por esas fechas ni entrenaba porque ya no me iban a llamar para correr y ya decidí que no. Me puse a correr a pie, andaba un poco en bici, en septiembre corrí algún trail... Me dieron una oferta, que se agradece. Me la mandó Matxin. Me contactó para un equipo portugués, pero ya estaba en este proceso... A mí no me habían sancionado, yo podía seguir corriendo. Al igual que a Kreuziger nunca le pararon, hasta que no se acabó todo el proceso, él siguió defendiéndose... Yo podía haber seguido corriendo, pero con todo este jaleo iba a salir un día u otro.... Lo mejor era apartarse.
La cabeza ya no estaba bien.
Eso es, ya no tenía muchas ganas después de haber corrido cuatro carreras y no haber hecho una temporada completa y luego por el caso este... y la oferta... Si me ofrecen 1 millón de euros, igual sigo corriendo. Cobro la cantidad y luego que me sancionen, pero no es así la cosa. Era una oferta pequeña, para correr en Portugal y tenía dos años de paro.
Periodo de depresión
En esos años tuviste un período de depresión, ¿verdad?
Estás mal porque, al final, es una cosa que te viene que no te esperas porque si tomas una sustancia, puedes pensar en algún momento que te puede pasar algo. No te esperas porque, una vez, medio retirado, estaba corriendo en Turquía, tampoco estaba para mucho más, había hecho dos años malos en Movistar Team, el ciclismo estaba ya prácticamente muerto para mí, por lo menos de competición. Que igual si no hubiese pasado todo esto, pues igual no sé, hubiera tenido otra relación con el ciclismo. Hubo períodos malos, no trabajas, tuve la niña en 2017, es complicado volver otra vez después de estar toda la vida andando en bici, volver a una vida normal, a un trabajo normal.
¿Afectó mucho en la familia?
Yo no soy de hablar, o sea de nada, ni hasta con mis padres. Yo no soy abierto ni con ellos, para hablar de estas cosas. Me imagino que para ellos sería un palo muy gordo.
¿Nunca has hablado con tus padres sobre esta situación?
No, pero tampoco con nadie. No es algo... A mí me cuesta abrirme, es complicado, casi me estoy abriendo ahora contigo. No he hablado las cosas. Me pasaba cuando corría en bici. Yo me lo comía todo. Me iba mal y no hablaba ni con un director, ni con un compañero, ni con un manager, con el médico, con algún auxiliar... Nunca lo hablaba con nadie. Tenía desconfianza porque al final te la dan dentro de un equipo porque esas cosas pueden pasar. Todos los días no son domingo en una bicicleta. Hay días muy buenos y otros días que no sabes por qué, pero son muy malos. Durante los años de la bici, pasé momentos muy malos, por la ansiedad de la competición en sí, de no sacar resultados... Era difícil y luego después de todo este proceso, aunque yo tenía mis ideas... Fue un palo muy duro.
“Durante los años de la bici, pasé momentos muy malos, por la ansiedad de la competición en sí, de no sacar resultados... Era difícil y luego después de todo este proceso, aunque yo tenía mis ideas... Fue un palo muy duro. “
Tras el proceso de la sanción, ¿caíste en el hoyo?
Tampoco así de mal. Tenía un hobbie, que era el surf y desconectaba mucho. Me olvidaba, me iba cuatro horas a la playa, estás con amigos y me ayudó mucho. Luego empiezas a trabajar y te olvidas un poco de todo. Ya empiezas a hacer una vida en familia, la niña, cambia mucho.
¿El nacimiento de tu hija fue un bálsamo?
Al final, un niño te cambia. Recuerdo cuando gané la primera Vuelta al País Vasco, cuando gané la etapa, ahora esto me cambia, ahora a la Vuelta a España, llego al Movistar Team y arraso.
¿Pasaste por terapia psicológica?
“Hoy en día los psicólogos están a la orden del día. En el deporte, yo creo que hace muchos años ya. En el ciclismo, un poco menos, aunque últimamente parece que un poco más. “
Lo que pasa es que yo soy muy cabezón para esas cosas y seguramente lo hubiese necesitado. Hoy en día los psicólogos están a la orden del día. En el deporte, yo creo que hace muchos años ya. En el ciclismo, un poco menos, aunque últimamente parece que un poco más. Al final, es un deporte muy exigente, tienes que sacrificar muchas cosas, son muchas horas, muchos días fuera de casa. La gente joven que sale ahora, o tiene las cosas muy claras, o se le echa el mundo encima. Al final, esa gente necesita ayuda, alguien que hable con ellos, que se abran y cuenten sus problemas. Yo en ese caso, entiendo que es muy difícil. En su día, en Saunier Duval, me mandaron a ello, pero al final... Fue en mi segundo año justo cuando iba a ir al Giro de Italia. Yo creo que es algo que tienes que hacer tú voluntariamente. Tienes que aceptar que necesitas ayuda o que te va a valer para algo. Yo fui “obligado”. Ellos me dijeron, mira habla con este, con este psicólogo y, claro, si yo veo que no me hace falta, pues al final, no vale para nada.
"En la vida había pensado ganar La Vuelta"
¿Crees que el ciclista de éxito es el que sabe conjugar bien su potencial físico con el mental?
Yo creo que la cabeza es primordial. Así lo he vivido. Yo veo a Valverde y es que tiene una cabeza... Necesita correr. Yo, sin embargo, era diferente, la cabeza... Me venía enseguida abajo. Yo tenía un día malo, en un entrenamiento, salir tres kilómetros y volverme hacia mi casa. Pues igual el día anterior había hecho seis horas, es normal que vayas mal al día siguiente. Yo no esperaba que el cuerpo reaccionara así. Y vas a casa y al final creas una bola. Te alimentas mal, volver a descansar otro día y dejas una semana. Retomaba otra vez, cuando estaba medianamente bien, volvía a los entrenamientos y me costaba muchísimo. He sido un tio un poco torpe a la hora de entrenar. Siempre he querido entrenar solo, cuando igual necesitaba ayuda. Me acuerdo el primer año de Movistar Team, que bajé un mes a Murcia e iba con la grupeta que tenía Valverde y es que al final entrenaba sin querer. Estaba obligado porque quedabas con ellos. Salías, para arriba, para abajo, había piques... Al final un mes allí, fui a Tirreno e iba como un tiro. Subí otra vez para casa y se acabó.
¿Te sorprendió el resultado de la Vuelta a España 2011? ¿Cómo recuerdas esa victoria?
Para mí, fue sorprendente, no me esperaba ganar. Yo realmente a la Vuelta fui con ganas, venía de hacer una Vuelta a Burgos... Venía de un período de tiempo, que estaba muy atrás, que había estado corriendo carreras sin entrenar. Medio acababa las carreras, no iba tan mal, pero luego me puse a entrenar y la condición era mala. Y en Burgos vi que el entrenamiento no había sido malo, había entrenado a mi bola, pero había cundido. Y la Vuelta a España eran a los diez días, pues, iba con ilusión. Pero de ahí, a ganar a Chris Froome, a Nibali, a 'Purito'... Para mí, ganarla es algo que no hubiese pensado en la vida. No es lo mismo correr cinco días en Burgos que veintiún días. Te voy a contar una anécdota: si la Vuelta empezaba un sábado, una semana antes eran las fiestas de mi pueblo. Por mi inconsciencia, yo salí a dar una vuelta y llegué a casa el domingo a las nueve de la mañana. Alguien que realmente quiere ganar la Vuelta, prepara la carrera y no hace eso. Ni un ciclista profesional. Yo iba con ilusión, pero tampoco iba a ganar. Es un poco triste porque un ciclista profesional salga, beba... No es imagen ni muy ético. Yo lo cuento porque no había preparado esa Vuelta a España para nada, pero cuadró todo, las condiciones estaban bien, no tuve ningún problema durante esa Vuelta... 'Purito' no iba en su mejor momento... Coincidió un poco todo.
“A la Vuelta a España iba con ilusión. Pero de ahí, a ganar a Chris Froome, a Nibali, a 'Purito'... Para mí, ganarla es algo que no hubiese pensado en la vida. No es lo mismo correr cinco días en Burgos que veintiún días. “
¿El ganar la Vuelta a España supuso un punto de inflexión para intentar cambiar tus hábitos (buena alimentación y mejor concentración en entrenamientos)?
Es lo que te decía, cuando gané la Vuelta al País Vasco, era igual. Te preguntan, cómo que te va a cambiar la mentalidad, ya ganas. En 2007 hice más o menos unas buenas clásicas, luego fui al Tour que, menos un día, el resto estuve entre los diez primeros. Pero no era un corredor que alarga los períodos de forma. Tenía un día malo y lo que fuese y yo no aguantaba la presión. Ahora, me pongo un dorsal para correr un trail y me pongo más nervioso que... Las carreras que he corrido de atletismo antes de la sanción me ponía igual de nervioso y los días antes me costaba salir a trotar un poco. Igual necesitaba alguien de ayuda en aquellos momentos y superar esos momentos.
¿La Vuelta a España fue el momento o uno de los momentos más felices de tu vida?
Fue un momento feliz. Ganar una Vuelta a España es un premio muy importante. Me vino así inesperado. Para mí, esa situación no la sabía llevar, por la tensión, que tampoco me dejó ser yo. Que te llame un periodista, la marca, tienes que ir a no sé donde, no lo disfrutas, no lo disfruté como lo tenía que haber disfrutado. Igual hacía una carrera buena en otro lado y llegaba a casa... Aunque he de decir que no he sido muy profesional, quitando algunos períodos. Me gustaba salir, disfrutar, he tenido una vida, que no ha sido la más profesional que digamos. Cuando hice la Vuelta a Holanda en mi primer año, hice el veinte y yo estaba que no entraba en el culotte. Hice un cuarto en Japan Cup y estaba como loco. Lo disfrutaba, no tenías presión, pero con la Vuelta a España, no era yo.
¿Te veías que eras más conocido a raíz de la victoria en la ronda española?
Más que eso, a mí siempre me ha gustado, estar por aquí, saludando, pero siempre me ha costado mucho relacionarme con la gente. Era más el tema del ciclismo: un sponsor que te llama, cuando en ese momento prefería estar tirado en casa, pero al final por compromiso tienes que hacer muchas cosas. Cosas que quería hacer, por ejemplo, cuando me llamaban para acudir a algún colegio, aunque me costase, al final lo haces porque a un niño le hace ilusión como a mí me hubiese gustado ver a un ídolo, pero había otras cosas que no quieres hacer, pero por obligación hay que hacerlas. Por ejemplo, empecé con Movistar Team y prácticamente en invierno ni entrené. También en ese momento tuve jaleo con juicios del Geox, que si renovaba, que si no, que si luego desaparecía... Una vez que no salió, tuve que encontrar equipo y hasta enero no firmé con Movistar.
"Yo no tenía la mentalidad que tienen ahora los chavales"
¿Tú de verdad querías ser ciclista profesional?
Yo veo a los chavales ahora y no tengo nada que ver. Yo no tenía la mentalidad que tienen ahora los chavales, que tienen las cosas muy claras. Y ahí está que jóvenes con 20 o 21 años son ahora el top mundial.
¿Quién fue el artífice de que acabaras en el pelotón profesional?
El que me dio la oportunidad fue Matxin. Luego estaba corriendo en bici, tampoco tenía otra cosa. Yo veía la opción de poder ser profesional. Tampoco era mi sueño, me gustaba la bici, sí. Una vez que llegas a amateur, no te van mal las cosas, ganas carreras, piensas que puedes ser profesional, sin saber si vas a durar cinco o siete años, entonces, haces por ello, pero no tenía esa mentalidad que tienen estos jóvenes. Yo era diferente. Yo veo a chavales juveniles, súper mediáticos, que tienen la cosa muy clara y al final se están viendo los resultados. También era otra forma: con 25 años eras joven, ahora pareces mayor.
“Yo veo a chavales juveniles, súper mediáticos, que tienen la cosa muy clara y al final se están viendo los resultados. También era otra forma: con 25 años eras joven, ahora pareces mayor“
Matxin confió y te insistió para que entraras en el pelotón profesional, como comentas, pero luego en tu etapa en Geox no saliste muy contento. ¿Qué balance haces de tus 10 años de carrera deportiva?
Realmente no me esperaba estar corriendo diez años, poder haber aspirado a ganar una Vuelta a España, estar con los diez mejores en el Tour de Francia, ganar la Vuelta al País Vasco, no te lo esperas. Para mí, es positivo, pero luego pones la balanza... Los momentos malos con los buenos no se si compensarían. No sé, si los momentos malos estarían por encima. Al final, fue lo que elegí.
¿Te arrepientes?
No, no me arrepiento. Lo tenía claro, una vez que pasé, que durase tres o durase diez, eso está claro. Al final, cuando te ves con la espada y la pared, a ver si puedo seguir, no tienes otra cosa, yo entiendo la gente que estira un año más, otro año más, al final no tienes nada y si te van saliendo cosas, lo vas cogiendo. Yo tenía claro que el día que me dijesen no te queremos, no iba a correr por un contrato pequeño en Portugal. Igual que no iba a recurrir el asunto del pasaporte biológico, esto lo tenía muy claro. El día que me tocase, no iba a lamentarme porque tenía que ser así, tenía que estar contento con lo que había hecho. Había pasado a profesionales, había estado cuatro años de amateur, me dieron la oportunidad y luego ya depende de mí. Yo tengo que agradecer que me diesen la oportunidad, pero luego depende de cada uno. Yo recuerdo cuando fui a Movistar. El ganador de la Vuelta a España le cogemos, sale barato y yo sabía que al 70% no iba a andar. Depende de mí. Yo había corrido con ellos, en Caisse d´Epargne y yo sabía lo que había. Iba a la misma estructura. No depende del equipo porque el equipo puede pensar una cosa, yo otra, pero al final el que da pedales soy yo.
¿Hubieras preferido otro equipo?
Pues igual. No me veía dentro de esa estructura. Igual que estaba muy a gusto en Geox, no era un equipo World Tour, ibas a tu bola, un día te retirabas, “nadie te decía nada”... En el Movistar tampoco me dijeron nada. Igual en su momento me lo tenían que haber dicho. Ponte las pilas. Es un Real Madrid o un Barcelona. Vas a las carreras a disputar. Yo eso nunca lo concebí en el ciclismo. Yo era por sensaciones, en los momentos que iba bien, sufría el que más, me dejaba la vida, eso sí, el día que iba mal, me bajaba, no llegaba a la meta, eso lo tenía muy claro.
Si echas el tiempo atrás, ¿volverías al pelotón profesional?
Sería ciclista, pero de otra manera. Me lo tomaría de otra manera. Me lo tomé no demasiado en serio, porque no fui profesional, hubo momentos que... Un deporte, como el ciclismo, requiere dedicarse a ello 24 horas: el descanso, el entrenamiento, la alimentación... Luego tendrás tu mes de vacaciones o tu mes de pretemporada, que vas más relajado, pero cuando vas compitiendo, tiene que ser 24 horas. Olvidarte de amigos, casi de familia, es centrarte en la bicicleta y yo eso no podía. He sido muy poco profesional en ese sentido. Me lo tomaría de otra manera. A parte de no ser profesional, yo me exigía, es un sinsentido. Si tú sales, disfrutas, tampoco te puedes exigir ganar, pero una vez que estás ahí, siempre quieres el resultado. Como que no encontré el sitio. Cuando me hablan de ciclismo es que yo igual estaba mejor haciendo los primeros 150 kilómetros, entrenar sin ningún “compromiso”. Estar en un término medio, tener tus oportunidades, meterte en fugas, es decir, yo me lo plantearía de otra manera. Correr con menos presión. La presión que yo me metía porque yo nunca le he echado la culpa a ningún equipo porque nunca me han exigido resultados.
"Me sentí engañado por Geox y Mauro Gianeti"
¿Qué sucedió para no renovar por Geox?
Yo es que me sentí engañado. Yo acabé en juicio con Geox porque me sentí engañado. Yo estoy en una empresa, se va a la quiebra porque llega la Covid-19, yo no voy a denunciar a esa compañía, por ser una empresa pequeña, nos tenemos que ir a la calle, pero si la empresa está facturando y te dicen vete a la calle porque no ganamos, me siento engañado. Yo renové el contrato, que me parecía que estaba bien, aunque no era el contrato de un ganador de la Vuelta a España, pero yo me sentía valorado y quería estar en Geox. Durante la temporada hubo momentos malos, que eran de competición, pero lo que era el grupo, era majo. Yo firmo un 19 de octubre y los avales se presentan el 20. ¿Cómo puedes firmar a un corredor sabiendo que tú no tienes el aval para presentar? Me siento engañado.
¿Te sorprendió por Matxin?
Yo creo que aquí tiene más que ver el manager del equipo, Mauro Gianetti, en aquel año y al final era con el que negociaba. Matxin era el jefe de carrera. Gianetti es realmente al que denuncio y a su sociedad, que es la que me engaña. Me firma un contrato por dos años que no cumple. Yo quiero recuperar ese dinero, bueno, en realidad, la diferencia porque yo había firmado con Movistar por un incumplimiento de contrato. Sabes que no vas a sacar un equipo adelante cómo firmas a un corredor. No me cabía en la cabeza.
¿Te retiras en 2014 más por aspectos externos porque tú creías que podías seguir rindiendo a gran nivel?
Se juntó el tema del pasaporte biológico cuando recibí toda la información con que ya no estaba corriendo.
¿Habías perdido la ilusión?
Eso es. Se juntaron las dos cosas. Podía haber ido a Portugal, me apetecía correr allí. Seguramente, la UCI hubiera acortado los plazos porque, una vez que yo estaba corriendo, lo que querían hacer es sancionarme lo antes posible. Si se alargaron los plazos, una de las cosas sería porque yo no corría. Quiero entender. Por eso, estuvieron cinco años negociando a ver si yo reconocía algo. Para ellos, la imagen de ellos de que yo estuviese corriendo cinco años y que a los cinco años me sancionasen... No es buena imagen para la federación internacional. Entre una cosa y otra, entre que perdí la ilusión porque no estaba corriendo y luego esto, pues, al final, decidí dejarlo. No tenía sentido seguir.
¿Estás satisfecho con tu carrera deportiva?
Satisfecho no porque yo podía haber hecho más, pero contento con lo que hice. Los resultados que conseguí no sé si los hubiera mejorado, pero una vez viendo hasta donde pude llegar, yo creo que podía haber hecho más cosas
¿Crees que tenías potencial?
Yo creo que sí. Ganar una Vuelta a España o estar en el Tour de Francia -en 2007 o 2008- peleándote con los mejores, no es de un día para otro. Tienes que tener un cierto nivel. No digo que seas un Roglic, yo no era uno de ellos, no era un súper clase, pero tenía nivel para estar ahí. Yo tenía momentos, períodos de la temporada, para estar adelante.
La conclusión podía ser: tenías un físico sobresaliente y una mentalidad con un aprobado justo.
La mentalidad era muy triste. Ni aprobado. Por ejemplo, en un día malo en el Tour, perdí 27 minutos y al día siguiente hice cuarto en la etapa. Iba como un tiro ese día. Para correr era un poco cafre. Para guardar era muy malo. La alimentación también era muy mala. Cuando te encuentras bien es todo diferente, te sientes a gusto entrenando, haces buena alimentación, pero en los períodos malos te cuestan. En la época del Movistar, corrí el Giro, estuve un mes en Sierra Nevada, tuve problemas en la contrarreloj por equipos e hice el Giro a rastras. Desde que acabó el Giro hasta la Vuelta a España no toqué la bici. Hasta el día antes de correr Ponferrada. Estaría en el Giro con 67 kilos y llegué a La Vuelta con 78 kilos. Eso no hay por dónde cogerlo. Es para decirme, rescindimos contrato.
¿Ningún director de equipo te advirtió o puso solución a este problema?
A mí me ha faltado eso. Yo en Movistar nunca tuve... Yo llegaba a dos carreras y me retiraba... Que vienes de correr la Vuelta a España, que estás cobrando un sueldo y, por lo menos, un mínimo.
¿Y en las reuniones qué te decían?
“En Movistar Team todas las carreras hay que tirar. Ellos tienen la mentalidad de ganador. Para eso, se exige un nivel físico muy grande y anímico también“
Solamente en Geox tuve un problema una vez con Matxin porque me bajé en Portugal por una cabezonería y luego también en un Campeonato de España, aquí en Cantabria, porque no me movía del sitio. No le sentó bien que me retirase. Por un lado, yo me veía bien con la libertad, por ejemplo, en Geox, nunca teníamos un líder. Corríamos y si uno iba en la escapada, pues, le defendíamos y si va uno líder, pues, se tiraba, pero tampoco se salía con esa mentalidad que iba a ver un líder. En Movistar Team todas las carreras hay que tirar. Ellos tienen la mentalidad de ganador. Para eso, se exige un nivel físico muy grande y anímico también. Necesitas estar siempre disponible. Si no andas, en un equipo grande, el calendario no se te respeta. En Geox, salvo que tengas una lesión, anduvieses o no, cumplías el calendario, sabías lo que corrías. En un equipo grande, si tú no estás, está otro. Entonces, a ti no te llevan, en vez de entrenar más, piensas que ya no te quieren.
¿Qué ha sido para ti el ciclismo?
Una forma de ganarme la vida. Una forma de vida es el que está las 24 horas, se dedica a ello, vive por ello, solo ve ciclismo. Era lo que tenía, pero ahora también tengo mi trabajo, voy mis ocho horas y para casa. Era mi forma de vivir. Me gustaba porque nadie me puso una pistola para ser ciclista, nadie me obligó y yo quise ser ciclista. Creo que no era consciente de lo que hacía en aquel momento: lo que podía hacer y lo que realmente era un profesional. Yo quería vivir como mis amigos. Ellos estudiaban, trabajaban, entrenaba seis horas al día y luego llegaba el fin de semana, salía... Llevaba la misma vida de un chaval de 25 años. Y así no puede ser. Un ciclista profesional tiene que vivir por la bici. Tiene que ser 24 horas de ciclismo en un período de diez años o de quince o de tres años, lo que dure.
¿Tu situación personal has logrado superarla por uno mismo?
No es que no lo haya necesitado, seguramente sí lo hubiera necesitado, no digo el cariño de una familia o el cariño de una mujer, pero como que no he querido recibirlo. Ellos seguro han querido dármelo, pero yo soy tan mío, que no me dejo. Al final, no queda más remedio que tirar para delante. No sé si hubiera estado solo en casa qué hubiera sido de mí, pero ahora con la niña, con la mujer, tienes que buscar un trabajo, una manera de sobrevivir, de la bici no voy a vivir.