Roglic domina de principio a fin una Vuelta espectacular
- Bernal se preparó a concienca la ronda española y Mas emocionó con su segundo puesto
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La Vuelta a España 2021 ha concluido con un recorrido atrayente, diferente y prácticamente único. Era la segunda edición en este siglo que no finalizaba en Madrid, como ocurrió en 2014 y el cartel de favoritos presagiaba también un duelo emocionante para saber quién se vestía el maillot rojo en Santiago de Compostela, teniendo en cuenta que la ronda española terminaba con una contrarreloj.
Además, la presencia de varios finales en alto, como es habitual, ayudaba a que esta edición generara bastante interés en el aficionado ciclista. La puesta en escena era sensacional, solo faltaba que los ciclistas pusieran su parte –como ha sido- para que esta edición fuera inolvidable.
Una Vuelta a España espectacular
La Vuelta a España 2021, a mi juicio, ha mejorado considerablemente su recorrido, sin puertos de montaña imposibles, con diferentes pasos de media montaña y varias etapas llanas (que atraen la presencia de sprinters). No obstante, no hay una edición impecable y creo que las diferentes jornadas llanas (seis) podían haber contado con algún aliciente más, a parte del viento, para que más ciclistas apuesten por la escapada y que culmine con éxito porque en todas venció un sprinter.
El claro ejemplo lo pudimos presenciar en la décima etapa que, al contar con un puerto de segunda categoría, a 16 kilómetro de meta, Michel Storer fue el más fuerte en Rincón de la Victoria, sin que los velocistas pudieran sortear con facilidad el Puerto de Almáchar.
Primoz Roglic, el rey de la Vuelta
Primoz Roglic ha dominado de principio a fin la ronda española. Tras una temporada irregular, con su caída en la París-Niza cuando iba líder junto al incidente del Tour de Francia, que le obligó a abandonar, llegaba a la Vuelta a España con hambre de victoria y motivado tras el oro olímpico en contrarreloj.
El ciclista esloveno comenzó la Vuelta muy concentrado: defendió con maestría el prólogo de la Vuelta en Burgos y se vistió de líder. No se puso nervioso en el primer final en alto inédito en la Vuelta, en Picón Blanco, -en la tercera jornada- cuando Rein Taaramäe levantaba los brazos y se enfundaba el maillot rojo. Sabía que el ciclista estonio no era su rival y prefirió no ser tan agresivo y dosificar esfuerzos.
En la sexta etapa, sin necesidad de adelantar a Magnus Cort, recuperó el liderazgo de la Vuelta y sacó distancia a sus principales perseguidores, especialmente al vigente ganador del Giro de Italia, Egan Bernal y una minutada a Landa. Las cosas se iban aclarando a favor del esloveno, aunque quedaba mucha Vuelta.
Tras el descanso en Almería, el pelotón concedió la escapada, se relajaron y dejaron bastante tiempo a los fugados. Primoz quiso reaccionar en el único puerto puntuable, pero sufrió una caída sin consecuencias y se vio sorprendido por Christian Eiking, que aprovechó con destreza su posibilidad de escapado para ponerse líder
El ciclista danés sorteó con pericia su liderazgo durante siete etapas –entre ellas las dos jornadas montañas del Pico Villuercas y El Barraco-, pero las jornadas asturianas exigían un esfuerzo mayor. El final en Lagos de Covadonga, en el primer test serio de la Vuelta, resultó ser una de las etapas más atractivas de los últimos años.
Egan Bernal que no tenía nada que perder y mucho que ganar (estaba lejos de la general) decidió atacar de lejos para brindar a los aficionados una jornada irrepetible que tardarán años en olvidar los amantes del ciclismo. Sin inquietarse, Primoz Roglic fue tras su rueda y pusieron patas arriba la etapa.
El Bahrain-Victorious respondió liderando el grupo perseguidor–por los intereses de Jack Haig- con un Movistar Team, que se veía sobrepasado por la situación, sin mostrar una fortaleza propia de un equipo World Tour, a sabiendas que su líder, Enric Mas, se encontraba segundo en la clasificación general.
Entretanto, el desgaste del corredor colombiano en el doble paso por Collado Llomena trajo consigo que perdiera comba respecto a Primoz Roglic. El ciclista esloveno se marchó en solitario y venció con absoluta autoridad en una de las cimas más míticas de la Vuelta a España. Su superioridad quedó de manifiesto.
La siguiente jornada por territorio asturiano, la etapa reina con más de 4.000 metros de desnivel acumulado, anunciaba otra jornada para el recuerdo. La niebla y la lluvia hicieron acto de presencia para generar más dureza a la etapa con el final inédito en el Alto del Gamoniteiru. El ciclista esloveno controló bien la situación y solo permitió el ataque de Miguel Ángel López en los kilómetros finales, a tenor de su distancia con el colombiano era salvable.
El comportamiento y la actitud de Primoz Roglic en esta edición ha sido magistral. Ha sabido aguantar en los momentos tensos de carrera y ha demostrado su supremacía aplastante con su ataque letal en Lagos de Covadonga que Bernal no pudo contrarrestar: logra su tercera victoria consecutiva, una hazaña al alcance de Roberto Heras y Tony Rominger.
Una actuación pobre de Egan Bernal
El ciclista colombiano preparó con conciencia la segunda gran vuelta de la temporada. Después de su exhibición en el Giro de Italia, Bernal descansó, volvió en la Klasika de San Sebastián, pero en la Vuelta a Burgos sufrió una caída, que le privó de estar con los mejores.
Previamente sufrió la Covid-19, sin saber si esta situación supuso un revés en su preparación para la Vuelta a España. No obstante, el corredor del Ineos-Grenadiers arrancó la ronda española, sin aparentes molestias físicas, aunque conforme pasaron los días fue perdiendo ritmo de carrera y, en definitiva, se esperaba que pudiera estar a un rendimiento más alto y poder disputarle la victoria a Primoz Roglic.
Era el principal rival, a priori, para desbancarle del trono. Eso sí, hay que aplaudir la entereza y su actitud agresiva en la etapa de los Lagos de Covadonga que, a pesar de tener pérdida la lucha por la clasificación general, aportó emoción con su ataque lejano.
Enric Mas devuelve la ilusión
A falta de victorias españolas en las tres grandes vueltas, la actuación del ciclista mallorquín, con su segundo podio en una gran vuelta, ha servido de aliciente para el aficionado de nuestro país. Enric Mas se ha comportado como la única elección al tricampeón Roglic. Hace tres años, el corredor del Movistar Team deslumbró a todos con la conquista del segundo puesto en la Vuelta a España, que ahora ha vuelto a reeditar y supone una motivación extra para regresar el año que viene y escalar una posición en sus aspiraciones.
A pesar del control tan férreo de Roglic, Mas ha sido el rival que mejor forma física ha mostrado: quedan para el recuerdo sus peleas directas en Velefique o en Valdepeñas de Jaén. El aspecto negativo fue el rendimiento que exhibió en Lagos de Covadonga: el Movistar Team apenas lideró el grupo perseguidor para reducir la diferencia con Bernal y Roglic y se echó en falta un ataque del ciclista mallorquín.
No obstante, hay que destacar que la ausencia de Alejandro Valverde por su grave caída redujo considerablemente la calidad del equipo y, por tanto, hay que valorar el segundo puesto de Enric Mas.
Atrás queda el abandono de Mikel Landa que, tras su importante incidente en el Giro de Italia, le ha lastrado físicamente y, salvo coletazos, no hemos podido ver al mejor Mikel Landa. Además, sorpresiva tercera plaza para su compañero, Jack Haig. El Bahrain-Victorious mostró una actitud encomiable en la penúltima etapa para afianzar el podio de Haig en detrimento de Miguel Ángel López, que abandonó asombrosamente al no poder seguir la rueda de los ciclistas del equipo británico y que originó una de las principales polémicas de la Vuelta a España.