Paula Badosa se doctora en Indian Wells

• La tenista española conquista su primer Masters 1000 ante una rocosa Azarenka (7-6(5), 2-6 y 7-6(2))
• Badosa se convierte en la primera española en ganar el torneo de Indian Wells

Paula Badosa hace realidad su sueño en Indian Wells

Paula Badosa ya es una maestra del tenis. La española ha tocado el cielo en el torneo estadounidense y se ha convertido en la primera española en ganar el considerado quinto grande del tenis mundial al derrotar en una auténtica batalla de más de tres horas a la inagotable Victoria Azarenka (7-6(5), 2-6 y 7-6). El primer WTA 1000 de su carrera ya está en su poder.

En el mejor año de su vida como tenista, Paula Badosa ha inscrito su nombre allí donde siempre quiso que estuviera. El éxito, tal y como ha sido su carrera profesional hasta ahora, ha llegado con un gran esfuerzo en una final durísima, en la que supo reponerse una y otra vez ante una rival complicadísima que buscaba su tercer título en el desierto de California.

Finalmente, Indian Wells, ese título que no pudo conseguir Conchita Martínez, finalista en dos ocasiones (1992 y 1996), ya está en manos de la joven Paula Badosa. A sus 23 años, ha redondeado una temporada sobresaliente en la que sumó su primer título como profesional en Belgrado, fue cuartofinalista en Roland Garros y semifinalista en Madrid, además de alcanzar los cuartos de final en los Juegos de Tokyo 2020, donde un golpe de calor la privó de luchar por las medallas. Con este triunfo, Badosa acaricia ahora su presencia en las WTA Finals.

"No estaría aquí si no fuera por mujeres como tú", dijo Badosa a su rival, Azarenka, tras recibir el trofeo de campeona. Y es que la bielorrusa, nueve años mayor, y su fuerza mental es un reflejo de la jugadora en la que se ha convertido Badosa, que deja atrás definitivamente la imagen de promesa para convertirse en un sólido presente del tenis español.

Paula Badosa conquista Indian Wells

Una final para el recuerdo

La final puso las bases de su épico argumento en un primer set de 76 minutos en el que la igualdad reinó entre dos tenistas que nunca se habían enfrentado y que, sin mostrar su mejor tenis, chocaron una y otra vez con un desgaste que pasaría factura a la española en la segunda manga.

Tras llevarse el primer set en el tie-break con un fantástico revés cruzado que le acercaba a su sueño, vio como Azarenka, exnúmero uno del mundo y en plena recuperación de su mejor nivel, se reponía a toda velocidad. Tres juegos consecutivos noquearon inesperadamente a una Badosa que se repuso con una rotura que sería solo un leve contratiempo para una Azarenka imparable hacia el 1-1.

Sin pestañear, la bielorrusa se llevó el set 6-2 y el partido se fue a la tercera y definitiva manga, donde se pondría a prueba el temperamento de las dos jugadoras. Paula Badosa, que parecía no saber cómo detener a su rival, cambió completamente de actitud a raíz de un 'ace' que la volvió a meter de lleno en el partido. Ganó su servicio y rompió el saque a su rival coronando con un grito de rabia el 2-0 que le daba la iniciativa de nuevo.

Pero Azarenka vende muy cara su derrota. Su derrota y cualquier punto. No tardó en levantarse la dos veces campeona de Indian Wells, que devolvió la rotura a Badosa aprovechando la octava doble falta de la catalana. El partido, llamando a las puertas de la épica, entró en una fase en la que cada punto se disputaba de poder a poder y donde el cansancio se dejaba notar en los errores no forzados de las contendientes.

Azarenka volvió a golpear a Badosa en el noveno juego del tercer set, cuando rompió el saque para ponerse 4-5 y servir para hacerse con el torneo. Sin embargo, la bielorrusa firmó su peor juego del partido y con cuatro errores volvió a dar vida a Badosa. Y la española no lo desaprovechó. Su sueño volvía a estar al alcance de la mano. Tras siete puntos consecutivos, y su undécima doble falta, se colocó 6-5 antes de que Azarenka llevara el partido al tie-break.

No pudó haber mejor final para un choque de tamañas dimensiones. Y en el desempate definitivo Paula Badosa estuvo sublime. La seguridad en su derecha pudo con la experiencia de una Azarenka que, por momentos, parecía que nunca hincaría la rodilla. Pero Badosa se agarró fuerte a su tenis y acabó levantando su primer gran título.