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Ciclismo | Vuelta a España

La Sierra Bermeja que arrasó el fuego recobrará vida gracias a la Vuelta a España 2022

  • La ronda española tendrá un final de etapa en la zona afectada por un incendio hace dos meses
  • Subimos a Peñas Blancas con Luis Ángel Maté y Carmelo Urbano

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Recorremos Sierra Bermeja con Luis Ángel Maté y Carmelo Urbano

La Vuelta a España acogerá por segunda vez en su historia un final de etapa en el Puerto de Peñas Blancas (Estepona), como ya sucediera en 2013 con la victoria del corredor checo, Leopold Konig. No obstante, y según han reconocido las instituciones malagueñas a RTVE, la organización de la ronda española está estudiando que los ciclistas pudieran terminar cuatro kilómetros más adelante en el Pico Los Reales, también en la provincia de Málaga. La jornada arrancaría en la provincia de Granada y de ahí rodaría hasta acabar en el Paraje Natural de Sierra Bermeja.

Hace dos meses, las llamas devoraban este espacio natural. Ardieron 8.400 hectáreas y falleció un bombero. Siete pueblos quedaron afectados. Los miembros del Infoca estuvieron en el terreno más de un mes —tras quedarse estabilizado— para evitar que el fuego no se reavivara en la zona.

Sierra Bermeja, el primer incendio de "sexta generación" en España

Hace unos días, TVE recorría el ascenso al Puerto de Peñas Blancas, una de las zonas arrasadas por el incendio, con los ciclistas profesionales, Luis Ángel Maté y Carmelo Urbano, corredores que han vivido de cerca esta catástrofe natural. El aspecto es todavía desolador.

Un bosque único devastado por las llamas

Mientras ascendemos el puerto, las imágenes son deprimentes por los matorrales y árboles quemados al lado de la carretera y por el olor que aún se percibe. “Es un drama, un recorrido luctuoso, una auténtica barbaridad. Ver como de un día para otro se quema tu oficina, tu casa, es muy duro. Ha sido un incendio terrorífico, sin precedentes, una catástrofe, que me deja sin palabras, con ese componente sentimental de verlo así. Todavía por las noches a veces incluso tengo pesadillas”, subrayaba Maté.

“Qué fracaso de humanidad somos no cuidando nosotros mismos nuestra propia casa. Si no lo hacemos nosotros, no lo va a hacer nadie. Es duro de aceptar y es difícil de transmitir ni siquiera un mensaje de optimismo porque todavía no le veo color”, añadió.

Por su parte, Carmelo Urbano señala que “la sensación es un poco extraña, estoy acostumbrado a ver todo verde y se ha quemado parte de nuestra casa. Yo sentía impotencia porque no tienes los medios para ayudar y es algo que no puedes parar y no te queda otra que esperar en casa. Sientes impotencia de querer ayudar, ni poder ni saber”, dice.

Sierra Bermeja, un terreno tradicionalmente ciclista

El Puerto de Peñas Blancas es uno de los epicentros de Sierra Bermeja y se ha convertido en un lugar de entrenamiento habitual del ciclismo profesional desde hace muchos años. Cuenta con una riqueza ecológica y natural con la presencia de un bosque de pinsapos, único en el mundo.

Con 16 kilómetros de ascenso y con rampas máximas del 20%, esta subida presenta unas inmejorables condiciones para la práctica del ciclismo por su buen estado de la carretera y su asfalto fino. “Es una zona muy buena para el ciclista porque hay poco tráfico, un puerto de montaña muy duro y muy largo. Seguimos teniendo el puerto, pero no el paisaje que teníamos antes. En verano al tener tanta vegetación, la temperatura respecto a cualquier otro puerto baja un montón y, por tanto, es el puerto más duro y más favorito del ciclista de esta zona”, afirma Urbano.

Aquí en verano el equipo Banesto realizaba la pretemporada en los noventa o el Saunier Duval hacía concentraciones en invierno. También varios ciclistas profesionales extranjeros de forma individual, como Andrea Perón o Davide Rebellin, se acercaban por la dureza del terreno y, sobre todo, por la bondad del clima. “Tenemos un invierno muy suave y a la hora de entrenar es un auténtico lujo”, señala Luis Ángel Maté.

El corredor de la Fundación Euskadi ha puesto el valor el lugar. “Lo importante es hacer llegar a la gente la importancia que tiene y que tenía este entorno y la necesidad imperiosa que tenemos que tener de cuidar nuestro medio ambiente que, al final, es nuestro y si no lo cuidamos nosotros, no lo va a cuidar nadie”. Y añade: “Estamos a años luz de poder vivir en un desarrollo más sostenible, pero sí veo brotes verdes en las generaciones que vienen que sí que están más concienciadas de la mía a la hora de reciclar y de cuidar el medio ambiente y de ser consciente que es un problema real que tenemos que reconocer y admitir para conocerlo y poder poner medidas”, manifiesta.

Los objetivos de Luis Ángel Maté

El ciclista marbellí ha culminado la primera temporada con los colores naranjas de la Fundación Euskadi después de diez años en el Cofidis. “Estoy muy contento del balance del equipo. Ha sido un año muy importante para nosotros. Con la vuelta a La Vuelta a España después de ocho años, después de mucho tiempo, que el naranja esté de vuelta yo creo que es una noticia excelente para todo el ciclismo. Hemos hecho una vuelta extraordinaria. Nuestra guerra eran las fugas, era estar en ellas, hemos estado prácticamente en todas. El equipo se ha mostrado súper combativo con el carácter que tiene y que tiene que tener. Los jóvenes dando pasitos, creciendo mucho, venían de un año complicado con el COVID-19 en el que no pudieron seguir dando pasos. A todo el equipo nos ha venido de lujo esta temporada, esta Vuelta a España y con mucha ilusión de afrontar la temporada que viene”, subraya Maté.

A sus 37 años, el corredor malagueño considera que “su objetivo es seguir disfrutando del ciclismo, intentar aportar todo lo que pueda al equipo. El proyecto lo siento como mío. Tenemos un año súper importante porque el equipo ha dado un paso más. Hemos corrido en escenarios World Tour que nos ha venido sensacional”, reconoce. Y añade que no hay que perder el gen competitivo: “Seguir en la línea de este año, siendo un equipo fiel a su espíritu, combativo, guerrero e intentar en la carretera dar el máximo para agradecer todo el cariño que recibimos en cada una de las carreras”, resalta. A pesar de disfrutar de los años que le quedan como ciclista profesional, lograr una victoria es también un meta real para la temporada que viene. “Me encantaría ver la Vuelta a España en Sierra Bermeja, en Estepona y estar aquí con el equipo con la marea naranja y por qué no pelear una victoria de la Vuelta. Es un objetivo realista y vamos a pelear por él”, concluye.

El futuro de Carmelo Urbano

El joven corredor del Caja Rural-Seguros RGA está satisfecho con su rendimiento esta temporada. “El balance de la temporada es bueno. La temporada ha sido mejor que la anterior porque el COVID-19 nos ha dado un poco más de tregua y hemos aprovechado todas las carreras que hemos podido correr y hemos disfrutado el año como hemos podido”, admite. No obstante, apunta que el coronavirus ha hecho mella en su progresión. “El COVID-19 me ha afectado porque mi primer año de ciclista profesional me tiré cuatro meses en casa encerrado”, señala.

Tras dos temporadas en el equipo navarro, el ciclista de Coín cambiará de aires la próxima temporada, sin todavía conocer en qué escuadra recalará. “Seguiremos disfrutando de la bici y se verán los nuevos colores. En profesionales es difícil conseguir la victoria y mi objetivo es aprender, disfruta de la bici de otra forma”, finaliza Urbano.