Las Guerreras tienen generación para soñar con las medallas en el futuro
- El presente de la selección también marca su futuro con Paula Arcos, Maitane Etxeberria, Kaba Gassama o Eli Cesáreo
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Las Guerreras no pudieron cerrar su Mundial con el bronce que habría supuesto un premio perfecto a la insistencia y al buen juego que han desplegado. Sin embargo, la base para soñar con las medallas está ahí. La generación de jugadoras que han tirado del carro hasta las semifinales y el partido por el tercer puesto supone el presente inmediato y el futuro de la selección.
Paula Arcos, de tan sólo 19 años (20 este martes) supuso la gran sorpresa de la convocatoria y ha sido la jugadora revelación de la selección. Se peleó con todas: japonesas, noruegas, alemanas o danesas. Le dio igual. Su liderazgo a su escasa edad le coloca la etiqueta de futura líder de la selección. La petrerí terminó con dos MVP en su primer Mundial.
El vendaval Maitane Etxeberria (24) fue el recambio perfecto cuando las cosas no funcionaban y su fuerza en ataque siempre se traducía en goles. Con Carmen Campos (26 años), la efectividad y la organización estaban aseguradas: cinco goles en seis lanzamientos firmó la madrileña ante Dinamarca. Los 7 metros serán suyos cuando su tocaya, Carmen Martín decida dar el relevo.
Kaba Gassama (24 años) y Laura Hernández (24 años) también entran en la lista de promesas, aunque necesitan minutos.
Con la velocidad de Maitane, la penetración de Paula, la organización de Carmen, la garra de Eli Cesáreo (22 años) y el contacto de Kaba las medallas serán cuestión de tiempo.
Falta de 'pega' y de pegada: Los deberes de las Guerreras
Sin emabrgo, las Guerreras tiene varias cosas que corregir. Las pérdidas siguen siendo materia a reprobar. Muchas de ellas provocadas por falta de agarre al recibir el balón.
Las imprecisiones provocaron los contraataques, precisamente, ante las selecciones que podían beneficiar más: Noruega y Dinamarca. Un factor que condenó a las españolas en los dos partidos clave del Mundial si querían morder una medalla.
A las imprecisiones también se les sumó la suerte de cara al gol, con una efectividad del 60% con 28 goles en 47 lanzamientos a puerta. Dos aspectos mejorables para una selección que, con honor, ha terminado cuarta de un Mundial y se despide con un futuro ilusionante por delante. A pensar en la siguiente cita.