Enlaces accesibilidad
Europeo de balonmano 2022

Hispanos, el poder del grupo

Por
Los Hispanos, bestia negra de Suecia

España lo lleva en la sangre y ha vuelto a sacar pecho de su mejor faceta: el trabajo coral. Los Hispanos han sumado una victoria de prestigio contra Suecia en la cita clave de la primera fase del Europeo de balonmano 2022 gracias a un partido completísimo de toda su plantilla.

Aunque parezca una perogrullada en un deporte de equipo, no todos los equipos campeones pueden presumir de tener tantos jugadores capaces de asumir responsabilidades en momentos difíciles. Históricamente, la selección española de balonmano, pese a los grandísimos jugadores que han vestido su camiseta, siempre ha destacado, por encima de cualquier individualidad, por su brillo grupal. Y este sábado ha vuelto a ocurrir.

Con la lupa puesta en el rendimiento de esta nueva España en su primera gran prueba del campeonato, el equipo de Jordi Ribera ha disipado las dudas con una excelente actuación de sus jugadores. Ante toda una subcampeona del mundo, no le temblaron los brazos a los jugadores que debutan en un gran torneo con España e, incluso, dieron un paso adelante en momentos complicados de partido.

Esa era, quizá, la principal duda que sobrevolaba sobre la actual selección española. ¿Quién iba a asumir el papel del gran capitán Raúl Entrerríos? ¿Quién iba a heredar el legado defensivo de Viran Morros? ¿Quién iba a ocupar el enorme hueco de Julen Aguinagalde? Pues esas respuestas comienzan a tener respuesta, mucho antes de lo que pensaba la mayoría.

El paso adelante de los Hispanos

En los grandes partidos se muestran los grandes jugadores y contra Suecia, se pudo ver cómo Agustín Casado y Joan Cañellas tomaron la responsabilidad de dirigir con maestría a los Hispanos. El primero en un comienzo complicado, ante una Suecia disparada en ataque, y el segundo, descosiendo la defensa rival con sus lanzamientos lejanos, a partir del segundo cuarto de partido.

Se pudo ver cómo Ángel Fernández anotaba sin fallo desde el extremo izquierdo (8 goles) y cómo Aleix Gómez marcaba con su descaro habitual cualquier siete metros que caía en sus manos. Se pudo ver como Iñaki Peciña, ese seminuevo experimentado, hacía olvidar las dudas sobre el relevo defensivo de Viran Morros.

Se pudo ver la fuerza de Maqueda, la concentración de Ferrán Solé, la siempre inteligente aportación de Gurbindo o la explosión de Tarrafeta para cerrar el partido de forma definitiva. Razones, y muchas, para seguir creyendo en los Hispanos.