Hispanos, un Europeo de plata para un futuro dorado
- España ha sumado un meritorio subcampeonato por el que pocos apostaban al inicio del torneo
- Crónica de la final: Suecia desbanca a España del trono europeo del balonmano
RUBÉN HERAS
Los Hispanos son de plata, pero les augura un futuro dorado. El grupo que ha conformado Jordi Ribera, a caballo entre una generación coleccionista de éxitos y una nueva hornada de jugadores repletos de talento, ha demostrado en el Europeo 2022 que su prometedor futuro ya es presente.
La selección española, que se presentó en el torneo de Hungría y Eslovaquia con hasta cinco jugadores sin experiencia alguna en grandes torneos, ha sobrepasado todas las expectativas alcanzando una final por la que pocos hubieran apostado. Han ganado la plata, pero solo un tanto les ha separado de revalidar el trono europeo después de hacer historia al alcanzar su cuarta final europea consecutiva.
Una nueva historia de éxito acaba de comenzar sin que haya dado tiempo a cerrar la anterior. El siempre temido cambio de ciclo no ha existido en los Hispanos, que lo mismo se cuelgan una medalla olímpica con Raúl Entrerríos y Viran Morros, que lo hace con Agustín Casado e Iñaki Peciña. El ADN ganador y luchador de los Hispanos sigue presente, esté quién esté.
La actuación de los recién llegados ha resultado impecable, con Agustín Casado como punta de lanza. El central ha dominado los tiempos y ha sido importante en prácticamente todos los partidos que ha disputado, convirtiéndose en una pieza fundamental del esquema de Ribera. Además, respondió a un gran nivel cuando el COVID le dejó como único central de la expedición española hasta la llegada de Dani Sarmiento.
Ian Tarrafeta, uno de los afectados por el coronavirus, ha dejado profundas huellas de su talento innato para el balonmano, cuajando actuaciones sorprendentes para un debutante y sentando cátedra en toda una final del Europeo (5 goles, 4 asistencias), donde también brilló, en tareas defensivas en este caso, el veterano Iñaki Peciña, todo un valor al alza para la defensa española pese a su falta de experiencia con la camiseta de los Hispanos al más alto nivel.
Chema Márquez, el cuarto de los debutantes, aportó otras armas para los Hispanos, a los que ayudó a abrir caminos poco transitados en su juego habitual. Kaldi Odriozola, por su parte, aunque fue el 'novato' con menos minutos, cumplió a la perfección con su cometido.
El éxito del colectivo
Más allá de las novedades, el éxito de los Hispanos y los buenos augurios para su futuro proviene de la buena conjugación entre esas nuevas incorporaciones y el bloque existente. Una conexión que debería ir a más, si cabe, en próximos torneos, cuando aumente el automatismo y se limen defectos. En Hungría y Eslovaquia hemos vuelto a ver al mejor Joan Cañellas y se ha destapado por completo el genio de Aleix Gómez, elegido mejor extremo derecho del Europeo.
Su gran semifinal abrió las puertas de la final a los Hispanos, donde siguen brillando veteranos como Maqueda, Ángel Fernández, Guardiola, Gurbindo o Antonio García; la portería, aunque no ha sido lo más destacado del torneo, sigue blindada con Pérez de Vargas y Corrales; y 'seminuevos' como Sánchez-Migallón se asientan en el grupo.
El grupo, la clave del éxito de los Hispanos. "Quizá no seremos el mejor equipo, pero somos el mejor grupo", aseguró Pérez de Vargas tras las semifinales. Ahí radica la fuerza de una selección que promete seguir cosechando grandes éxitos en el futuro para el balonmano español, que ha asegurado su presencia en el Mundial 2023 y en el Europeo 2024.
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