El jugador de balonmano Carlos Molina logra por fin cruzar la frontera a Polonia
- El jugador del Motor Zaporozhye ucraniano viaja desde Kiev tras el estallido de la invasión rusa en Ucrania
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Carlos Molina, jugador español de balonmano del Motor Zaporozhye ucraniano ha cruzado por fin la frontera con Polonia en su dramático periplo por escapar de la invasión rusa de Ucrania, según ha podido saber RTVE.
María Luis Molina, hermana del jugador había asegurado esta mañana a La Hora de la 1 de RTVE que se encuentraba a 1, 8 kilómetros de la frontera con territorio de la Unión Europea a la espera cruzar al lado polaco como por fin ha conseguido.
Al deportista español le sorprendió el ataque ruso cuando sobrevolaba Ucrania en la madrugada del pasado jueves tras regresar de disputar el partido de Champions ante el Lomca Vive Kielce polaco, lo que obligó al avión en el que viajaba junto a su equipo a cambiar el aterrizaje en Zaporozhye y dirigirse a Kiev tras observar cómo la iluminación del aeropuerto se encontraba apagada.
"En las últimas 24 horas la situación de mi hermano ha dado un vuelco gracias, en parte, a la embajada de Lituana en Polonia, ya que, al viajar con un compañero bielorruso y lituano, el cuerpo diplomático de ese país les puso en contacto con otro ciudadano lituano que viajaba solo en un coche a través de la misma ruta que ellos", ha añadido.
"Ayer cuando nos avisaron estaban a cinco kilómetros de la frontera y esta noche han podido avanzar mucho", ha explicado.
Una dramática odisea que comenzó en el avión
La hermana ha relatado que se enteraron de que su hermano estaba en Kiev tras recibir un mensaje suyo en el que les contó que, después de desalojar el aeropuerto, tuvieron que alojarse en un hotel cercano tras "más de tres horas de travesía cuando el trayecto en coche es de poco más de diez minutos".
Molina ha vivido una "peripecia" en la última semana, dado que aterrizó en Kiev con su equipo, el Motor Zaporozhye, horas antes de que Rusia iniciara la invasión de Ucrania, tras jugar en Polonia; además, en lugar de permanecer en la capital ucraniana fue al norte, con su equipo, y desde allí inició su viaje a Polonia con varios compañeros de equipo.
La esposa del jugador andaluz, Jennifer Salgado, que espera en Santo Domingo de la Calzada junto a su hijo de 2 años, y mantiene contacto con su esposo "aunque cada vez es más difícil, porque no siempre hay internet".
A pesar de lo cerca que se encuentra de cruzar a suelo polaco, es difícil hacer previsiones, ya que en la frontera dan prioridad a mujeres y ancianos para cruzar.