Van der Poel cierra su semana fantástica en las Árdenas flamencas con el Tour de Flandes
- Pogacar rompió la carrera a 40 kilómetros de meta pero no pudo en el sprint con el neerlandés
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Mathieu Van der Poel (Alpecin-Fenix) cerró una semana para la historia del ciclismo con la victoria en A Través de Flandes y el Tour de Flandes. El de Alpecin sobrevivió a las embestidas de Tadej Pogacar (UAE Emirates), quien hizo todo lo posible para separarse del neerlandés en Oude Kwaremont y Paterberg. Pogacar había roto la carrera antes a 40 kilómetros de meta y había seleccionado la carrera a un grupo de cinco con Madouas, Wrighy, van Baarle y Van der Poel. En la última ascensión a Oude Kwaremont el esloveno volvió a cambiar el ritmo buscando la victoria en solitario, pero no pudo deshacerse de Van der Poel.
Pese a llegar a tener 30 segundos de ventaja a pocos kilómetros del final, la vigilancia que ambas estrellas se impusieron una vez que ambos pasaron Paterberg provocó que van Baarle (INEOS Grenadiers, 2º) y Madouas (FdJ, 3º) llegasen a tiempo para disputar el sprint y quitarle posibilidad a Pogacar siquiera aparecer en la foto del podiium.
El Tour de Flandes 2022 no defraudó desde el inicio
La clásica de 273 kilómetros con final en Oudenaarde comenzó con mucho ritmo por parte de equipos como Movistar y Astana buscando la fuga. Varios intentos después de la salida neutralizada, Grignard, Van der Hoorn, Dewulf, Boaro, Bohli, Kanter, Mozzato, Paasschens y De Vylder consiguieron vencer al pelotón para establecer la fuga del día, aunque nunca tuvieron opciones reales de ganar la carrera de las Árdenas flamencas. El día empezó con susto para Pogacar, quien tuvo una caída a 250 kilómetros de meta.
Ivan García Cortina rompió el grupo a 90 kilómetros para meta
La carrera se mantuvo estable hasta que Iván García Cortina (Movistar Team) a 91 kilómetros de meta cambiaba el ritmo y se iba con un grupo repleto de corredores de entidad como Stybar y Bettiol que llegaron a estar un minuto por delante del pelotón. Los equipos de los favoritos le vieron las orejas al lobo y tiraron hasta reducir esa diferencia a la mínima expresión. Pogacar decidió a 55 kilómetros de meta que había tenido suficiente y en la segunda subida al Oude Kwaremont tiró para dejar atrás al pelotón a la par que para ir superando al grupo de García Cortina.
Con la carrera ya rota y Pogacar seleccionando el grupo definitivo en la subida anterior, el joven Wright (Bahrain-Victorius) vio su oportunidad y atacó en Paterberg. Van Baarle le vio el envite y se fueron por delante del grupo de favoritos que se establecía en unas 20 unidades. Tadej Pogacar torturó a todo el pelotón en cada subida adoquinada y solo Van der Poel y un sorprendente Madouas supieron sufrir lo suficiente para alcanzar al dúo formado por Wright y van Baarle.
El quinteto se fue y pese a los intentos de Pedersen de recortar diferencias, a falta de 35 kilómetros las cartas estaban sobre la mesa y solo cinco ciclistas aspiraban al segundo monumento del año ciclista.
Pogacar y Van der Poel, Van der Poel y Pogacar
Aunque el quinteto era de élite, la carrera daba visos de ser una cena de pareja con tres invitados a los entrantes. Pogacar aprovechó la última visita a Oude Kwaremont para dejar atrás a Madouas, Wright y van Baarle pero no consiguió hacer lo propio con Van der Poel. Kilómetros después en el Paterberg, Pogacar fue con todo para dejar a Van der Poel, pero el neerlandés, con bastantes más riñones que piernas, consiguió reducir los metros que parecía haber perdido con el esloveno.
Pasado Paterberg, Pogacar y Van der Poel jugaron una partida de póker en la que Van der Poel era más rápido, pero Pogacar jugaba con el miedo del holandés de volver a repetir el error del Tour de Flandes del año pasado. Finalmente la espera propició que Madouas y Van Baarle se reengancharan para disputar el sprint final, que Van der Poel dominó ante la impotencia de Pogacar, con van Baarle segundo y Madouas tercero.