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Champions | Villarreal 2-3 Liverpool

El 'submarino amarillo' encalla en la orilla

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Imagen del encuentro entre el Villarreal y el Liverpool en La Cerámica.
Imagen del encuentro entre el Villarreal y el Liverpool en La Cerámica.

Si en en Anfield, el Villarreal no disparó a puerta durante los 90 minutos, en La Cerámica bastaron dos minutos para que Boulaye Dia marcara un tanto que ensanchó las ilusiones de los castellonenses, al tiempo que neutralizó la ventaja del Liverpool antes de ver ahogadas sus esperanzas en cinco minutos de inspiración de los reds, que remontaron para meterse en la final de Champions de París.

Emery: "No pudimos mantener el nivel de la primera parte en los 90 minutos"

Nada más reconocer la superioridad del rival tras su derrota en Liverpool, Unai Emery anunciaba un partido difrente en La Cerámica, tal como acabó ocurriendo en una noche que será difícil de olvidar en la ciudad castellonense a pesar de la eliminación de su equipo.

Miraba perplejo Virgil Van Dijk -líder de la defensa red- a ambos costados sin encontrar compañeros ni explicaciones a los constantes repliegues obligados a realizar a su equipo por parte de un Villarreal que fue otro en el arranque del partido de vuelta y rozó la gesta durante muchos minutos.

La versión más alegre, atrevida y descarada del cuadro español chocaba con la cara menos acertada de un Liverpool que no encontraba la elaboración del juego y, poco a poco, fue frotándose los ojos para comprobar que su faceta de dominador del juego era papel mojado ante un submarino que sacaba la cabeza.

¿Qué había cambiado en tan solo seis días? La presencia de Gerard Moreno, una apuesta por adelantar las líneas treinta metros y una mayor movilidad entre líneas, dibujó a un Villarreal que acarició la remontada con un posible penalti no señalado a Lo Celso en un mano a mano ante Emerson y que Coquelin tocó con la cabeza tras un centro de Capoue.

Una mitad para cada equipo

Había hecho lo más difícil el equipo español: estrechar el campo, encerrar a un Liverpool al que las costuras de La Cerámica no le dejaban estirar su fútbol y afrontar la segunda parte con igualdad en la eliminatoria, pero estaba por ver lo tocado que estaba tras el descanso.

La segunda parte cambió la película por completo y soltó amarras rumbo a París con un gol de Fabinho, una vía de agua en la línea defensiva del Villarreal, equipo al que ya había marcado anteriormente en dos ocasiones con el Mónaco para anunciar un desenlace que nadie esparaba tras la gran primera parte del Villarreal.

Como en la ida, cinco minutos de arrebato, fueron suficientes para que los reds equilibraran el choque el choque con un tanto de Luis Díaz de cabeza y encajar la sentencia con un gol de Sadio Mané a fatla de 15 minutos para el final del partido, resultado que rescató del fondo del mar el tesoro de disputar la final de Champions en París, donbde espera a Real Madrid o Manchester City.