El Madrid de baloncesto también se apunta a las remontadas para meterse en la final de la Euroliga

• Los blancos iban once puntos abajo en el descanso frente al Barça en la semifinal de Belgrado
• Así te hemos contado la semifinal de Euroliga entre FC Barcelona y Real Madrid, por Mario Vallejo

El Madrid de baloncesto también se apunta a las remontadas para meterse en la final de la Euroliga

El Real Madrid buscará su undécima Copa de Europa en la final de la Euroliga de baloncesto tras vencer al FC Barcelona por 83-86 en la semfinal, disputada en Belgrado.

Al ganador le espera en la final del sábado el defensor del título, el Efes turco, que sufrió para doblegar a Olympiacos y no lo hizo hasta que apareció un providencial Micic con una canasta sobre la bocina (74-77).

Con 26 puntos y 12 rebotes de Niko Mirotic, el mejor del partido con una valoración de 39, el Barça se quedó a un triple de repetir final contra los turcos. La fe del Madrid, que remontó un resultado que era adverso al descanso, les devolvió a una final cuatro años después de la que les dio la Décima. Casualmente, el mismo año en que su sección de fútbol jugó su última final y entonces hubo doblete de secciones.

En el Madrid los mejores fueron de acento francés. Sin llegar a los números de Mirotic, Gerson Yabusele y Fabien Causeur tuvieron su parte de 'culpa' con 24 y 18 de valoración, al aparecer en los momentos decisivos. También Sergio Llull, héroe por accidente al asumir la condición de base principal por la lesión de Williams-Goss. 18, 18 y 15 puntos, respectivamente.

La igualdad fue la tónica del inicio en el primer cuarto, aunque los blancos llegaron a tener una ventaja de seis puntos. Pero la reacción del Barça llegó con el despertar de Nikola Mirotic. El hispanomontenegrino contrarrestó el inicio arrollador del francés Gerson Yabusele para el Madrid.

Y eso que los de Laso empezaron con mal pie, literalmente, por la lesión de tobillo de Nigel Williams-Goss. Eso obligó a salir a Llull como base y fue el encargado de dirigir al Madrid. Pero el protagonismo fue de los otros dos con ventaja para Yabusele de 10-7 sobre Mirotic, aunque los equipos igualaron a 19 en el primer parcial.

El entrenador del Real Madrid, Pablo Laso.

El francés se contagió del apagón general de su equipo en el segundo cuarto, en el que el Barça se despegó con la mayor ventaja hasta ese momento del partido. Paradójicamente lo inició el Madrid con buenas sensaciones y un mini parcial de 1-6.

Pero Davies comenzó a carburar y con un mate en la misma cara de Poirier dijo "aquí estoy yo" para echarse al equipo a sus espaldas. La buena defensa de los de Jasikevicius sumado al acierto a la hora de aprovechar sus ataques dieron la máxima al final del segundo cuarto (45-34).

Reacción blanca tras el descanso

El descanso les vino bien a los blancos, aunque no lo pareció al principio con el resbalón de Hanga. Empezó a enderezar el rumbo Alberto Abalde, aunque solo para no dejar escapar al Barça.

Pero la salida de los pesos pesados del banquillo y, sobre todo la actuación de Causeur, fue providencial para la reacción madridista. Aunque no fue el francés, sino un triple de Llull el que volvió a poner al Madrid por delante (56-58). Causeur sí que estuvo en la canasta que dio el marcador final al tercer parcial.

Por tanto, tocaba afrontar los últimos diez minutos de partido con el Madrid cuatro arriba, el Barça cuatro abajo. No apto para cardíacos. Davies se volvió a poner en modo líder, porque Llull también se echó a los suyos a la espalda para tratar de abrir brecha al inicio del cuarto (61-68).

Al de Mahón le apoyaba el francés Poirier, que apareció para contrarrestar un nuevo triple de Mirotic para tratar de meter de nuevo en el partido al Barça, después de otros dos fallados. El hispanomontenegrino por dos veces puso a su equipo a cuatro de distancia.

Nikola Mirotic (i) y Sergio Llull.

Pero en una de esas apareció, o mejor reapareció Yabusele para poner siete arriba al Madrid con un triple a falta de cuatro minutos. Seguía habiendo emoción, pero en el lado del Barça la emoción era más bien angustia. Pero Mirotic no era el único ex con cuentas pendientes. Gracias a Laprovittola el Barça se puso a dos puntos a falta de menos de tres minutos (73-75). Eso y los balones perdidos por los blancos.

Empezaba un partido de dos minutos y medio que comenzó comandando el Madrid con un triple y un robo de Causeur, cinco puntos seguidos que obligaron a Jasikevicius a pedir tiempo muerto (75-80). El Barça reaccionó con otros cuatro puntos seguidos y el último minuto iba a decidir el partido para quien no fallar.

El que no falló fue Llull a falta de 21 segundos, poniendo al Madrid tres arriba. Abrines respondió de dos, aunque la buscaba de tres. Y dio a los blancos un punto para defender la última posesión de 16 segundos. Lo que pasó después fue que el consabido baile a la línea de tiros libres llevó a falta de cinco segundos a Llull, que falló el segundo pero el rebote fue para un colosal Yabusele, un rebote que bien valía la final.

El galo también falló uno, Mirotic a falta de dos segundos lo intentó de triple y pidió la falta, pero Lamonica no atendió su petición. El Madrid volvía a la final cuatro años después.