Pleiss y Micic acaban con el Real Madrid en la final de la Euroliga (58-57)
- La falta de anotación en la segunda parte condena al Real Madrid.
- Anadolu Efes gana su segundo trofeo seguido y se convierte en el equipo turco más laureado.
El Real Madrid de baloncesto no pudo volver a convertirse en el rey de Europa en Belgrado. Pese a una gran primera mitad, en la que el Real Madrid acabó con cinco puntos de ventaja (34-29), llegando incluso a los nueve de ventaja mediado el tercer cuarto, el equipo de Laso volvió a recordar los fantasmas de la final de la Copa del Rey ante el FC Barcelona, donde sufrió una gran sequía anotadora que le costó el título.
En este caso, la situación fue similar. Los últimos minutos fueron simple y llanamente un '''Llull contra el mundo'', con la única diferencia de que ya no es 2016 y ahora mismo es Micic, el base rival, quien puede jugar como él hacia antaño. El último cuarto, con bastantes idas y venidas, tuvo un factor X que definió la final, Tibor Pleiss. El pívot alemán de Anadolu Efes fue clínico desde la media y larga distancia, además de estar imperial en el rebote ofensivo. Finalmente acabó con 19 puntos y 7 rebotes y otra Euroliga en el bolsillo.
Vasilje Micic, MVP de Europa
Menos sorprendente es la actuación de Micic, con 23 puntos y MVP de la Final Four, a la que también suma un tiro para ganar en semifinales ante Olympiacos. Sigue demostrando partido a partido que Europa se le queda ínfima y que la NBA debería ser su próximo paso natural, aunque sus derechos los tenga Oklahoma City Thunder, posiblemente uno de los equipos menos apetecibles para jugar en la liga norteamericana.
Tavares guió el gran inicio blanco
El gigante blanco, desaparecido en la semifinal ante el FC Barcelona, salió de inicio y demostró por qué ha sido elegido como mejor pívot de Europa. 8 rebotes (5 ofensivos) y 10 puntos de los 13 primeros del equipo blanco, haciendo parecer pequeño a Pleiss, aunque después decidiese el encuentro en el último parcial.
Posiblemente fueron los 10 mejores minutos del conjunto blanco, aunque careció de acierto desde la larga distancia con tiros cómodos. Especialmente erráticos estuvieron Guerschon Yabusele (3 puntos, 0/6 en tiros de 3) y Alberto Abalde (0/5 en tiros de 3), quienes pudieron dejar una renta mayor al conjunto blanco.
El segundo cuarto lo arregló, sorprendentemente, el desaparecido en combate Anthony Randolph. Desatascó el aro con 2/3 en triples y resultó extraño que no entrara en la segunda mitad cuando al Madrid le costaba sumar si quiera de 1 en 1.
En el tercer y cuarto cuarto se esperó a Yabusele, se esperó a Causeur, se confió en Llull, pero a este Madrid le falta 'punch' en la lucha cuerpo a cuerpo y cada golpe de Efes en el último cuarto le alejaba más de lo que realmente decía el marcador.
Quedará en el pensamiento de todos los aficionados madridistas la última jugada del partido, donde Larkin falló quedando apenas tres segundos y el equipo merengue no llegó si quiera a tirar. Parecía obvio que quedando 17 segundos lo mejor era hacer una falta, porque de la otra manera era irreal lograr un tiro cómodo a tiempo.
El Real Madrid ha evidenciado su punto débil al final
Si algo ha dejado claro el baloncesto europeo en los últimos años es que se necesita un base (o dos, como en el caso de Anadolu Efes) diferenciales, capaz de crear puntos de la nada, generarse tiros y generar tiros, para que dirija al equipo. Y es obvio que nadie de la flota exterior blanca puede igualar el nivel de Micic, Larkin, James o Sloukas, por poner nombres de jugadores exteriores presentes en playoffs. En un partido donde cada punto es una victoria de mérito, tener jugadores así aclara bastante cuando se encapota el cielo.
A parte de esa última jugada, tampoco hay demasiado que reprochar al equipo blanco. Llegaba con más dudas que certezas, ganó al FC Barcelona cuando no era favorito y ha competido hasta el final contra el vigente campeón de Europa. En un año en el que se temía lo peor a mitad de temporada, temiendo incluso por entrar en la Final Four, debe quedarse con su capacidad competitiva y tomar de ejemplo el partido de semifinales para coger con ganas la recta final de temporada, donde aún queda la lucha por la Liga Endesa.