Messi vuelve a sonreír con Argentina y conquista 'La Finalíssima'
- La albiceleste pasa por encima de una endeble Italia (0-3) y logra el trofeo con tres tantos de Di María, Lautaro Martínez y Dybala
- Messi volvió a ofrecer su mejor versión y fue crucial con una asistencia e infinidad de ocasiones
Argentina atraviesa un momento muy dulce. Después de imponerse en la última Copa América, la albiceleste vuelve a levantar un nuevo trofeo ante una inocente Italia (0-3) que no fue capaz de meter mano a los sudamericanos en ningún momento del partido.
Los goles de Di María y Lautaro Martínez en la primera parte y Dybala en el descuento del partido, sentenciaron un encuentro con un claro dominador durante los 90 minutos. Messi volvió a ofrecer su mejor versión y regaló una asistencia en el primer tanto de Di María, además de disponer de infinidad de ocasiones.
Italia sigue sin levantar cabeza y suma a su eliminación del próximo Mundial de Qatar la derrota en 'La Finalissima' entre el Campeón de la Eurocopa y el Campeón de la Copa América.
Di María y Messi se divierten en Wembley
La albiceleste quería agradar desde el inicio y se notó. Di María probaba fortuna desde medio campo con un disparo demasiado atrevido como para sorprender a un Donnarumma bien colocado.
Messi tampoco quería ser menos y tuvo la suya a balón parado. El ‘10’ argentino estrellaba la pelota en la barrera en una falta cercana al pico del área en el costado derecha de la portería defendida por el meta del PSG.
La posesión era para los sudamericanos, pero Italia conseguía salir a la contra por medio de un Bernardeschi muy peligroso con transiciones rápidas con el nueve del Torino Belotti. Justamente entre los dos futbolistas de ataque se cocinó la mejor para la ‘Azzurra’.
El extremo de la Juve tira un desmarque extraordinario, pase de la muerte al corazón del área y el ariete italiano no encuentra portería cuando ya se cantaba el primer tanto de ‘La Finalissima’. El propio Belotti iba a tener otra peligrosa, aunque su cabezazo lo atrapaba Emiliano Martínez sin excesivos problemas.
A la media hora, Messi volvia a hacer daño dentro del área y, esta vez, con final feliz. El ex jugador del Barcelona entraba como un cohete en el carril izquierdo y el pase al área pequeña lo empuja a la red Lautaro Martínez para adelantar a los suyos.
Además, el marcador iba a volver a moverse justo antes del descanso. Lautaro se deshace de su par, pase entre líneas y Di María la pica ante Donnarumma para desatar la locura entre los aficionados que se han acercado al imponente Estadio de Wembley.
Argentina pudo golear ante una inocente Italia
La segunda parte comenzaba con susto para el país de la bota. Donnarumma no controla bien la pelota en su área y a punto está de hacerse el tercer gol en la que hubiera sido la pifia de la jornada.
Minutos más tardes, Di María iba a disponer de otra oportunidad para firmar un doblete magistral. El ‘angelito’ se iba a convertir en diablo por el carril derecho y su disparo iba con tanto veneno que obligaba a Donanarumma a sacar una mano prodigiosa.
EL extremo de la albiceleste no descansaba ni un solo segundo y castigaba por enésima vez la portería italiana con una volea potente que atajaba el meta del PSG con apuros. Lo Celso también tenía la suya, pero su disparo se iba a la red lateral cuando tenía todo para poner el tercero.
A veinte del final, el partido se iba a enrarecer con una tangana sin mucho sentido. Messi tira un caño a un futbolista transalpino y se monta la fiesta con varias tarjetas en apenas segundos. Asimismo, el partido iba a continuar por esos derroteros y las ocasiones empezaban a escasear.
No obstante, Italia no tiraba la toalla y Scamacca estaba a escasos centímetros de acortar diferencias con una vaselina maravillosa que se iba por un dedo por encima del larguero argentino. Dybala redondeó el partido con un tanto en el descuento tras regatear a la zaga de Italia en la media luna y colocar el esférico pegado a la cepa del poste.
Sin tiempo para más, el resultado no iba a volver a sufrir cambios hasta el final del partido y la Argentina de Scaloni se adjudicaba su primera 'Finalissima' ante una Italia muy inferior.