Rafa Nadal suma su 14º Roland Garros y agranda su leyenda en París
- El tenista español abruma a Casper Ruud (6-3, 6-3 y 6-0) y conquista una vez más Roland Garros
- Así te hemos contado la final de Roland Garros entre Nadal y Ruud, por MJ Caleya
Rafa Nadal, Rafa Nadal, Rafa Nadal... y así hasta 14 veces. Rafa Nadal ha vuelto a ganar Roland Garros Lo ha hecho por 14ª vez ante el noruego Casper Ruud por un claro y rotundo 6-3, 6-3 y 6-0 en dos horas y 18 minutos. Cuando todo parecía en contra, Nadal ha llegado de nuevo a lo más alto. Ni el creciente dolor de su lesión crónica en el pie, ni los duros rivales del lado del cuadro más complicado han podido detener a la mayor leyenda del tenis mundial.
Cuando la incertidumbre se cernía sobre su carrera e incluso cuando él mismo dudaba antes de cada partido si ese sería el último que jugase en su torneo preferido, Nadal ha respondido subiendo un peldaño más, si cabe, la altura de su figura. "Es solo un partido de tenis", dirá Rafa, como acostumbra desde que hace 17 años levantara su primer Roland Garros. Hoy ha conquistado el 14º con un porcentaje pleno de éxito en las finales de París, donde ha ganado 112 partidos y solo ha perdido tres. Y ha sumado su 22º Grand Slam, dos por encima de Djokovic.
Hace tiempo que Nadal se convirtió en un deportista eterno. Un deportista que, haga lo que haga, ya está instalado en el altar de los grandes dioses del tenis, un deporte al que honra cada vez que salta a una pista. Este domingo, cosas del destino, Rafa Nadal se ha impuesto a uno de sus pupilos. Uno de los productos de su legado en el tenis. Casper Ruud, a sus 23 años y en su primera final en Roland Garros, ha emulado los entrenamientos en la Rafa Nadal Academy, donde se ha formado. Antes de la final aseguró que nunca ha podido ganarle un set a Rafa. Hoy tampoco ha podido en su primer enfrentamiento oficial y en toda una final de Grand Slam.
El vendaval de Rafa Nadal ha pasado por encima de un Ruud con hechuras de gran tenista y con una carrera ascendente. Sin embargo, no ha tenido opciones ante su legendario ídolo en una final muy desnivelada. Cuando quiso intimidar a Rafa, el rey de Roland Garros apretó a fondo y sumó once juegos consecutivos que le llevaron al triunfo final. Incontestable, histórico y, sobre todo, emocionante por todo lo que rodea el actual momento físico de Rafa Nadal.
Nadal, inabordable
El resultado de la final nos ha vuelto a dejar la sensación de que ganar Roland Garros es sencillo. Rafa Nadal ha pasado por encima de Casper Ruud a pesar de que las sensaciones no parecían las mejores en el primer set. No obstante, pese a que los movimientos y los gestos del español indicaban que no estaba del todo cómodo, el resultado se le puso de cara muy pronto. Arrancó el mallorquín llevándose su servicio y rompiendo el de su rival a las primeras de cambio (2-0).
Pero Ruud no quería ser una comparsa y reaccionó rápido devolviendo la rotura a Nadal (2-1). Pero los errores no forzados del noruego en el cuarto juego volvió a otorgar el 'break' a Nadal y esa ventaja ya no la soltó el balear (3-1). Poco a poco, la derecha de Rafa estaba más suelta y sus bolas corrían más deprisa en la Philippe Chatrier. Así, a toda velocidad, Nadal se apuntó la primera manga en 48 minutos.
La segunda manga fue crucial en el devenir de la final. La confianza de Ruud crecía con el paso de los golpes y su drive empezaba a funcionar de forma regular. Una doble falta de Nadal en el cuarto juego le allanó el camino y consiguió romper el saque del español (1-3). Era el mejor momento de Ruud en la final de Roland Garros. Paradójicamente, sería el último juego que ganase en el partido.
La respuesta de Nadal fue abrumadora. La sonrisa de Ruud se iría apagando con la consecución de juegos ganados por Nadal. El balear ganó todos los que quedaban hasta el triunfo final. Empezó devolviendo la rotura a un Ruud que no pudo afianzar su break (2-3). Lo que vino después fue un recital de golpes del español, que sumando sus servicios y dos breaks más, se apuntó el segundo set de la final (6-3).
Solo había un jugador sobre la pista y en el tercer set Rafa terminó de arrasar a Ruud con un implacable 6-0 que redondeaba un momento memorable para la carrera de Rafa Nadal, el tenis español y el deporte en general. Un partido más para la inacabable e irrepetible historia de Rafael Nadal Parera, que se despidió de París con un mensaje fiel a su forma de ser: "No sé qué pasará en el futuro, pero voy a seguir luchando por intentarlo".