Mundial 82: La fiesta inaugural y la primera gran sorpresa

• Cerca de 100.000 espectadores en el Camp Nou y 1.600 millones de telespectadores siguieron el espectáculo
• Tras la ceremonia se disputó el primer partido entre Argentina, la defensora del título y la selección de Bélgica

Inauguración del Mundial España'82

El 13 de junio de 1982 el Camp Nou acaparaba el foco del fútbol mundial con la Ceremonia de Apertura del Mundial 82, por primera vez con 24 selecciones, y el partido inaugural entre Argentina y Bélgica con victoria contra todo pronóstico de los 'diablos rojos' ante la defensora del título con un joven Diego Armando Maradona en el equipo albiceleste.

Entre los casi 100.000 espectadores del estadio blaugrana, formaban el palco de autoridades el presidente de la Federación Española de Fútbol, ​​Pablo Porta, el presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, el presidente de la FIFA, Joao Havelange y los reyes de España, Juan Carlos I y Doña Sofía.

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Aquel hito tuvo lugar cuando el estadio barcelonista iba a celebrar sus bodas de plata. El Camp Nou lució como nunca, con su ampliación culminada con todo su esplendor y convenientemente remodelado para satisfacer las normas de la FIFA. Curiosamente, aunque la ampliación del Estadi ya estaba operativa (el nuevo aforo era de 120.000 espectadores), no fue inaugurada oficialmente hasta el 24 de agosto, con motivo de la disputa del trofeo Joan Gamper.

Imagen del Camp Nou en la inauguración del Mundial 82.

Así fue la ceremonia

Con las palbras "Mundial" y "España 82" escrito en el césped del Estadio Camp Nou de Barcelona, muñecos de cinco metros de las diecinueve comunidades autónoma, retiraroan la tres bandera de España, Cataluña y la FIFA mientras se elevaban múltiples globos rojos y amarillos por España y azul por la FIFA y sonaba el tema 'El mundial' cantado por Placido Domingo.

32 chicas cada una con uniformes de futbolistas de los 24 países participantes clasificados por orden alfabético en español, flores, rosas y claveles fueron repartidos entre el público para dar paso a un grupo de bailarines de los 15 bailes folclóricos españoles.

Una vez el césped vacío, apareció un joven corriendo con la bandera de España y dando una vuelta al círculo blanco de la cancha hasta el centro del punto blanco, preludio a la aparición de las 109 banderas de los países afiliados a la FIFA.

Tras la coreografía de banderas, seis exfutbolistas campeones del mundo: Alcides Ghiggia (Uruguay), Bellini (Brasil), Bobby Charlton (Inglaterra), Giovanni Ferrari (Italia), Franz Beckenbauer (Alemania Federal), y Omar Larrosa (Argentina), finalizaron con un grupo de más de 2000 jóvenes con sudaderas blancas, para formar varias figuras entre ellos un balón de Fútbol y 'La paloma de la paz' de Pablo Picasso y de ahí unas largas banderas de los 24 países clasificados.

Finalmente, un niño con el uniforme del país anfitrión se abrió paso hasta el centro de la cancha con un balón y, al abrirlo, salió una paloma blanca volando dando por finalizada la ceremonia, para dar paso a los discursos del presidente de la Real Federación Española de Fútbol y miembro del comité organizador Pablo Porta, el presidente de la FIFA Joao Havelange y el Rey Juan Carlos I.

Bélgica da la sorpresa ante Argentina

Tras las banderas, los discursos y las coreografías sonó el pitido incial del partido inaugural entre la Argentina de, Kempes, Ardiles Pasarella y un joven Maradona ante la Bélgica de Paff, Gerets y Ceulemans que se saldó con la victoria contra todo pronóstico de los 'diablos rojos' ante la defensora del título por 0-1.

Un tanto de Vandenbergh para la selección europea en el minuto 62 echó por tierra las esperanzas del equipo dirigido por César Luis Menotti en el primer toque de atención en su intento por revalidar el título obtenido en casa en 1978 tras derrotar a Países Bajos en la final de Buenos Aires.

Maradona durante su partido ante Bélgica en el Mundial 82.

La albiceleste llegaba con la vitola de favorita con la presencia de un joven Diego Armando Maradona (22 años), que hacía sólo nueve días que había fichado por el Barcelona, pero sucumbió precisamente un día antes de la rendición de Argentina tras la Guerra de las Malvinas de un convulso 1982.