Vingegaard gana la etapa y Roglic la general en una exhibición de Jumbo-Visma
- Roglic gana la general del Criterium du Dauphiné y Vingegaard la última etapa en Solaison
- Ben O'Connor acompaña a los dos Jumbo-Visma en el podio
Aunque no coja a nadie por sorpresa, Jumbo-Visma ha vuelto a demostrar por qué es el equipo más dominador del ciclismo actual. Aunque para mantener la renta de ventaja que Roglic y Vingegaard tenían no hacía falta una exhibición, el equipo neerlandés ha decidido desde que ha finalizado la Colombière que la última etapa debía llevar su sello. Vingegaard aprovechó incluso a coger la mano de Roglic para entrar juntos en meta, aunque oficialmente la victoria contará para el danés, escudero de lujo de Roglic.
Dominio de Jumbo-Visma desde la bajada de Colombière
En la bajada y el llano, grandes rodadores como Van Aert y Benoot han colocado en fila india a las pocas unidades que restaban en el pelotón, trabajo que provocó que la fuga de seis corredores llegara con menos de un minuto de diferencia respecto al grupo de favoritos. Ya dentro del Plateau de Solaison, Jumbo-Visma siguió tirando con la misma insistencia gracias a las piernas de Kruijswijk, quien iba dejando solo con su ritmo a ciclistas que luchaban por la general como Tao o Caruso.
Una vez alcanzado George Bennet, cabeza de carrera, Kruijswijk lanzó a los dos estiletes de Jumbo-Visma para que volviesen a hacer una de las suyas. El ataque de Vingegaard solo fue correspondido por las piernas de Roglic y de un corajudo Ben O'Connor, aunque finalmente el ritmo del danés y el esloveno fue demasiado para O'Connor y se tuvo que conformar con el tercer puesto en la etapa y en la general.
Roglic termina su maldición con Dauphiné
Tras varios años de caídas y retiradas cuando estaba rozando la victoria en el Criterium francés, Roglic consiguió levantar los brazos en Dauphiné. Pese a un arranque dubitativo, donde perdió más tiempo del esperado en la contrarreloj, finalmente la montaña puso las cosas en su sitio para hacerse con poderío con la ronda gala. Segundo ha sido su compañero, el danés Vingegaard, que empieza a demostrar a Jumbo que el relevo está en casa, mientras que la última plaza del podio la ocupa Ben O'Connor, el único capaz de seguir las embestidos de Roglic y Vingegaard.
La insistencia de Jumbo-Visma quitó toda esperanza al pelotón
Pese a arrancar una fuga de 15 ciclistas camino de los dos colosos del día, al final el Colombière dictó quien tenía piernas para siquiera soñar con una victoria en Solaison. Jan Hirt, Elissonde, Storer, Bennet y Dunbar han sido los únicos capaces de retar a un pelotón que e ningún momento ha dejado que los escapados cogieran más de 3 minutos de distancia.
Hirt fue el primer valiente al atacar a pie de puerto, con el grupo del maillot amarillo ya acechando. Sin embargo, las malas piernas que el checo ya había demostrado durante la Dauphiné aparecieron hasta el punto que Storer y Bennett le alcanzaron en cabeza. Bennett, solo a base de ritmo, fue el último capaz de retar a Roglic y compañía, aunque su apuesto quedó fallido a más de 4 kilómetros del final.