Pogacar revienta el Tour en el pavés y abre una brecha de dos minutos con Roglic

• Simon Clarke se lleva la etapa en un emocionante sprint y Vingegaard salva una situación complicada
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Tour de Francia 2022: Final de la quinta etapa

Era una etapa marcada en rojo por todos en el Tour 2022 y no ha defraudado. Tadej Pogacar (UAE) ha sido el gran beneficiado de la locura del pavés de Arenberg, donde el esloveno ha abierto la primera gran diferencia con Primoz Roglic (Jumbo), que sufrió una caída y se dejó más de dos minutos con su compatriota.

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Fue la nota negativa para un Jumbo-Visma que tuvo un día horroroso, pero consiguió salvar la debacle absoluta al reducir a tan solo trece segundos la desventaja de Vingegaard, descolgado en la parte final por un pinchazo y un desconcertante cambio de bicicleta, y mantener el amarillo de Van Aert.

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La etapa fue para el australiano Simon Clarke (Israel Premier Tech), que se impuso en un ajustado sprint al estadounidense Neilson Powless (EF), compañero de la escapada del día, junto al holandés Taco Van der Hoorn (Intermarche), el noruego Edvad Boasson Hagen (TotalEnergies) y el omnipresente Magnus Cort Nielsen (EF).

El infierno del pavés

No estaba en los planes la llegada a meta del grupo de la fuga, escapados prácticamente desde el inicio de etapa, pero los planes suelen saltar por los aires cuando entran en escena los tramos de adoquines. Envueltos en una nube de polvo y con los incontrolables botes provocados por el pavés, los ciclistas han salvado como han podido una jornada que ha sido infernal para la mayoría y gloriosa para unos pocos. Entre ellos, el ciclista más glorioso de los últimos años: Tadej Pogacar.

El esloveno, pese a no contar con las características físicas que uno espera de un especialista en este tipo de terrenos, volvió a demostrar su enorme clase con una fantástica colocación en todo momento, una potencia brutal y esa pizca de suerte de los campeones que le ha permitido terminar la etapa sin pinchazos ni caídas. Y, todo eso, sin un equipo que lo arropara en la parte decisiva de la etapa, cuando los once tramos de pavés fueron haciendo acto de presencia uno detrás de otro.

Así, cuando la estrategia del Jumbo había estallado por un pinchazo de Vingegaard y una caída de Roglic, amén de una temprana caída de Wout Van Aert, Pogacar se subió al vuelo de Jasper Stuyven (Trek-Segafredo) en el penúltimo tramo empedrado de la etapa. El ritmo puso en riesgo la escapada, le colocó líder virtual por momentos y abrió un hueco de casi un minuto que amenazó con dinamitar la propia general del Tour en la quinta etapa.

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Sin embargo, el duo no consiguió mantener ese ritmo y los escapados lograron llegar al meta para jugarse la etapa soñada. El primer ataque fue de Powless, pero Boasson Hagen le dio caza y después Van der Hoorn y Clarke hicieron lo propio para jugarse el triunfo final sobre la línea de meta, con éxito para el del Israel Premier Tech.

Por detrás, llegó el momento de conocer el daño que había provocado Pogacar al Tour. Tras su paso por meta, el grupo de Vingegaard y Van Aert apareció con solo 13 segundos de desventaja, logrando minimizar un agujero que comenzó en más de 40 con el pinchazo del danés. En ese grupo también llegaron Aleksander Vlasov (Bora), Enric Mas (Movistar), Nairo Quintana (Arkea), Geraint Thomas (Ineos), Daniel Felipe Martínez (Ineos) o Rigoberto Urán (EF).

"Muy satisfecho con la etapa, hemos evitado las caídas, me vi cortado, pero entre Jumbo y nosotros hemos cerrado el hueco. He perdido 13 segundos con Pogacar, que son pocos con lo que ha podido pasar", dijo meta el líder de Movistar.

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Peor fue el resultado para el grupo de Primoz Roglic, que se dejó 2:08 con Pogacar, y para Ben O'Connor, que llegó a 3:21 del esloveno. Fueron, sin duda, los líderes peor parados de una etapa en la que, como se había avisado, se podía perder el Tour.