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Eurocopa femenina 2022

España dice adiós tras su mejor partido: cómo el resultado no premió la superioridad

  • La selección española perdió en diez minutos su ventaja y perdió los cuartos de final ante Inglaterra
  • Fallos puntuales y, de nuevo, la eficacia rematadora, desbarataron el mejor planteamiento táctico de Vilda

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Eurocopa femenina 2022 | España dice adiós en su mejor partido

La selección española dijo adiós de forma triste y dolorosa, no sin polémica, en el más completo de sus cuatro partidos en la Eurocopa femenina. Sigue adelante la anfitriona, Inglaterra, que estuvo lejos de arrollar como parecían presagiar sus números de récord en la fase de grupos, pero que a la postre hizo valer su condición de favorita y ahora buscará 'su' final en Wembley ante Suecia o Bélgica.

Pequeños detalles marcaron el ser o no ser del encuentro. Los que transcurrieron entre los seis últimos minutos del partido y los seis primeros de la prórroga. En el resto, España fue superior en casi todos los órdenes, con una gran variedad de recursos en diferentes fases.

Se le pedía profundidad de las laterales y Olga Carmona y Ona Batlle estuvieron tan aplicadas en defensa como profundas en el ataque. Era necesario evitar los errores en defensa ante las temibles delanteras de Inglaterra, y Mapi León e Irene Paredes se multiplicaron para impedir los remates de las Leonas. En el centro del campo, las españolas anularon a las inglesas, arrebataron la posesión a un rival que no rehuye el balón y alternaron con inteligencia el toque en corto que caracteriza el juego de la selección con desplazamientos medios y aperturas buscando los desmarques.

Los números confirman esa sensación de superioridad: como en otros partidos anteriores, España tuvo más posesión de balón, elaboró más juego y ataques, realizó más disparos, e incluso recuperó más balones. ¿De dónde surge entonces una derrota que las crónicas juzgan cruel e inmerecida? De los pequeños partidos dentro de cada partido, esos microduelos que en un momento dado deciden el resultado.

La diferencia, otra vez en la eficacia rematadora

El siguiente gráfico, que mide el nivel de amenaza y probabilidad de gol para cada equipo a lo largo del equipo, es el electrocardiograma de un partido que a pocos minutos del final se inclinaba a favor de España. Tras media hora de dominio casi abrumador, España resistió la oleada de ataques del equipo de Sarina Wiegman al final de la primera parte, en especial con el gol de White en el minuto 37, anulado por fuera de juego. Pese al susto, a punto de acabar la primera parte España había rematado seis veces en la portería de Earps y las inglesas, solo una.


El conjunto de Jorge Vilda consiguió lo más difícil, anular en primer lugar y conseguir después un gol ante un equipo imbatido en la competición, tras lo que vino un intercambio de ocasiones en el que la Roja tuvo las más claras. Sin embargo, bastó con que España flaquease en la recta final y al comienzo de la prórroga para que las Leonas le hincaran el diente a la eliminatoria. Un centro a la olla rematado con polémica y un robo en el centro del campo culminado con un punterazo hicieron inútiles los esfuerzos finales en la prórroga de un equipo agotado física y anímicamente.

El detalle de los remates de ambos equipos y su probabilidad de gol (medido en goles esperados, xG en el gráfico a continuación) muestran la diferencia. Inglaterra remató menos veces y al final solo acumuló un disparo a puerta menos que España. La mayor parte de sus remates fueron dentro del área y con un peligro potencial mayor. En función de la calidad de sus remates, España debería haber ganado el partido (1,7 goles esperados frente a 1,4 de las inglesas), y como pasó ante Alemania, la eficacia frente a la portería rival fue la clave.


Aunque el gol de Toone que supuso el 1-1 fue revisado por el VAR y ampliamente discutido por el equipo español, era prácticamente imparable, como lo fue el de Esther González al revolverse tras la asistencia de Athenea. El definitivo tanto de Stanway llegó en una jugada personal tras un robo en el centro del campo en unos pases cortos. Su tiro lejano se convirtió en un golazo por su potencia y por una tardía reacción de Sandra Paños, algo tapada por sus compañeras, que habían reculado sin impedir el avance de la jugadora fichada por el Bayern de Múnich.

Tere Abelleira, la cuarta propuesta de Vilda en el mediocampo

Durante la mayor parte del partido, nadie echó de menos a Alexia Putellas y Jenni Hermoso, las principales bajas que España ha lamentado en toda esta Eurocopa, figuras de la selección que le aportan lucidez, cohesión y, sobre todo, goles. En el rompecabezas diario del centro del campo, Jorge Vilda puso en escena una cuarta pieza para llenar el vacío de Alexia. Había probado en la posición con Irene Guerrero, con Laia, con Mariona y en este partido a todo o nada puso en escena a Tere Abelleira.


La pontevedresa del Real Madrid no había disputado ni un minuto en el torneo. En los 71 minutos que estuvo en el terreno de juego, dio 45 toques, 32 de los cuales fueron pases buenos. Su presencia al lado de Patri Guijarro sirvió como apoyo defensivo y transformó parcialmente el dibujo de la selección en un 4-2-3-1.


La otra novedad fue la titularidad de Esther González, una delantera pura en la alineación tras dos partidos flirteando con los falsos 'nueves'. La jugadora del Real Madrid no participó mucho (apenas 22 contactos con el balón en 77 minutos), pero hizo lo que tenía que hacer: instalarse en el área, fijar a las centrales y estar lista para recoger el balón que sirvió su compañera Athenea, revolverse y poner el balón en la red, para anotar el primer gol del partido, que disparaba la esperanza en la victoria. Era además el primer tanto que encajaba Inglaterra en el torneo, y el cuarto desde agosto de 2020, cuando Wiegman empezó a entrenar a las Leonas.

Las bandas, cerrojo y puñal: Olga y Athenea

Las bandas han sido una de las mejores noticias de España en esta Eurocopa -lo serán también en el futuro- y ante Inglaterra también contribuyeron, tanto en defensa como en ataque. Ona Batlle estuvo muy aplicada para contener a Lauren Hemp, una de las principales amenazas, Olga Carmona hizo lo propio con Beth Mead, sobre todo en la primera parte, hasta secar a la delantera del Arsenal, que llegaba como máxima anotadora (5 goles) y terminó sustituida por Chloe Kelly, una jugadora que resultó más efectiva, puesto que en 68 minutos fue la inglesa que más centros puso (5).

Olga, que aguantó los 120 minutos sobre el campo, cuajó un partido muy completo, con gran protagonismo. Muy fiable, ganando las acciones tanto en defensa como en ataque, tuvo influencia en toda la banda, y fue la jugadora que más centros colocó, un total de seis.



Una aportación ofensiva similar a la que hizo por la derecha Athenea del Castillo. La joven extremo no sólo protagonizó con una gran jugada individual el gol de España. Estuvo a punto de poner en pie al estadio y a todo Brighton con un centro-chut que se fue por encima del larguero por muy poco, o con un caño dentro del área. La cántabra amargó toda la noche a su marcadora, Rachel Daly, y en la prórroga cambió de banda para buscar incursiones a pierna cambiada.


Las teclas que pulsó Inglaterra

En definitiva, los recursos de la pizarra de Vilda le sirvieron para llevar la iniciativa del partido, pero no para superar a las inglesas. Sarina Wiegman, a la que muchos consideran la mejor entrenadora del mundo, basaba su propuesta en un centro del campo compacto y la movilidad de su trío de atacantes, lanzadoras y receptoras de centros diagonales al interior del área. Pero al ver que no surtía efecto y que el partido se le escapaba, se apresuró a hacer ajustes

Repitió por cuarta vez su alineación inicial y cuando Mead, que llegaba como máxima goleadora del torneo, no cumplió las expectativas, empezó a mover el banquillo para acumular piernas y energía en el área española. Metió a Kelly para conseguir más centros (y lo hizo), a Greenwood para tratar de frenar la superioridad de Athenea y, sobre todo, volvió a recurrir a Alessia Russo como revulsivo.

La delantera del Manchester United, potente y resolutiva, fue un incordio por banda derecha y por banda izquierda. Suya fue la asistencia, codo mediante, para el gol del empate, y acreditó de nuevo su rol de revolucionadora de encuentros. Con la asistencia ante España, ha participado en nueve goles en sus 11 partidos con Inglaterra (7 goles, dos asistencias), y ocho de estas aportaciones las hizo saliendo del banquillo.


Sobresalientes también estuvieron Lauren Hemp, autora de tres de los diez remates ingleses, y Millie Bright, que fue nombrada la mejor jugadora del partido -cortesía con las anfitrionas-. La central lideró la línea defensiva de su equipo en bloqueos, recuperaciones y anticipaciones con calidad y consistencia durante todo el partido.

España se despide de la Eurocopa, a la que llegaba como una de las favoritas. Dos victorias y dos derrotas, las que a la postre determinaron su camino: el 2-0 ante Alemania condenó a la Roja a un cruce complicado con las anfitrionas que no pudieron superar. Pero cuando se pase la decepción, se abre otra oportunidad para el Mundial de 2023 en Australia y Nueva Zelanda con un combinado que sigue presentando argumentos prometedores para llegar lejos.