Su majestad Roger Federer dice adiós, cuando el estilo se recordará más que los títulos
El suizo que convirtió el tenis en arte por la elegancia de su juego anuncia su retirada como profesional
El anuncio ha humedecido los ojos de un mundo del tenis que aún llora la retirada de Serena Williams y que mira con esperanza a los Carlos Alcaraz, Casper Ruud o Jannik Sinner.
Con Roger Federer se va de las pistas del tenis la elegancia hecha deporte, una especie de patrimonio inmaterial de la humanidad que ahora ya solo podremos rememorar en las imágenes para el recuerdo y en esa ya crucial Laver Cup de Londres, del 23 al 25 de septiembre.
El suizo va a ser uno de esos pocos elegidos que a pesar de conseguir uno de los mejores palmareses de la historia de su deporte, se le acabará recordando aún más por su estilo y por su legado en su peculiar práctica del tenis que por su increíble vitrina de triunfos. Como a Muhammad Ali, Eddy Merckx, Johan Cruyff o Magic Johnson.
La elegancia convertida en tenis
Ha jugado durante 24 años como profesional, de 1998 a 2022. Ha completado 1.526 partidos individuales, con un balance de 1.251 victorias y 275 derrotas.
A sus 20 Grand Slams (fue el primero que alcanzó una cifra que ahora han superado Rafa Nadal y Novak Djokovic) hay que añadir muchos récords, como el de semanas consecutivas en el número uno de la ATP: 237 (2 de febrero de 2004 - 18 de agosto de 2008).
Desde el Open de Australia de 2018 no sube a lo más alto de un podio de los grandes y desde Miami 2019 no gana un Master 1.000. Los últimos tres años ha sufrido un calvario de lesiones que no le han permitido pelear en esa carrera del Big Three.
A pesar de que su adiós era algo que se esperaba tarde o temprano, los amantes del tenis no querían pensar en que este día llegaría. Su revés a una mano aún emociona.
La amplitud de facetas del juego que llegó a dominar Roger Federer fue algo jamás visto antes en la historia del tenis, desde el saque al resto, en ataque o en defensa. Infinito su repertorio.
Nunca llegó a abandonar un partido y eso que las molestias le han acompañado tristemente a largo de su carrera. Es una muestra del respeto del tenista de Basilea hacia un deporte que consiguió revolucionar, en palabras de jugadores y expertos, que según él se lo ha dado todo.
Se irá de las pistas a los 41 en Londres, en su segunda casa. Será la última oportunidad para emocionarse con su estilo de juego.
Si alguien que no haya podido ver jugar a su majestad Roger que vuelva a ver la final de Wimbledon de 2008 para comprobar lo que es un titán del deporte en el juego y, lo que es más difícil aún, lo que es un cabalero en la derrota. Eterno Federer.