Scariolo guía a una España en transición hacia el oro europeo
- El técnico italiano logra armar un equipo campeón en pleno cambio generacional
- Crónica: España gana el oro, por Rodrigo Álamo | Así hemos narrado la final, por Felipe Fernández
La Selección española de baloncesto ha logrado el oro en el Eurobasket 2022 liderada por Sergio Scariolo en pleno cambio de piezas. La Familia partía al Europeo dejando atrás a la generación más laureada del baloncesto español: Pau y Marc Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes, José Manuel Calderón, Sergio 'Chacho' Rodríguez y un sinfín de grandes nombres con los que España ganó dos Mundiales -2006 y 2019-, dos coronas europeas -2011 y 2015- y dos platas olímpicas -2008 y 2012-.
Muy lejos queda ya la plata de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984, el mayor hito del baloncesto español hasta la fecha con Antonio Díaz Miguel en el banquillo de España, un banquillo en el que Pepu Hernández elevó el nivel hasta el título mundial en Saitama (Japón) tras vencer a Lituania en la final.
Antes, Lolo Sainz, había sido el timón del equipo durante los años noventa, sin títulos en su haber, pero con el mérito de haber renovado al equipo con jugadores como Rafa Jofresa, Alberto Herreros o Ferrán Martínez; España olvidó el 'Angolazo' de los Juegos Olímpicos de Barcelona con una plata en el Europeo de 1999 ante Italia.
El aterrizaje de Sergio Scariolo al frente del equipo nacional, tras la breve etapa de Aíto García Reneses de tan solo una año -fue nombrado seleccionador en 2008 y logró la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Pekín- certificó la consolidación de España en la élite del baloncesto internacional con una colección de títulos que coronan el gran trabajo del técnico y todo su equipo más allá de los nombres.
La década prodigiosa
Tras ganar el oro en el Europeo de 2009 y el traspiés en el Mundial de Turquía en el 2010, España revalidaba el título Europeo en 2011 y se convertía junto a la antiguas Unión Soviética y Yugoslavia en el único equipo que lograba revalidar el título en la época moderna.
El italiano dejó el cargo tras la plata de Londres 2012 para dar paso a Juan Antonio Orenga al frente del banquillo español, pero tras el fracaso en el Mundial de 2014 celebrado en España con la eliminación en cuartos de final, circunstancia que provocó que Scariolo volviera a hacerse con las riendas del equipo, un auténtico imán para los metales: oro europeo en 2015, bronce olímpico en Río 2016, bronce europeo en 2017 y oro mundial en 2019.
Los Juegos de Tokio despidieron a Gasol y compañía con el inevitable cambio generacional de hasta siete novedades en la lista para el Europeo de 2021, la mayoría por edad y otros por lesión como Ricky Rubio o Sergio Llul, ausencias que no han impedido que el equipo haya logrado brillar por encima de las individualidades.
Un imán para los metales
Certero en los análisis previos a los encuentros, su pizarra dibujaba una solución cada vez que aparecían los problemas con unas rotaciones en cada encuentro que insuflaba confianza a todos los componentes del equipo, listos para saltar a la cancha con la lección táctica bien aprendida para dar el giro de guion que necesitaba el partido.
Valga el ejemplo de Alberto Díaz, rescatado por el italiano tras la lesión de última hora de Sergio Llull, desquiciando a atacantes del nivel del germano Schröder en las semifinales además de su aportación clave en ataque; una pequeña muestra del abanico táctico de un Scariolo para el que esta victoria tiene "un sabor especial por el trabajo que hay detrás".
Scariolo ha ganado su cuarto oro en un Eurobasket, una cifra que le convierte en el segundo entrenador de la historia con un mayor palmarés en este tipo de competiciones, solo superado por el legendario Aleksandr Gomelski, que se alzó como campeón en seis ocasiones con la Unión Soviética.
El italiano ha conseguido cinco medallas de oro en diez grandes torneos con España, dato que es todavía mayor si se tienen en cuenta las medallas, pues con él como técnico, el combinado nacional se ha subido al podio en ocho ocasiones. Además, a este triunfo se le añade el mérito de haber conseguido ganar con dos generaciones diferentes.