La fórmula de la primera sorpresa del Mundial: Arabia deja a Argentina en fuera de juego
- Arabia Saudí derrota 2-1 a una Argentina que llegaba como favorita y se complica la existencia
- Con unas líneas muy adelantadas, el equipo árabe provoca siete fueras de juego en 45 minutos y tres goles anulados
La derrota de Argentina, una de las principales favoritas del Mundial, en su debut en el Mundial de Qatar ante Arabia Saudí ha roto tantas expectativas como billetes de apuestas. Era casi imposible predecir que el primer partido de la "Scaloneta" (el apodo dado por los futboleros argentinos a la selección de Lionel Scaloni), con un Messi que en el minuto 1:45 ya había tirado a puerta y en el nueve había marcado un penalti, iba a acabar con una derrota [Así hemos contado el Argentina 1-2 Arabia Saudí].
El modelo de predicción de Opta, empresa especializada en datos deportivos, situaba a Argentina como la segunda selección con más probabilidades de ganar el Mundial y calculaba un 80,2% de posibilidades para Argentina de ganar este partido y apenas un 6,9% para Arabia Saudí. Después de esta insospechada derrota, sus probabilidades de pasar a octavos han bajado de un 90,2% a un 55,8%, y las de ser primero de grupo -y esquivar así al primero en el grupo de Francia y Dinamarca- se han derrumbado del 69% al 27%.
¿Qué ha pasado? Eso es lo que tendrá que discernir una decepcionada Argentina, que ahora tiene que afrontar dos decisivos partidos ante México (26 de noviembre, 20:00h) y Polonia (30 de noviembre, 20:00h), obligada a ganar. Pero hay una estadística que arroja algo de luz sobre lo que fue este encuentro: los futbolistas árabes provocaron diez fueras de juego de los argentinos, siete de ellos en la primera parte, una cifra que no se habían visto en ningún partido en todo el Mundial de 2018 y que aquí se concentró en apenas 45 minutos.
Los jugadores de Hervé Renard se aplicaron fieramente en defensa. Aunque encajaron pronto un gol, con un penalti riguroso por un agarrón a Otamendi, no perdieron la cara al encuentro, con un derroche físico apabullante y defendiendo con tozudez su idea: línea defensiva arriba, muy arriba.
Y así, hicieron caer a los argentinos en seis fueras de juego en los primeros 32 minutos de partido, que invalidaron los goles de Messi y Lautaro Martínez, este por partida doble. El delantero del Inter cayó tres veces en fuera de juego, al igual que Ángel Di María.
A cambio, Arabia Saudí no hizo un solo remate en la primera mitad del encuentro, algo que ya le había pasado en otros Mundiales ante rivales de enjundia (Francia en 1998 y Alemania en 2002). Pero, al iniciarse el segundo tiempo, tuvo una recompensa fulgurante. En cinco minutos, entre el 48 y el 53, marcó dos tantos, obra de Al-Shehri de tiro cruzado y del exjugador del Villarreal Al-Dawsari con un fantástico tiro en parábola. Sus remates tenían un 5% y un 3% de probabilidades de acabar en gol, respectivamente.
Dos tiros a puerta, dos goles. Por las ocasiones que generó en todo el partido, sus goles esperados eran 0,14 y acabó ganando. Ningún equipo había conseguido ganar con tan poco generado en seis décadas. La última vez que pasó algo parecido fue en la victoria de Japón ante Camerún en 2010 (1-0 con un 0,2 de goles esperados), según los datos de Opta.
El seleccionador, el francés Hervé Renard, que dirigió a Marruecos en el Mundial de 2018 y terminó último de grupo con un único punto conseguido frente a España (2-2), logró apuntalar su victoria apretando las líneas, pero siempre en una posición alta, y cediendo la posesión a su rival (31% de posesión para Arabia Saudí).
Su balance defensivo fue abundante y exitoso. Un total de 46 recuperaciones, nueve despejes, 17 entradas en las que sus jugadores acabaron con el balón. Concedieron 15 remates, solo seis a portería.
Messi no fue suficiente
Por el contrario, los argentinos generaron remates lo bastante buenos como para marcar 2,23 goles y acabaron con uno, desde el punto de penalti, que marcó Leo Messi.
¿Y qué fue de Messi, de quien todos esperaban una actuación soberana en su quinto Mundial -y posiblemente el último-? Contribuyó con el primer gol, el séptimo que marca en una Copa del Mundo, aunque siempre en la fase de grupos.
Pese a su gol y una actuación notable en el primer tiempo, la estrella de la albiceleste pasó completamente inadvertida en el segundo, cuando su equipo más lo necesitaba. En los arreones de los últimos minutos, con la defensa árabe encerrada, faltó la pausa e inteligencia que podría aportar en el área.
Terminó con cuatro remates (tres de ellos a portería) y creó tres ocasiones, el mejor de su equipo en la faceta ofensiva. Insuficiente. El portero de Arabia, Mohammed Al Owais, terminó siendo el jugador que se impuso en más lances, un total de diez, ante sus rivales..
De esta manera, el combinado argentino perdió la condición de invicto 36 partidos después. El último equipo que la había derrotado fue Brasil, en la Copa América de 2019. Desde la final del primer Mundial, hace 92 años, no habían perdido un partido de la Copa del Mundo en el que fueran ganando al descanso. Ahora Argentina tendrá que recomponerse, superar la presión de la derrota dentro del equipo y en el entorno de todo un país y aprender a remontar, sabiendo que ahora parten en desventaja.