Richarlison, como un '9' de toda la vida, pone gol para una Brasil solvente
- El delantero se estrena en un Mundial con doblete, el segundo un golazo para enmarcar (Resumen y vídeos Brasil 2-0 Serbia)
- La afición se ilusiona con el papel del jugador que ya ganó un oro olímpico en los Juegos de Tokio
Brasil se llevó un triunfo trabajado en este Mundial de Qatar, en el que parte como principal favorita para alzar el trofeo dorado y ha sido la última en estrenarse. Un 2-0 ante Serbia, que aguantó en la primera parte pero se desfondó en la segunda y no pudo impedir los goles del debutante Richarlison para imponer el resultado más lógico.
Richarlison, quien a sus 25 años ya ha ganado una Copa América (2019) y un oro olímpico (Tokio 2020), ha tenido el inicio soñado en un Mundial, con un doblete que no repetía un brasileño en su primer partido como mundialista desde Neymar, en 2014. Atraviesa una gran racha personal, ya que en sus últimos siete partidos con Brasil ha sido autor de nueve goles. Y desde que se vistió por primera vez la camiseta de la Verdeamarela, es el jugador que más goles ha marcado para su selección (19 en 39 partidos, 0,49 tantos por encuentro).
Tite decidió poner en juego a la vez a Neymar, Vinicius, Raphinha y Richarlison; es decir, desencadenar de buenas a primeras lo mejor de su arsenal ofensivo, con el media punta y los extremos generando juego para que lo rematara el delantero del Tottenham. Sin embargo, buena parte del primer tiempo la pasó demasiado alejado del área de Serbia.
El '9' de Brasil jugó como un delantero de los de toda la vida, de tocar poco y apuntar siempre a la jaula. Solo acumuló 25 intervenciones en los 79 minutos que estuvo en el terreno de juego, las mismas que Antony, que entró desde el banquillo por Neymar y disputó solo diez minutos más el descuento. De hecho, en la primera parte, solo tocó el balón 13 veces y nunca dentro del área rival, por lo que se retrasó en cumplir con el rol que tenía asignado.
En buena medida por la resistencia de Serbia, que exigió un elevado esfuerzo a su rival hasta que el físico se lo permitió, como reconoció después su seleccionador, Dragan Stojkovic. Brasil necesitó 22 remates para marcar dos tantos, menos de los 2,34 goles esperados (xG) en virtud de la calidad de sus remates.
Richarlison puso los goles que tanto buscaba su equipo, en apenas diez minutos (minutos 62 y 73) y con máxima eficacia, puesto que convirtió dos de sus tres remates totales.
Y de qué manera. La media chilena en el corazón del área tras un espectacular centro con el exterior de Vinícius supuso el 2-0 y se ha colocado ya como uno de los candidatos a mejor gol del Mundial. Antes, el delantero había rematado a placer un rechace del portero serbio Milinkovic-Savic, también tras jugada personal de Neymar y tiro a puerta de Vini.
"Ha sido un gol muy bonito", dijo Richarlison, elegido mejor jugador del partido, y recordó haber marcado un gol muy parecido con el Fluminense. "Ha sido un gol acrobático, de los mejores de mi carrera y lo he hecho en una Copa del Mundo. Ha sido una noche maravillosa. Ha sido una victoria muy bonita y nos quedan dos victorias para llegar a nuestro objetivo", añadió.
Entretanto, y como cabía esperar, el liderazgo del ataque de la 'canarinha' corrió a cargo de otros. Neymar provocó hasta nueve faltas en este partido, al menos cuatro más que cualquier otro futbolista en lo que va de Mundial. Y le costó caro: un esguince de tobillo tras la falta de Milenkovic, lo que ha encendido las alarmas en todo Brasil, con el precedente de la lesión que sufrió en el Mundial de 2014.
Por su parte, hasta que fue sustituido a falta de 15 minutos, Vinícius intervino en la mitad de los 16 remates de Brasil hasta ese momento, bien con disparos (cuatro) o bien con asistencias (otras cuatro).
Richarlison, del que la afición española no guarda un grato recuerdo, por liderar a la Brasil que ganó la final olímpica a España -fue el máximo goleador en los Juegos de Tokio, con cinco tantos-, da motivos a sus aficionados para ganar optimismo en el reto de volver a vencer en un Mundial 20 años después.