Alemania arranca un punto ante España, que aplaza el pase a octavos del Mundial de Qatar
- El 1-1 da algo de vida a los alemanes y a la Roja le basta el empate ante Japón el jueves
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España y Alemania sellan tablas (1-1) en el Mundial de Qatar, en el segundo partido de la fase de grupos, disputado este domingo en Al Bayt. El punto le da la vida a los germanos, que tendrán opciones frente a Costa Rica, mientras que a la Roja le vale el empate ante Japón para pasar a octavos de final.
El partido entre dos selecciones campeonas del mundo no defraudó las expectativas previas. Dominó la selección española y tuvo más ocasiones, pero tampoco se puede dar por injusto el resultado.
[Así te hemos contado el España 1-1 Alemania del Mundial de Qatar 2022 (Fran Mena)]
El seleccionador cumplió su palabra y no repitió el once, pero solo hubo un cambio: Carvajal por Azpilicueta. Y es que después de la exhibición del debut, hasta a un inconformista como Luis Enrique le cuesta cambiar algo de una máquina que funciona casi a la perfección, incluyendo la presencia de un pivote en el eje de la defensa, Rodri, y una línea de delanteros sin un 'nueve' puro.
Que Alemania no es Costa Rica se vio a las primeras de cambio por la presión que ejercían los de Hansi Flick. Pero tenían algo en común en la debilidad de su defensa a la hora de superar la que ejercían los delanteros de la Roja.
Fruto de esa presión llegó el primer aviso de Dani Olmo, que obligó a lucirse a Neuer y aun así necesitó la ayuda del larguero. Todo partió de un robo de Pedri y una conducción de Gavi. Antes también robaron muy arriba Carvajal y Ferran.
La española también demostró tener portero en un mano a mano de Unai Simón ante Gnabry, en una contra germana que estaba invalidada por fuera de juego. A la 'Mannschaft' le interesaba romper el ritmo de España y por momentos lo conseguía.
Pero los de Luis Enrique mostraban estar en el partido y ser capaces de asustar con dos pases, los que necesito Jordi Alba para recibir en el pico del área y probar suerte con su pierna mala, la derecha.
Lo que no debía hacer España era cometer errores, como hizo Unai Simón al ceder involuntariamente a Gnabry, quien no lo supo aprovechar. Tampoco lo aprovechó Ferran al recibir un pase filtrado de Olmo en otro regalo más claro de Neuer.
El VAR juega para España
Se peleaba cada balón como si fuera un sexto partido y no el segundo, aunque para los alemanes sí era una 'final' a todo o nada. El árbitro holandés Makkelie también contribuía con cierta permisividad, que beneficiaba algo a Alemania.
En esas, una falta lateral sacada por Kimmich desde la derecha y cabeceada a gol por Rudiger fue salvada por el VAR, debido al fuera de juego del central del Madrid. España también tuvo las suyas a balón parado, sobre todo desde la esquina, pero se pitó el descanso sin premio.
Conscientes de la superioridad técnica de los españoles en la posesión, los alemanes trataban de que se jugara más tiempo en campo rival, que era donde se daban la mayor parte de los toques. Así siguió la tónica en la reanudación.
Calentaba Sané, el esperado por Alemania, en la segunda mitad, pero el primer cambio fue de Luis Enrique, dando entrada a Morata en lugar de Ferran. España ya tenía un 'nueve' que también sabe presionar y sacrificarse.
El delantero colchonero se estrenó defendiendo en un córner, que llegó tras otro error con el pie de Unai, aunque el meta español lo arregló con una gran parada a disparo de Kimmich.
Morata, gol a la primera
Pero la segunda ya fue donde quería, en una jugada por la banda izquierda y un gran toque de calidad de Morata a la primera, recibiendo el pase filtrado de Jordi Alba (minuto 62). Alemania las tenía de errores y España, de jugada.
Asensio se lamentó tras fallar una clara a la contra antes de dejar su sitio a Nico Williams, en un doble cambio en el que Koke relevó a Gavi. Había que contener la esperada reacción alemana y tratar de matar el partido a la contra.
Flick vio la necesidad de ir a por todas con un triple cambio en el que entró por fin Sané para reforzar el ataque, aunque el extremo del Bayern solo tenía 20 minutos reglamentarios por delante.
Con él entraron Fuellkrug y Klostermann y el primero quiso anticiparse a Rodri para aprovechar un envío de Musiala, el mejor de los alemanes hasta ese momento. Pero más clara fue la que tuvo Sané, salvando el fuera de juego para luego estrellarla en el hombro de Unai.
El último cambio que agotó Luis Enrique fue el de Balde por un dolorido Jordi Alba. Fue justo a tiempo para que el joven lateral barcelonista viera en primer plano el gol de Fuellkrug, que aprovechó un balón franco tras combinar los buenos: Sané y Musiala (minuto 82).
España no se descompuso, tampoco debía, y siguió buscando el gol fiel a su estilo. Ya no había, eso sí, margen para el error: no más regalos. En el tiempo añadido Sané pusó el miedo en el cuerpo, pero Rodri la salvó antes de que rematara Fuellkrug. No hubo tiempo para más.