Lo de Polonia casi le cuesta un disgusto a Argentina y también a Polonia
- La selección europea firma un pase surrealista a octavos, parando un penalti a Messi y especulando con la derrota (0-2)
- A México le faltó un gol, pese a ganar a Arabia Saudí (2-1); Francia-Polonia y Argentina-Australia, duelos en octavos
Durante la noche de este miércoles, un tema de conversación se volvió tendencia en Twitter: "Lo de Polonia". Circuló entre la afición futbolera que aguardaba la resolución del grupo C del Mundial de Qatar; sobre todo entre la de México, que no daba crédito a lo que estaba sucediendo en el estadio 974 de Doha.
Lo de Polonia era lo de Wojciech Szczęsny, el portero de la Juventus y de la selección centroeuropea, que venía de detener un penalti a Arabia Saudí, había mantenido con tenacidad su puerta a cero y, para colmo, paró otro penalti al mismísimo Leo Messi con una estirada increíble. Todo ello en un grupo en el que los cuatro equipos tenían opciones de clasificarse y Polonia, pese a perder 2-0, certificó la clasificación como segundo a costa de México después de que los polacos terminaran su partido.
Suponía también el segundo penalti fallado por Messi de los tres que ha lanzado en la Copa del Mundo tras cinco ediciones participando (sin contar las tandas de penaltis), una mancha en el currículo para uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, que además superaba esta noche a Diego Armando Maradona como el jugador argentino con más partidos disputados en un Mundial (22, 15 de ellos como capitán).
Para conseguir su victoria, los argentinos tuvieron que acribillar a disparos la portería de Szczęsny, con hasta 23 remates, de los que fueron 12 a puerta y 13 los ejecutaron entre Messi y Julián Álvarez. En la primera media hora ya habían tirado más veces que en todo el partido anterior contra México. Por la cantidad y claridad de sus ocasiones, Messi y sus compañeros tenían que haber marcado 3,51 goles esperados (xG), y les costó llegar a dos. El partido fue un monólogo.
Lo de Polonia consistió en jugar un partido rácano, con todo el cuajo del mundo, tratando de sostenerse en su guardameta y en su '9', un Robert Lewandowski demasiado solo y desasistido. Al principio se trataba de no encajar gol, después de no recibir demasiados, a continuación la clave era que México no marcara más, y por último, que el árbitro no amonestara a nadie más -Krychowiak vio tarjeta en el minuto 79 y entraban sudores fríos en el banquillo-.
Lo de México, lo que le faltó al combinado del 'Tata' Martino, fue un gol. Marcó dos a Arabia Saudí y rozaron el tercero en varias ocasiones, pero a igualdad de puntos y goles marcados, la que pasaba a octavos de final era Polonia al haber visto dos cartulinas amarillas menos -7 a 5- que la 'Tri'. Clasificarse o no por el 'fair play', esa era la cuestión: una tragedia shakespeariana. Resolvió el nudo argumental un gol en el descuento de Al Dawsari, que ponía el 2-1 y mandaba a casa a los norteamericanos.
En consecuencia, México se ve fuera del Mundial en la fase de grupos por primera vez desde 1978, un objetivo que siempre había superado en sus últimas ocho participaciones en la Copa del Mundo. Y Polonia consigue el pase a octavos de final, un hito que no lograba desde el Mundial de 1986 y que no consiguió en sus últimas participaciones en 2002, 2006 y 2018.
Aunque, como peaje, tendrá que vérselas con la vigente campeona del mundo, Francia, que pese a su tropiezo ante Túnez, llega como un avión a una ronda en la que ya no se permite jugar congelado ni mirar de reojo a otro campo. "Es un gran reto, pero vamos a divertirnos", ha dicho Lewandowski. Argentina, por su parte, se cruzará con Australia el próximo sábado.
Ni Messi ni Lewandowski... el pase se lo trabajan Mac Allister y Álvarez
Las cámaras del estadio 974 de Doha apuntaban a dos de los mayores astros de la galaxia fútbol, Lionel Messi y Robert Lewandowski. Les contemplaban miles de ojos y 93 y 77 goles con sus respectivas selecciones. Pero pese a los esfuerzos de ambos, en especial del '10' argentino, fueron jugadores satélite los que decidieron el pase de Argentina, urgida para reinstaurar su condición de favorita después de la sorpresa de la primera derrota ante Arabia Saudí.
Fue así Alexis Mac Allister, 23 años, futbolista del Brighton, con apenas diez partidos de recorrido como internacional, quien consiguió el ansiado primer gol, nada más empezar la segunda parte, tras una asistencia del lateral del Atlético Nahuel Molina. Y en el minuto 67, Álvarez, delantero del Manchester City, marcó el de la tranquilidad tras una larga combinación con 28 pases previos. Un tanto que permitió a la albiceleste dejar el partido zanjado -y motivó también a Polonia a hacer lo mismo- a la espera de que pasara el tiempo.
Argentina mareó el balón como nunca antes, primero para buscar el gol por derecha, por centro y por izquierda, con Messi, Marcos Acuña y Ángel di María moviéndose por todo el frente de ataque. La albiceleste completó 867 pases, con una eficacia del 92% en este partido, el máximo en un partido de Mundial en ambas estadísticas. Casi el 17% de todos ellos pasaron por los pies de Rodrigo de Paul (145), tan criticado por muchos aficionados como inamovible para el seleccionador, Lionel Scaloni.