España, Japón y una noche feliz en casa de Mario y Tomoko

• Una familia hispanojaponesa residente en Doha vive con emoción la clasificación de ambas selecciones
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Una familia unida por un partido, el España-Japón.

Mario y Tomoko viven en Doha. Español y japonesa, el amor les unió en Catar, donde las selecciones de sus países natales se enfrentaron este jueves en el Mundial, en la cita más esperada por la pareja. Familiares de ambos se unieron para vivir una experiencia irrepetible que dejó a todos contentos: España y Japón pasaron a octavos y todos lo celebraron como esta ocasión única merecía.

"Esta noche podremos cenar", bromeaba tras el partido Carlos, tío de Mario. "Hemos vivido un gran ambiente, ha habido hermanamiento entre ambas aficiones, porque la afición japonesa es muy respetuosa, muy educada", explicaba en directo para el programa de Playz, 'Comenta, que sales'.

"No parecía que Japón fuera a crecerse tanto, al final la defensa española ha estado un poco dormida y les ha dado alas para que les atacaran", analizaba el aficionado español.

Conexión hispanojaponesa

La historia comenzó hace meses, cuando Tomoko decidió sacar entradas del partido para su hermano, Hiroyuki, y su pareja, Tamiko. La expedición japonesa aterrizó el pasado domingo y arrancaron su experiencia mundialista en el Japón-Costa Rica, el único partido perdido por los nipones en su gran primera fase.

La noche fue feliz en la casa de esta familia hispanojaponesa. noticias

La parte española de esta aventura hizo acto de aparición el miércoles. Procedentes de Madrid, Javier, hermano de Mario, y Carlos, su tío, llegaron pertrechados de sus banderas de España listos para animar a su selección. Aunque no pudieron ver una victoria de la Roja, se llevaron de recuerdo el pase a octavos final y la indescriptible alegría de su familia japonesa.

"Mi sobrino lleva en Catar desde 2009, y aquí conoció a su mujer, Tomoko", explica Carlos a RTVE.es, que recuerda con emoción otro viaje para el recuerdo: "Se casaron en 2012 en Tokio, y allí estuvimos. Fue una boda por el rito sintoísta, muy curiosa". Momentos inolvidables para una de las tantas historias que nos deja el Mundial.