Croacia y Livakovic lo vuelven a hacer: prórroga, penaltis y Brasil fuera del Mundial

• Tras detener tres penaltis en octavos, el portero croata para otro y sella el pase a semifinales por segundo Mundial consecutivo
• Crónica, resumen y goles del Brasil-Croacia: Livakovic pone el muro y elimina a Brasil por penaltis: 1-1 (4-2)

Croacia-Brasil: las mejores paradas del croata Livakovic

En un partido malo de Neymar, la estrella de Brasil, una brillante jugada personal del delantero del PSG parecía valer el pase a semifinales, el final feliz de ese gafe que tenían los brasileños con los equipos europeos en el Mundial. Pero ahí estaba la irreductible Croacia, que forzó los penaltis cuando ya no se la esperaba e hizo valer su propia leyenda: en los penaltis, ellos ganan. Y su portero, Dominik Livakovic, volvió a ser el héroe.

No es solo que Livakovic haya parado cuatro penaltis en las dos últimas rondas, tres a Japón y uno a Brasil, lo que le convierte en el tercer portero que más penas máximas ha detenido en un solo Mundial, junto a su paisano Danijel Subasic (2018) y el argentino Sergio Goycoechea (1990). También es que sus diez paradas a lo largo del partido volvieron a ser determinantes.

Durante un duelo en el que los croatas discutieron el balón y la posesión acabó en el 50%, el conjunto dirigido por Zlatko Dalic recibió 21 remates, 11 de ellos a puerta, que podrían haber valido 2,6 goles esperados (xG, por la probabilidad de que hubieran terminado en gol dada la calidad y claridad de los disparos) pero solo encajó uno cuando ya terminaba la primera parte de la prórroga, en el minuto 106.

Todos los remates recibidos en la portería de Livakovic en el Croacia-Brasil. OPTA / STATS PERFORM

El cancerbero croata es el segundo que más paradas ha realizado en este Mundial, solo por detrás de Szczesny, que fue bombardeado hasta la eliminación de Polonia en octavos de final. El portero del equipo arlequinado acumula seis goles esperados en contra, pero solo ha encajado tres en cinco encuentros, nunca más de uno en un único partido.

Livakovic, elegido mejor jugador del partido, destacó la "experiencia" de Croacia para no venirse abajo cuando las cosas se ponen mal. "Estamos muy felices, vamos a ver hasta dónde podemos llegar". "Somos unos luchadores", apuntó tras el encuentro.

Un balón que a punto estuvo de introducir Gvardiol en propia meta, más otras paradas uno contra uno a Vinicius (invalidada por fuera de juego), Neymar y Paquetá, tras un rebote, figuran en el álbum de este partido y, desde ya, de la historia del Mundial.

Tras una elaborada jugada, Neymar regatea a Livakovic y marca el 1-0 en la prórroga. AP

Livakovic tira de reflejos para atajar un despeje de Gvardiol. REUTERS

Otra parada del portero croata, ante el delantero brasileño Vinicius. EFE

Neymar estrella un balón en las piernas de Livakovic durante el partido. AFP

Una de las paradas del portero del Dinamo, ante Paquetá. AFP

Será en un capítulo que refleja un nuevo fiasco de Brasil, la gran favorita, ante una selección europea. El conjunto dirigido por Tite ganó a Serbia y a Suiza en la fase de grupos, pero terminó eliminada en cuartos, como ante Bélgica en 2018. Igualmente, le pasó en las semifinales en 2014 ante Alemania, con el humillante 7-1 encajado como anfitriones; los cuartos ante Países Bajos en 2010, y la derrota en la misma fase ante Francia en 2006. Desde la final de 2002, cuando ganaron su quinto Mundial (2-0 a Alemania), Brasil no ha sido capaz de ganar una eliminatoria ante rivales de este continente.

Bruno Petkovic, con un tanto en el minuto 116, había neutralizado el que había conseguido previamente Neymar en la primera parte de la prórroga y que parecía llevar a Brasil a semifinales. Y Croacia volvió a sobrevivir en los penaltis, en los que anotó todos los que tiró y fallaron Rodrygo, el primer lanzador de Brasil, al que le atajó Livakovic el tiro, y Marquinhos, quien, aunque engañó al guardameta, estrelló el balón en el palo.

Siete de las últimas ocho eliminatorias de Croacia, a la prórroga

Brasil tendrá que esperar otros cuatro años para bordar la sexta estrella de campeona del mundo en su camiseta. Y serán como mínimo 24 años desde la última. Pero así es esta Croacia inverosímil desde que participa en los Mundiales como país independiente: o no pasa de la fase de grupos o, si lo hace, llega como poco a las semifinales. Vive en el cara o cruz permanente, y en las últimas ocasiones casi siempre le ha salido cara.

Siete de las últimas ocho eliminatorias de Croacia, entre Mundiales y Eurocopa, han ido a la prórroga, salvo la final del Mundial 2018, que perdió ante Francia. Y en esta ocasión ha apurado más que nunca: nunca había marcado Croacia un gol tan tardío (minuto 116), y nunca desde 1966 ninguna selección había marcado un gol con su primer remate a puerta en todo el partido, llegando ese tiro en la prórroga.

Resistencia para seguir adelante pese a no ser los favoritos. Es la selección de Luka Modric, incombustible a sus 37 años, que manejó a su equipo casi a placer (el jugador que más pases dio y por el que pasaban siempre las jugadas); pero también de defensas como Josko Gvardiol y, desde ahora, de su portero Dominik Livakovic, 27 años, 38 partidos con la selección absoluta de Croacia, jugador los últimos siete años en el Dinamo de Zagreb, cuyo valor de mercado ronda los 8,5 millones de eurosSu estelar actuación en Qatar le convertirá sin duda en una pieza codiciada en el mercado de fichajes.