Muere Encarna Hernández, pionera del baloncesto femenino, a los 105 años
Encarna Hernández fue la primera entrenadora de España en época franquista, dirigiendo al Peña García, de Hospitalet de Llobregat
Encarna Hernández, pionera del baloncesto femenino español ha fallecido este lunes en Barcelona a los 105 años. "La niña del gancho", como se le conocía popularmente, fue la primera jugadora y entrenadora de España en época franquista cuando dirigió al Peña García, de Hospitalet de Llobregat.
La historia la bautizaría así por su corta estatura, 1'54 m y el recurso que tuvo que inventarse para poder lanzar a canasta. De esta manera, perfeccionó el 'gancho' para usarlo como su mejor arma dentro de las canchas.
Por su defensa del deporte femenino, Encarna Hernández recibió en 2020 la Medalla de Oro al Mérito Deportivo por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD), la de la ciudad de Barcelona y el Premio a la Trayectoria Deportiva del Gobierno de Murcia y ha sido protagonista de diversos homenajes.
"Si de salud quieres gozar, deporte has de practicar"
Encarna compartió su sabiduría con todas las personas que querían hacerse un hueco en este deporte, con un desparpajo inigualable dentro y fuera de las pistas.
Llegó a Barcelona procedente de su Lorca natal con diez años. Con trece empezó a jugar en el Atlas -que cofundó-, después pasó al Laietà -con el que en 1936 ganó el primer campeonato femenino de Cataluña-, el Cottet, jugó para la sección femenina de la Falange y se retiró en 1953 como baloncestista del Barça, equipo en el que jugó los últimos diez años de su carrera.
Encarna Hernández se sacó el carné de conducir -fue una de las primeras mujeres en tenerlo en la Barcelona de 1946- gracias a sus años en la sección femenina de la Falange. "Tenías que hacer seis meses de trabajo allí", recuerda. Aquel tiempo también le valió para conseguir el título de instructora de educación física.
Jugadora, entrenadora, árbitro y defensora del deporte femenino
Jugó en ocho equipos y se retiró en el Barcelona donde militó desde 1944 a 1952 y se retiró con 36 años, cuando tuvo a su hijo. Fue jugadora, entrenadora, árbitro y defensora del deporte femenino en una época, la del franquismo, en la que no existía ni la Liga Nacional ni la Copa de Europa.
"El Barça ni se acuerda de que estuve allí ni saben que tuvieron baloncesto femenino. Un día fui al museo y no hay ni una Copa. Y en el Museo Olímpic hay muy poca cosa. ¡El museo lo tengo yo en mi casa!", rememoró en unas declaraciones realizadas cuando fue presentado el documental.