El Barça conquista su cuarta Supercopa de España de fútbol sala
- El cuadro blaugrana dio la vuelta al gol inicial de Fits para hacerse con el título
- Vuelve a ver la final de la Supercopa de España de fútbol sala
FICHA TÉCNICA
Movistar Inter: Jesús Herrero, Raya, Lucas Tripodi, Sepe, Raúl Gómez (cinco inicial); Jesús García (p.s.), Deko (p.s.), Borja, Fits, Carlao, Rubi Lemos, Martel, Pol Pacheco, Drahovsky, Kaito y Cecilio.
FC Barcelona: Dídac, A. Coelho, Marcenio, Lozano, Pito (cinco inicial); Miquel Feixas (p.s.), Àlex Lluch (p.s.), Catela, Sergio González, Dyego, Puigvert, Ortiz, Adolfo, Antonio.
Goles: 1-0, Fits, 5’; 1-1, Sergio González, 23’; 1-2, Antonio, 29’; 1-3, Adolfo (36’); 2-3, Cecilio (36’); 2-4, Dyego (34’); 2-5, Marcenio (39’); 3-5, Borja (40')
Pabellón: Palacio de los Deportes de Alzira.
El Fútbol Club Barcelona de fútbol sala se coronó este domingo en el Palacio de los Deportes de Alzira como el nuevo campeón de la Supercopa de España. El conjunto catalán remontó en el segundo tiempo el tanto inicial del Inter Movistar y conquistó el cuarto entorchado de su historia, el segundo consecutivo (3-5). El elenco de Jesús Velasco se sobrepuso a un inicio complicado para darle la vuelta a la final y revalidar el título.
El encuentro comenzó de la peor forma posible para una final, con una lesión. José Raya realizó un mal gesto pugnando por un balón y tuvo que abandonar la pista a las primeras de cambio. Movistar Inter supo reponerse al golpe anímico y comenzó mejor. Dos paradas de Dídac fueron el preludio de lo que estaba por venir. A los cinco minutos, Lemos robó cerca del área culé y asistió a Fits, que con un disparo inapelable puso la pelota en la escuadra y adelantó a los madrileños.
El gol espoleó a los madrileños, que acorralaron al Barça en busca del segundo. No obstante, el cuadro blaugrana tiene tanta pólvora que crea peligro de la nada. Sergio González estrelló un balón en el palo para avisar a los madrileños. Pero Fits seguía a lo suyo, demostrando que no necesita periodo de adaptación pese a llevar dos partidos en la nave interista. El brasileño dio un auténtico recital de recursos en los primeros minutos: juego de espaldas, visión de juego, capacidad de remate….
En frente, Pito se rebelaba contra el mundo. El ‘10’ monopolizaba los ataques culés sin tanto éxito como en la semifinal ante El Pozo Murcia. Adolfo se unió a su revolución con un zurdazo que repelió Jesús Herrero con la yema de los dedos y, acto seguido, Eric Martel respondió con un disparo lejano que obligaba a volar a Dídac. Dyego cogió el testigo de Pito y el Barça aumentó su presencia en terreno interista. Antes del descanso, Jesús Herrero volvió a apelar a los milagros para evitar el empate.
Tras el descanso, el Barça dobló esfuerzos y estuvo a punto de igualar nada más salir de vestuarios. André Coelho envió un misil teledirigido que hizo temblar el larguero defendido por Jesús Herrero. El empate se veía venir y no se hizo esperar. El meta madrileño se equivocó en una entrega y regaló el cuero a Sergio González. El catalán no se puso nervioso y batió a Herrero en el mano a mano.
El Barça crecía con los minutos y la final bailaba en la balanza hacia el lado culé. En el minuto 9, Antonio cazó un rechace en el área fruto de la indecisión de Martel y Herrero y conectó una volea para poner el 1-2. Sin tiempo para respirar, Carlao probó a Dídac con un fuerte disparo que repelió el meta culé y Borja rozó el tanto con un tiro que se fue fuera por poco. La final se animaba y la diferencia en el luminoso era demasiado corta como para hacer cábalas.
Pero cuando todo estaba en el aire, apareció el 'MVP', Adolfo, que hizo de su intuición un factor determinante. Jesús Herrero volvió a repeler un cohete de Coelho y el ‘8’ cazó un rechace para hacer el 1-3. Con dos goles de desventaja, el técnico interista se vio obligado a sacar portero-jugador y la estrategia funcionó ipso facto. Cecilio batió a Dídac por debajo de las piernas y devolvió la emoción a una final que, en realidad, nunca la había perdido. Instantes después, Dídac tuvo que emplearse a fondo para evitar el gol de Fits.
En pleno arreón interista, Dyego se sacó una acción individual de la manga y puso el 2-4 desde fuera del área. Marcenio se unió a la fiesta un minuto después remachando en el segundo palo una volea de Pito. A falta de cinco segundos, Borja anotó el tercer tanto del Inter para maquillar el resultado. El sonido de la bocina confirmó el triunfo del Barça en una final apasionante que hizo honor a los dos grandes equipos del fútbol sala español.