Pogacar se exhibe en la Clásica de Jaén y estrena temporada con un triunfo incontestable
- El ciclista esloveno se impone con autoridad y se lleva la segunda edición de la prueba española
- Alejandro Valverde dio la salida a la prueba andaluza caracterizada por sus tramos de 'sterrato' entre olivos
Los ocho sectores de 'sterrato':
Sector 1: Bayyasa - 10,9 km
Sector 2: Marimingo - 5,4 km
Sector 3: Valdeolivas - 5,4 km (al 5,5% de desnivel medio)
Sector 4: Ubbadat - 11 km
Sector 5: Antonio Machado - 3,5 km
Sector 6: Cruz de Jaboneros - 4,2 km
Sector 7 y 8: Virgen de la Salud - 6,5 km
Tadej Pogacar está de vuelta. Y de qué manera. El esloveno ha conquistado la Clásica Jaén Paraíso Interior con una tremenda exhibición en la que ha vuelto a dejar claro que es un ciclista prácticamente inabordable.
En su primera carrera de la temporada, el corredor del UAE no decepcionó a los que se asomaron a esta joven prueba española para verle. Pogacar corrió como siempre, a su manera. Ambicioso y ofensivo, desmontó la carrera a más de 40 kilómetros para la llegada. Y nadie pudo seguirle.
La carrera contaba con 179 kilómetros de exigente recorrido entre dos localidades Patrimonio de la Humanidad, Úbeda y Baeza, que se alternan en el origen y destino respecto al año pasado. El picante lo ponían los 2.300 metros de desnivel positivo acumulado y los ocho sectores de caminos agrícolas con un total de 53,4 km por tierra (casi un 30% de la prueba).
Inalcanzable Pogacar
Restaban 44 kilómetros para el final, cuando Pogacar aprovechó un tramo de sterrato para poner la carrera patas arriba. Sergio Samitier, último superviviente de una escapada previa, caminaba en solitario por delante, con una ventaja de 1:10, y el esloveno se puso a tirar del grupo, a pesar de contar con compañeros de equipo.
Dos kilómetros después, el doble ganador del Tour de Francia lanzó un ataque que nadie pudo contestar. En plena pista de tierra, rodeado de olivos, Pogacar apretó a fondo y en apenas un kilómetro dio caza a Samitier, al que tenía ya a 40 segundos. Y ya sobre el asfalto, y tras tomarse un respiro, Pogacar descolgó al corredor de Movistar para marcharse en solitario.
El esloveno abrió pronto una brecha insalvable para sus ocho perseguidores, que fue de los 50 segundos en los primeros kilómetros hasta los dos minutos de los últimos 20 kilómetros, tan solo reducida por un pinchazo en el último tramo de sterrato de la carrera.
La ventaja permitió a Pogacar afrontar el contratiempo con tranquilidad y llegar al empedrado de Baeza con los brazos en alto y jaleado por los aficionados al cruzar la meta en cabeza. Por detrás, Ben Turner (Ineos) llegó en segunda posición por delante de Tim Wellens (UAE).