La contracrónica del clásico de Copa: Al Madrid se le indigesta el favoritismo ante un irreconocible Barça
- El equipo merengue dominó la posesión, pero no supo perforar la fortuita y efectiva muralla culé
- Crónica: El FC Barcelona asalta el Bernabéu y se lleva el primer envite copero, por Alberto Rivas
No es nuevo en el fútbol ver a un equipo huir del favoritismo, esa palabra que tanto usa el periodismo para generar atención antes un evento mayúsculo. Hasta el propio Rafa Nadal lo advertía sonriente en el palco del Bernabéu instantes antes del clásico, “tenéis que llenar páginas, es entendible”.
[Vuelve a ver el partido de ida de semifinales de la Copa del Rey Real Madrid - FC Barcelona
Xavi Hernández, uno de los hombres más felices ahora mismo, hizo una gran apología a ese escapismo en la rueda de prensa previa al duelo de ida de las semifinales. Su equipo llegaba con bajas de mucho peso como las de Pedri, Dembelé o Lewandowski y el traje de piel de cordero venía que ni pintado.
Había que tener en cuenta que el equipo blaugrana ha hecho gala en esta temporada de su seguridad defensiva, a partir de las recuperaciones de Araujo y Koundé: en 19 partidos deja la puerta a cero. Con una línea de cuatro que pocos hubieran previsto en pretemporada, compuesta por Araujo, Koundé, Marcos Alonso y Balde, ha repelido las embestidas del Real Madrid en su propia casa.
No es baladí sujetar esas intentonas del equipo blanco y menos en un partido en el que los locales han jugado prácticamente volcado sobre el campo rival durante los 90 minutos. Tal vez, eso sí, con demasiadas revoluciones.
El gol visitante es un punto de inflexión
Tras un inicio ordenado en el que Modric y Benzema avisaron con dos ocasiones claras de gol —la del francés incluso acabó en gol invalidado por fuera de juego—, dos circunstancias casi consecutivas hicieron a los blancos precipitarse durante la siguiente hora de partido. La tarjeta amarilla a Vinicius y el gol en propia de Militao desesperaron a los locales. Era como si al Bernabéu y a estos jugadores ya no les apeteciera otro menú que el de las remontadas épicas de Champions. Pero todavía hay un partido de vuelta en el Camp Nou.
No es algo común, pero de ahí hasta el final del choque el Barça se perpetró en su área y apenas visitó el área madridista —excepto en la ocasión que Ansu Fati arruinó a Kessie el segundo gol—, sumando en total un 36% de posesión. Durante toda la segunda mitad el Real Madrid movió el balón de una banda a otra, en busca del hueco en la defensa culé, cual equipo de balonmano.
Nada cerrado de cara al partido de vuelta
Tras lo visto en la ida, no quedan ya valientes que se aventuren a predecir lo que puede verse en el Camp Nou dentro de un mes, el 5 de abril.
El 0-1 del Bernabéu no sentencia nada, aunque pone en ventaja a los blaugranas. Las dinámicas de ambos equipos serán, eso sí que es seguro, diferentes debido al calendario y a las lesiones.
Sabemos con certeza que lo veremos en La 1 otra vez y que se volverá a hablar y a huir del cartel de favorito. Ya lo ha hecho Xavi antes incluso de abandonar el coliseo blanco: "Sigue siendo favorito porque es un equipo que viene de ganar títulos".
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