El Bayern frustra el eterno sueño europeo del PSG
- El conjunto alemán imprimió una marcha más en la segunda parte para sentenciar la eliminatoria
- El PSG se queda fuera de la Champions en octavos por quinta vez en los últimos siete años
La historia del PSG con la PSGChampions League. Un sueño eterno que parece no tener fin. Un anhelo que nace cada mes de septiembre, pero que siempre acaba apagándose unos meses después. Febrero suele ser ese mes, y es que el conjunto parisino ha caído en octavos de final en cinco de las últimas siete ediciones.
Su verdugo en esta ocasión volvió a ser el Bayern. Ese Bayern que frustró su mayor oportunidad en la final de 2020 y que volvió a hacer trizas su sueño imponiendo su fiabilidad alemana. Dos zarpazos en la segunda mitad dieron a los bávaros el billete a los cuartos de final (2-0).
Una primera parte orquestada por Messi y Musiala
El plan del PSG, pese a tener que remontar el gol de la ida, parecía estar en el repliegue y la salida con velocidad. Para ello, en la punta de ataque aguardaban dos genios, dos monstruos capaces de dinamitar cualquier partido y en cualquier contexto: Leo Messi y Leo MessiKylian Mbappé. La sociedad entre los dos astros sembraba el terror en un Bayern que trataba de madurar sin éxito el juego en los primeros compases del encuentro.
Con el paso de los minutos, el PSG comenzó a imponerse en el centro del campo. El triángulo formado por Verratti, Vitinha y Fabián comenzó a aparecer y Messi, instalado entre las líneas rivales, se encontraba más cómodo a cada minuto que pasaba.
El propio Leo pudo empatar la eliminatoria en una de las incorporaciones de Nuno Mendes, pero entre Davies y Sommer consiguieron evitar el tanto. El susto despertó a los alemanes, que comenzaron a merodeaer con mayor asiduidad la meta de Donnarumma.
Si la batuta del PSG la lleva Messi, la del Bayern, con permiso de Kimmich, también tiene nombre y apellidos: Jamal Musiala. Si nada se tuerce, la joya del fútbol alemán será uno de los dominadores del continente en la próxima década. De sus botas nació la mejor oportunidad de los bávaros en la primera parte, con un disparo que repelió Donnarumma. El crecimiento local coincidió con la pérdida de uno de los bastiones franceses, Marquinhos, que se tuvo que marchar lesionado a los treinta y cinco minutos.
Una vez sacudido el dominio galo, el Bayern parecía tener todo bajo control. Esa tranquilidad quedó en pausa durante unos instantes. Sommer, que disputaba su primer partido en la Champions en el Allianz Arena, estuvo a punto de provocarle un infarto a alguno de sus aficionados con un error de esos que pueden marcar una eliminatoria. El meta suizo trató de sacar la pelota jugada y Vitinha, muy listo, le robó el cuero, pero su disparo con la portería vacía lo despejó 'in extremis' De Ligt con una acción defensiva decisiva.
Por entonces el partido era un intercambio de golpes entre dos de los mejores púgiles del continente. Musiala y Messi flotaban entre las líneas enemigas y en cualquier jugada se atisbaba peligro real de gol. Y eso que a la eliminatoria aún le restaban 45 minutos.
El Bayern mete una marcha más y aniquila la eliminatoria
El vértigo de la primera parte se trasladó rápidamente a la segunda. Musiala crecía con el paso de los minutos, y de sus botas salieron los dos arrebatos del Bayern que pudieron dinamitar la eliminatoria. Choupo-Moting no pudo aprovechar el primero de sus finos pases, pero sí el segundo, con un cabezazo que encontró las redes del PSG. El gol no subió al marcador por fuera de juego posicional de Müller, pero el partido ya se jugaba solo en terreno francés.
El delantero camerunés, empeñado en cumplir la ley del ex, no perdonó en la siguiente que tuvo. Como si de una copia se tratase, el Bayern repitió la jugada de la primera mitad que estuvo a punto de costarle un tanto en su portería. En un intento de sacar la pelota jugada, Verratti perdió el cuero ante Müller. El alemán, inteligente como pocos, robó y habilitó a Goretzka, que regaló el tanto más fácil de su vida a Choupo-Moting. La que Vitinha perdonó, Choupo la metió. Y la Champions es la peor competición para perdonar.
El tanto bávaro despertó los fantasmas franceses. Ramos, que fantasmas en Europa tiene pocos, quiso rememorar viejos tiempos en Múnich con dos cabezazos marca de la casa que, a la postre, fueron las mejores oportunidades del PSG en el segundo acto. El cuadro parisino trataba de rebelarse contra su propia historia mientras el Bayern, que de historia va sobrado, intentaba matar la eliminatoria al contragolpe. Lo consiguió en el 89', con un contraataque de libro que Gnabry mandó a guardar con una precisa definición.
En el otro área, Mbappé, desafortunado y frustrado, se topó una y otra vez con Upamecano. El francés, en una de sus mejores actuaciones con los bávaros, amargó la noche europea a su compatriota. Una noche negra que año tras año se repite para el PSG y que le deja, una vez más, sin ese sueño que no llega a cumplirse.
Ficha técnica:
Bayern de Munich: Sommer; Stanisic, Upamecano, De Ligt, Alphonso Davies; Goretzka, Kimmich; Coman (Gnabry, min.86), Müller (Cancelo, min.86), Musiala (Mané, min.82) y Choupo-Moting (Sané, min.68).
PSG: Donnaroumma; Danilo, Sergio Ramos, Marquinhos (Mukiele, min.36; Bitshiabu, descanso); Achraf, Vitinha (Ekitike, min.81), Verratti, Fabián Ruiz (Warren Zaire, min.76), Nuno Mendes (Bernat, min.82); Mbappé, Messi.
Goles: 1 - 0, min.61, Choupo-Moting. 2 - 0, min.90, Gnabry.
Árbitro: Daniele Orsato (ITA). Amonestó a Achraf (min.95) en el PSG.
Estadio: Allianz Arena.