Equiparación salarial: algunas selecciones de fútbol y el tenis, ejemplos de progreso

• Australia fue la pionera en el deporte rey; Billie Jean King, en el tenis, logrando la igualdad en salarios y premios
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La equidad salarial: las selecciones de fútbol y el tenis, ejemplos de progreso

La brecha salarial continúa vigente en el deporte. La desigualdad entre hombres y mujeres deportistas todavía está alejada de un objetivo claro y en algunos deportes la diferencia es demasiado grande. Sin embargo, en algunas disciplinas estos salarios se igualan prácticamente y debe servir como ejemplo para encontrar una equidad económica en el futuro.

Algunas selecciones de fútbol como Australia, España o Estados Unidos han decidido igualar los sueldos del combinado masculino y femenino y puede significar el inicio de un proceso que se dirige por el buen camino. Sin embargo, el deporte rey en este faceta sigue siendo sin ningún tipo de duda el tenis. Desde el año 2007, todos los torneos de Grand Slam remuneran a los ganadores con el mismo premio con hasta 2.1 millones de dólares en eventos como el Open de Australia.

La selección española, australiana y estadounidense de fútbol disminuyen la brecha

Primero fue Australia, después Estados Unidos y finalmente España. Las selecciones femeninas de fútbol continúan luchando por la igualdad salarial y ens los últimos años hay países que han logrado una equivalencia económica. En el año 2019, la selección australiana anunciaba que pagaría lo mismo a los hombres y mujeres 'aussies'.

«La FFA y el PFA han alcanzado un nuevo Acuerdo de Negociación Colectiva que cierra la brecha salarial entre los equipos nacionales de Australia, los 'Socceroos' y las 'Matildas', indicó la federación en su página web. Tres años más tarde, Estados Unidos, una de las selecciones más importantes del mundo, seguía el mismo camino e igualaba el salario femenino y masculino en la selección.

La USSF lo anunciaba el miércoles 18 de mayo de 2022 el acuerdo de negociación colectiva hasta diciembre de 2028 con los gremios de ambos equipos nacionales para recibir y percibir el mismo salario. Con sus estrellas Alex Morgan y Megan Rapinoe a la cabeza, la lucha por la igualdad salarial fue más sencilla tras lograr el Mundial femenino de 2019 y situar al país norteamericano en lo más alto del fútbol femenino.

Por último, España quiso continuar la estela y la pelea por la igualdad y el acuerdo llegó ese mismo año. La Federación anunciaba en la mañana del 14 de junio que igualaba las condiciones económicas en primas y adelantos de la selección masculina y femenina con la intención de lograr una igualdad equitativa.

"Hoy es un día histórico. En nombre de todas las jugadoras, quiero agradecer el trabajo de la RFEF y de Rubiales por su esfuerzo y compromiso con nosotras". Con estas palabras, Irene Paredes, capitana del combinado español por aquel entonces, felicitaba a la Federación por el acuerdo alcanzado y también por el desarrollo y la progresión en la equivalencia salarial.

El tenis, el deporte rey de la igualdad salarial

Si ha un deporte sobre el que sentirse orgulloso y mirarse, ese es el de la raqueta. El tenis lleva muchos años con premios equitativos desde que en 2001 iniciaba la igualdad el Open de Australia. La mujer pionera fue Billie Jean King y estuvo durante muchos años luchando por algo que terminó haciéndose realidad.

El primer torneo fue el grande oceánico en 2001, cinco años más tardes le siguió Roland Garros y el último en unirse fue Wimbledon, en el año 2007. Desde esa temporada, los cuatro 'majors' del tenis premian a sus tenistas con los mismos premios en categoría masculina y femenina siendo el US Open el que más dinero regala con 3.1 millones para el ganador/a.

En segundo lugar aparece el Open de Australia con 2.65 millones, 2.54 en la hierba londinense de Wimbledon y por último aparece la arcilla de Roland Garros con la cifra nada desdeñable de 2.2 millones.

“Las aplaudo por ello. Honestamente lo digo. Lucharon por lo que se merecían y lo consiguieron", decía Dkojovic, actual número 1 del mundo, sobre la igualdad lograda entre hombres y mujeres. Sin duda, un espejo en el que mirarse.