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Amistosos | Argentina

Los 'muchachos' se vuelven a ilusionar en una fiesta donde Messi marcó su gol 800

  • La selección argentina ganó a Panamá en un amistoso que rindió homenaje al Mundial de Argentina y la comunión con su afición
  • Messi, 'El Dibu' y Scaloni fueron los que más se emocionaron antes del partido al ver a su público

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Argentina celebró su tercera estrella en el Monumental con una fiesta

El amistoso Argentina - Panamá de esta madrugada ha sido más que un partido de fútbol. Era la excusa perfecta para que los 'muchachos' que decían volverse a ilusionar pudieran mostrarle el Mundial de Qatar a su afición y devolverle todo el cariño. Hablaron y lloraron todos, desde el seleccionador, Lionel Scaloni, hasta 'el Dibu' Emiliano Martínez, pasando por el capitán, Leo Messi, que redondeó la fiesta anotando su gol 800 con un disparo de falta.

83.000 almas alentaron una vez más a su afición con todo el repertorio clásico de cánticos, ya adaptados tras ganar 'la tercera' y ser 'campeón mundial'. La excusa para ello fue un amistoso, el primer partido tras ganar la Copa del Mundo, ante una débil Panamá.

Messi marca su gol 800 frente a Panamá en la fiesta con la que Argentina ha celebrado el Mundial

Fuegos artificiales y una humareda celeste recibieron a los campeones del mundo que estuvieron acompañados de sus hijos en la salida al Estadio Monumental. Las lágimas no aguantaron esa presión dentro de las cuencas del capitán, Leo Messi y de las de dos de los héroes argentinos en el Mundial: Emiliano Martínez y Lionel Scaloni, que se derrumbaron de la emoción.

El partido se jugó directamente en las gradas, con una afición entregada a sus campeones. En lo deportivo, los goles tardaron 77 minutos en llegar, con el primero de un Thiago Almada que se estrenó con la albiceleste como anotador, y dejando paso en el 88' al verdadero protagonista de la noche.

Tras varios discursos Messi se emocionó, cantó, jugó y marcó su gol 800

Si alguien pudo enseombrecer la figura de la mismísima Copa del Mundo fue él: Leo Messi. Tras 88 minutos y con el marcador a favor, el capitán enganchó una de esas faltas especialidad de la casa para anotar su gol 800 en su carrera y celebrarlo con toda su afición.

El capitán de Argentina volvió a levantar el Mundial, ahora delante de toda su gente y le volvió a recalcar al mundo lo difícil de ganar este trofeo.

"Tuvimos mucho tiempo para volver a ganarla y no sabemos cúanto va a pasar para volver a ganarla otra vez. Quedó demostrado que es muy difícil ganar la Copa del Mundo" finalizó el capitán argentino con un discurso que provóco las lágrimas de su seleccionador, Lionel Scaloni.

Lautaro cogió el micrófono y se acordó de todos

El agitador de la afición tras la victoria fue Lautaro Martínez, que se hizo con el micrófono y empezó con los cánticos: "Un minuto de silencio... Para Brasil; Para Francia". El delantero argentino no dejó títere con cabeza y contagió su alegría a absolutamente todos los jugadores, incluido a un Messi que suele mantenerse al margen en este tipo de celebraciones.