Las dos caras de Alcaraz: la arrolladora y la paciente
- El murciano vapuleó a Dimitrov en la primera manga y supo reaccionar en el segundo set inmediatamente
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Carlos Alcaraz es magia, superioridad y talento. El español volvió a llenar la Manolo Santana ante unos 12.000 espectadores y lo hizo con una superioridad insultante. Las dos caras que mostró el murciano fueron positivas: en la primera exhibió su reinado con una clase personal de tenis a Dimitrov y la segunda con un oficio impropio de la edad tras verse por detrás en la segunda manga.
El español olvidó el sufrimiento ante Ruusuvouri para volver a los partidos plácidos donde domina al rival a su antojo. El búlgaro sabía de las cualidades de ‘Charlie’ y vio como en apenas una hora y media ventilaba un cuento que no parecía tener mucha historia. El pupilo de Ferrero sigue creciendo a todos los niveles y cada vez controla más la faceta mental que te lleva a ganar encuentros que se ponen cuesta arriba o hacer usa de la templanza y el raciocinio en momentos duros.
Alcaraz atropella a Dimitrov en la primera manga
El rostro mostrador por Carlitos en la primera manga fue un atropello. Dimitrov no se había colocado todavía la cinta del pelo y ya iba break abajo. El N2 del ranking afianzaba con su servicio y a punto estuvo de ponerse 3-0 ante la resignada mirada de Gregor. La cara de Alcaraz seguía mostrándose arrolladora y volvía a castigar al que fuese la segunda mejor raqueta del mundo con otra rotura definitiva en el primer set. Con 9 golpes ganadores y solo 3 errores no forzados, Carlitos imponía su ley ante una plaza que coreaba su nombre y hacía la ola.
El oficio, la paciencia y la perseverancia de Carlitos
Sin embargo, la página con una prosa insuperable iba a dar paso a otra llena de oficio, paciencia y perseverancia. Dimitrov le vio las orejas al lobo y aumentó el nivel de su servicio y, por desgracia, el de su resto. Después de un juego plácido para el búlgaro con 2-3 en el luminoso, Gregor consiguió lo que no había hecho en todo el partido: desconcertar a Carlos y situarse por encima del rey de la arcilla de Madrid, aunque solo fuese durante un instante.
Fue justo ahí cuando Carlitos sacó de su encordado la reacción inmediata y volvió a igualar las cosas en la pista central. Dimitrov lo acusó mentalmente y terminó cediendo en el 5-5 para que, el vigente campeón, volviese de nuevo a su primera cara: la que no te perdona y te vapulea sin piedad. Y todo ello bajo un manto de gritos, ánimos y amor incondicional de un país que ya ve a Carlitos como la estrella que es. Sus múltiples caras no dejan de sorprender a todos y su humildad para reconocer cualquier error lo convierten en un jugador que puede dominar el tenis los próximos 10 años. Solo el tiempo lo dirá y, por supuesto, la cabeza, el corazón y las caras de 'Charlie'.
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