Real Madrid 1-1 Manchester City: Carlo Ancelotti y Pep Guardiola firman tablas en la primera partida táctica
- El empate no deja satisfecho a ninguno, pero ambos entrenadores vieron funcionar su apuesta táctica
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El empate entre el Real Madrid y el Manchester City en la ida de semifinales de la Champions League dejó una sensación agridulce en ambos bandos. Combate nulo entre los eqiupos y tablas entre los dos 'ajedrecistas' desde los banquillos.
Los dos técnicos con más semifinales de Champions a sus espaldas se saludaron antes y después del partido. El respeto mutuo que se tienen quedó patente sobre el césped en la manera de jugar de sus equipos.
Empezando por el Madrid, Carlo Ancelotti, apostó por el once esperado salvo la ausencia obligada de Militao. Aunque en la previa avisó de que no tenía un plan 'anti Haaland', lo cierto es que se vio a Rüdiger pegado al noruego como un perro de presa durante todo el partido.
Pero el central alemán no fue el único que se esforzó en defensa. Su compañero en el eje de la zaga David Alaba estuvo atento a las ayudas y el resto del equipo hizo lo propio con los que debían surtir de balones al delantero del City.
Especialmente brilló el francés Camavinga, desplazado esta temporada al lateral izquierdo -a su pesar- pero que ha brillado en esa posición en ausencia de Mendy. Su labor 'secando' a Bernardo Silva ayudó a que no le llegaran balones francos a Haaland.
El mejor asistente esta temporada del noruego, Kevin de Bruyne, tampoco se asoció gracias a la labor de sacrificio del centro del campo del Madrid. Un esfuerzo que pagaron cediendo la posesión al Manchester City, algo esperado.
El gol llegó cuando más estaba arrinconando el cuadro inglés al Madrid, gracias a la capacidad de desborde de Vinicius. En el otro lado de la balanza, también el empate de De Bruyne llegó en los mejores minutos de los blancos.
Esos minutos coincidieron con el momento en que Ancelotti permitió a Camavinga ocupar su posición natural en el centro del campo. A partir de ese movimiento táctico se vio a un Madrid más fluido y dominador, también más ofensivo y dispuso de las mejores ocasiones.
Sin embargo, el empate se puede considerar justo puesto que el City también dispuso de sus ocasiones. Su entrenador, Pep Guardiola, volvió a alinear a Stones como 'falso central', una variante de su invención.
El inglés dio apoyo a Rodri en el doble pivote y sumó en el centro del campo para ser clave en el factor dominante en las estadísticas de posesión del balón.
Guardiola arriesgó en la segunda parte al mantener a los mismos once de inicio y no hacer ni un solo cambio. No los hizo cuando más estaba apretando el Madrid ni tan siquiera a partir del 1-1, para mantener el empate.
Las paradas de Ederson ante el cabezazo de Benzema o el disparo desde la frontal de Tchouameni dieron la razón a la apuesta del técnico de Santpedor.