25 años de la 'Séptima': el día en que el Real Madrid se reencontró con su senda en la Champions League
- El conjunto blanco puso fin a una sequía de 32 años sin ganar la máxima competición continental
- Un gol de Mijatovic dio la victoria al Madrid ante la Juventus en la final del 20 de mayo de 1998 en Amsterdam
La eliminación del Real Madrid por el Real MadridManchester City en semifinales de la Champions League ha aguado un cumpleaños muy especial. El conjunto blanco se vuelve a la capital cabizbajo, pero echando la vista atrás hay motivos de sobra para levantar esas cabezas.
Hace 25 años se produjo un acontecimiento deportivo que cambió la historia reciente del Madrid, cuya afición parecía condenada a mirar hacia Europa con la misma nostalgia que los 'eurofans' españoles miran al festival de Eurovisión.
De hecho, hace 25 años estaba más reciente la victoria de Salomé en Eurovisión (1969) que la del Madrid en la Copa de Europa (1966). El conjunto blanco llevaba 32 años de sequía en la competición, que ya se había cambiado el nombre a Champions League.
Su última final, perdida, databa de 1981. Lo intentó el Madrid de la 'Quinta del Buitre', pero la mejor generación de futbolistas españoles de la década de los ochenta solo pudo llegar a las semifinales en 1988 como mayor logro, siendo eliminados por el PSV neerlandés.
En la siguiente edición no pasaron de octavos, puesto que fueron arrollados por un equipo legendario, el Milan entrenado por Arrigo Sacchi y con una tripleta de jugadores neerlandeses -no se permitían más extranjeros- de ensueño: Ruud Gullit, Frank Rijkaard y Marco van Basten.
Se terminó la década y pasó el buen momento de los Butragueño, Míchel y compañía. Sus mayores logros en Europa fueron dos Copas de la UEFA. En España se iniciaba un ciclo en el que dominaba el Barça de Cruyff.
La 'sentencia Bosman' y una plantilla repleta de estrellas
El cambio llegó de manera radical. Ramón Mendoza dejó la presidencia y tomó el testigo el que había sido su vicepresidente, Lorenzo Sanz. A mediados de los noventa se hizo un fuerte desembolso para fichar estrellas extranjeras al amparo de la 'sentencia Bosman', que permitía llenar las plantillas de jugadores de la UE.
Con Raúl González como referencia nacional, el Madrid ganó la Liga 1996-1997 con jugadores como Davor Suker, Pedja Mijatovic, Roberto Carlos y los comunitarios Clarence Seedorf, Christian Panucci y el meta Bodo Ilgner.
En el banquillo estaba el italiano Fabio Capello, que venía con la vitola de haber hecho al Milan campeón de Europa unos años antes (1994) y goleando al eterno rival de los merengues, el Barça.
A pesar de ganar la Liga, el transalpino no continuó la temporada siguiente. El estilo de juego poco vistoso y su nula comunión con el vestuario y la directiva hicieron que se le buscara sustituto y el alemán Jupp Heynckes fue el elegido.
La temporada 1997-1998 fue decepcionante en lo doméstico. El Madrid se quedó pronto descolgado de la lucha por la Liga -terminó cuarto a 13 puntos del Barça- y la Champions era la tabla de salvación del proyecto.
La Champions como salvación de la temporada 1997-1998
El camino hacia la final no fue precisamente de rosas. Borussia Dortmund y Juventus habían ganado las ediciones anteriores y con ambos se tuvo que ver las caras el conjunto blanco.
La semifinal fue contra los alemanes y dejó para el recuerdo la rocambolesca rotura de una portería por culpa de una avalancha en el fondo sur del Bernabéu. Afortunadamente para el Madrid, el partido acabó 2-0 y los goleadores fueron fichajes estrella de esa temporada: Fernando Morientes y el francés Christian Karembeu.
La Juventus era el rival que esperaba en el Amsterdam Arena el 20 de mayo de 1998. En sus filas, jugadores de la talla de Alessandro del Piero, Filippo Inzaghi, el actual seleccionador francés, Didier Deschamps, y un compatriota suyo llamado... Zinedine Zidane.
El conjunto de Jupp Heynckes no era el favorito en las apuestas a pesar de su plantilla, debido a la entonces 'corta' experiencia en esas fases fnales de la competición. Pero la experiencia se gana aprovechando las oportunidades por pocas que sean.
En el minuto 66 llegó la de Mijatovic y a partir de ese instante la historia del Madrid pasó de ser en blanco y negro a todo color.