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Fútbol | Women's Champions League

Patri Guijarro devuelve la voz a una afición a la que silenciaron Pajor y Popp

  • La centrocampista balear fue la MVP de un partido que igualó cuando el Barcelona perdía 0-2 ante el Wolfsburgo
  • Alexia Putella lo vivió y lo sufrió con intensidad desde la banda, pero entró al final para levantar la copa de campeonas

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Patri Guijarro celebra la Champions conseguida por el Barça
Patri Guijarro celebra la Champions conseguida por el Barça con sus compañeras Sandra Paños y Alexia Putellas.

El FC Barcelona ha celebrado por todo lo alto su segundo título de Champions femenina. Un título que se ha saboreado más, si cabe, porque llegó tras una remontada en 45 minutos liderada por Patri Guijarro.

La centrocampista mallorquina devolvió la voz a un estadio que se quedó mudo nada más comenzar el choque.

Eran las favoritas, su afición confiaba en ellas y era mucho más numerosa que la del Wolfsburgo. Desde primera hora de la mañana tiñeron de color azulgrana las calles de Eindhoven y se hicieron notar por allá donde pasaban con sus cánticos de apoyo.

Unos cánticos que también entonó el presidente culé, Joan Laporta, que se convirtió en un hincha más a la salida del equipo.

Pero toda esa alegría, esa energía y esos cánticos quedaron silenciados a los tres minutos con el gol de Ewa Pajor. La máxima goleadora de la Champions no desaprovechó su oportunidad y batió a Sandra Paños a las primeras de cambio, dejando mudo al PSV Stadion, donde hasta entonces la hinchada culé se había hecho notar.

Ese gol fue un jarro de agua fría. Algo que nadie esperaba y que dejó sin reacción a la hinchada. El Barça mejoró, pero ni aun así se reponía una afición en la que algunos, tímidamente, trataban de volver a animar.

Esas pocas ganas se enterraron más aún cuando llegó el segundo, obra de Alex Popp. Más silencio aún por parte de los ‘culers’, mientras que la afición del Wolfsburgo se venía arriba.

Alexia Putellas pidió el apoyo de la afición

Poco después de ese segundo tanto, Giráldez decidió poner a calentar a Alexia Putellas, cuando faltaban 5 minutos para el descanso.

La capitana se puso rápidamente los galones y lo primero que hizo nada más saltar al césped fue pedir a la hinchada que animara. Tímidamente se escucharon cánticos de "Alexia, Alexia", pero ni con esas el ánimo culé se venía arriba.

Hubo que esperar a la segunda parte para que Patri Guijarro devolviera la vida y la voz a todo el estadio. Lo hizo con dos goles en dos minutos que despertaron a una afición y que volvieron loca a Alexia Putellas y a sus compañeras Geyse Ferreira y Crnogorcevic, que calentaban con ella en la banda.

Y lo de calentar es por decir algo porque la doble Balón de Oro estuvo más pendiente del partido que de ejercitarse para cuando llegara su turno.

Con el 2-2 en el marcador, la afición ya volvía a cantar y animar a los suyos, creyendo que la remontada era posible.

Y así fue cuando, a falta de 20 minutos, Rolfö anotó el 3-2 definitivo. Alexia se fue a celebrarlo por todo lo alto con sus compañeras. Y es que la remontada lo merecía.

Ahora sí, toda la afición no paraba de cantar, saltar y hasta de hacer la ola. Una reanimación que fue obra de Patri Guijarro, que se puso el traje de MVP para llevar a las suyas hacia el título.

La Champions ya es del Barça

Pero el PSV Stadion todavía tenía que cantar más. Y fue el nombre de Alexia cuando, en el 85, fue llamada para entrar. Sabíamos que no estaba para jugar 90 minutos, pero también que tras este duro año ella estaba soñando con este momento. Con jugar una final de Champions más con el Barça.

Así, solo estuvo 12 minutos en el campo, los 5 que restaban y los 7 de añadido, pero estuvo lista para lo más importante: Levantar la Champions al cielo de Eindhoven y devolver la sonrisa y la voz a toda una afición tras la derrota del pasado año.

Alexia Putellas ha levantado la 2ª Champions League en la historia del F.C. Barcelona tras una temporada complicada para ella. Tras una lesión en el ligamento cruzado, la capitana ha vuelto a tiempo para disputar los últimos instantes de partido y levantar así un nuevo trofeo.

Y con el trofeo en sus manos toda la afición culé cantó y cantó durante más de una hora, hasta que el estadio se quedó vacio por petición por megafonía porque nadie quería marcharse de allí.

Puede que alguno vuelva sin voz a Barcelona, aunque en este caso será por no haber parado de cantar y de festejar que el Barça vuelve a ser campeón de Europa.