Las 'Nadeshiko 2011' devolvieron la alegría a Japón ganando el Mundial tras la tragedia de Fukushima
- La selección japonesa femenina se proclamó campeona del mundo por primera y única vez en su historia
- Sigue el Mundial femenino de fútbol 2023, del 20 de julio al 20 de agosto, en Teledeporte y RTVE Play
El 11 de marzo de 2011 un terremoto de magnitud 9 en el Pacífico provocó un tsunami que arrasó la costa noreste de Japón. Más de 18.000 muertos y poblaciones enteras devastadas, a lo que se sumó una crisis nuclear por el colapso de los reactores de la central de Fukushima debido a la ola gigante.
Fukushima quedó como nombre propio del desastre. Pero, al igual que el yin tiene el yang, en medio de las tinieblas emocionales en que se sumió el país aquel año, el deporte les dio un rayo de esperanza: Nadeshiko.
"Nadeshiko" es el apodo que recibe la selección femenina de fútbol de Japón, la traducción es algo como "conocido y amado por todos". Tres meses después del tsunami, las 23 integrantes de aquella selección pusieron rumbo a Alemania, donde se disputaba la Copa Mundial.
La selección japonesa no se puede decir que fuera una de las modestas, puesto que entró en el Bombo 1 de las cabezas de serie en el sorteo como una de las fuertes de la Confederación Asiática, quintas en el ranking FIFA, pero tampoco se puede decir que fuera de las favoritas.
Únicamente los cuartos de final en Suecia 1995 había sido la única ocasión en que las niponas superaron la fase de grupos. Hasta hace relativamente poco, los Mundiales femeninos solo contaban con 16 participantes.
En 2011, y con una experiencia tan traumática aún en la retina de las jugadoras, parecía a priori más cuesta arriba. El debut fue el 27 de junio contra Nueva Zelanda, hoy coanfitriona, y por entonces un peldaño por debajo de Japón.
Dos victorias al comienzo del Mundial y a cuartos
El 2-1 no fue una sorpresa con el ranking en la mano, pero sí un empujón moral para el grupo entonces dirigido por Norio Sasaki, técnico, y liderado por la centrocampista Homare Sawa, aunque no marcó ese día. Fueron sus compañeras Yuki Nagasato y Aya Miyama.
El segundo partido fue contra México el 1 de julio de 2011. Aunque el 'Tri' femenino tuviera entonces menos presencia histórica en los Mundiales que Japón, no era un rival fácil. La selección mexicana tuvo un origen en la década de los setenta en el que llegó a gozar de bastante popularidad y logró medallas en unos Mundiales que no gozaban de oficialidad, pero allí estaban.
Al estar encuadradas en la Concacaf, la todopoderosa Estados Unidos era un rival habitual y las derrotaron 2-1 en el Premundial. En la primera jornada arrancaron un empate frente a otra de las grandes como Inglaterra (1-1). Japón les endosó un 4-0 con triplete de Sawa incluido.
Pero no era casual. Tres años antes la Federación Japonesa nombró a Sasaki, exjugador y técnico de la sub-20 femenina, para el cargo en la absoluta. Con él en el banquillo, las Nasdeshiko ganaron el Campeonato de Asia Oriental 2008 y alcanzaron las semifinales de los Juegos de Pekín.
Algo hizo 'click' en la mentalidad de la selección japonesa. De contar los partidos contra las selecciones grandes por goleadas en contra, pasaron a golear y ganar dos partidos que les dieron su segundo pase a cuartos de un Mundial. En la tercera jornada de su grupo les tocó Inglaterra y encajaron su primera derrota (0-2), pero no afectó en su ánimo e incluso les sirvió de lección para el futuro inmediato.
Fukushima, de sopesar la retirada a la 'campanada' ante Alemania
Las Nadeshiko venían de hacer tercer puesto en la Copa del Algarve de aquel año, ganando a Suecia (1-2) en el partido por el bronce. A partir de ahí se conjuraron para ganar el Mundial de Alemania. Pero justo al regreso de aquel torneo ocurrió la desgracia. Lo cuenta el documental que puede verse gratis en la web de la FIFA.
Aquelló les afectó más que la derrota contra Inglaterra, puesto que llegaron a plantearse si debían o no competir. Pero viajaron a Alemania. La derrota en la tercera jornada no impidió su acceso a cuartos, donde esperaba la selección alemana. No era cualquier rival. Doble campeona mundial y defensora del título, además de anfitriona.
El partido se jugó el 9 de julio de 2011 en el estadio de Wolfsburgo ante 26.607 espectadores; lleno. Después de 90 minutos y una primera parte de prórroga sin goles, en el minuto 108 Karina Maruyama, una delantera de banquillo y con poca presencia en los partidos anteriores, batía de tiro cruzado a Nadine Angerer. Hizo historia.
Japón rompía su techo de cristal y tocaba el cielo. Suecia era el siguiente rival, el 13 de julio en Fráncfort. 45.434 espectadores iban a ser testigos y las suecas ya conocían el potencial de la renovada selección nipona. La canadiense Carol-Anne Chenard dio inicio al partido y a los diez minutos... gol de Oqvist para Suecia.
Subcampeona en 2003 y bronce en otras tres ocasiones, Suecia era uno de los países que impulsó el fútbol en categoría femenina. Otrora fue 'bestia negra' para Japón. Pero las Nadeshiko ya las ganaron en la Copa del Algarve y no iban a dejar escapar la oportunidad. Remontada con goles de Nahomi Kawasumi, que hizo un doblete, y la capitana Sawa. La historia se seguía escribiendo.
La gran final, ante las 'galácticas'
Llegó el momento de la gran final. 17 de julio de 2011 y de nuevo en Fráncfort, ante 48.817 espectadores. Estados Unidos también era bicampeona como Alemania y en el pasado había endosado dolorosas goleadas a Japón, tenía estrellas como Aby Wambach, Alex Morgan, la portera Hope Solo o una por entonces emergente Megan Rapinoe.
En el minuto 69 se adelantaron las estadounidenses por medio de Morgan, pero Miyama forzó la prórroga en el 81'. De nuevo se puso por delante EE.UU. con un tanto de Wambach, pero apareció Sawa para forzar los penaltis a tres del final. Ya habían logrado asombrar a todo el planeta futbolístico, pero quedaba poner el broche de oro.
Una de las fortalezas de las Nadeshiko era la capacidad de no rendirse, como se vio igualando por dos veces a EE.UU. El otro del que hacían gala era el colectivo. El estrellato pasó durante la tanda definitiva a la portera Ayumi Kaihori, que detuvo dos lanzamientos a las americanas. Pero la alegría fue de todo el país, un país que tres meses antes se había visto sumido en la tristeza.
Sawa terminó el Mundial como máxima goleadora, con cinco tantos, y Balón de Oro por delante de las estadounidenses Wambach y Solo.
Epílogo
Aquella selección de Japón se coronó como la generación más exitosa del fútbol de su país. Un año después se colgaron la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y en el siguiente Mundial, disputado en Canadá y por primera vez con 24 selecciones. En ambos casos Estados Unidos se tomó la revancha.
En Francia 2019 no pasaron de octavos, pero en su territorio han mantenido el nivel competitivo y, entre otros trofeos, se han proclamado campeonas de todo el continente asiático en 2014 y 2018, así como en los Juegos Asiáticos de 2010 y 2018.
Además, pueden presumir de ser una de los escasos cuatro países que han conquistado una Copa Mundial femenina. Un selecto grupo.