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Tenis | Masters 1000 Cincinnati

Djokovic gana su Masters 1000 número 39 en Cincinnati e iguala el cara a cara directo con Alcaraz

  • El tenista serbio se ha impuesto en una nueva oda al tenis de casi cuatro horas de duración ante el murciano
  • Se trata del tercer título en Cincinnati para 'Nole', en el partido más largo de la historia del torneo

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Djokovic gana su Master 1000 número 39 en Cincinnati
Novak Djokovic disputando un punto durante la final en Cincinnati.

El tenista serbio Novak Djokovic ha conseguido ganar su tercer torneo de Cincinnati, 39º Masters 1000 de su extenso palmarés, tras derrotar en la final al murciano Carlos Alcaraz [5-7/7-6 (7)/7-6 (4)]. El duelo entre los dos mejores jugadores del mundo no ha decepcionado, pese a poder considerarse por momentos el peor de los cuatro partidos entre ambos, en un 'in crescendo' que volvió a convertirse en una oda al tenis, quedándose al borde de alcanzar las cuatro horas. El partido más largo de la historia del torneo. Un cara a cara directo que ahora se iguala 2-2.

Djokovic tumba a Alcaraz en una final de ensueño en Cincinnati - ver ahora

Tras el partido, el balcánico ha reconocido que la final parecía de Grand Slam por la intensidad con la que ambos tenistas han disputado cada punto. Novak se sitúa de esta forma a tan solo cinco títulos profesionales de los 100, con 95 en total en su haber. Además, el serbio es ya el tercer tenista con más victorias oficiales de la historia (1069), superando a la vez a Rafa Nadal e Ivan Lendl, y solo por detrás de Roger Federer y Jimmy Connors.

Ninguna de las tres mangas ha tenido un dominador claro, con varios altibajos en su juego por parte de ambos tenistas. 'Nole' arrancó mejor el partido, hasta lograr una rotura de servicio con 4-2. Sin embargo, Alcaraz se repuso rápidamente y remontó el partido hasta llevarse el primer set por 5-7.

Djokovic se repuso de sus mareos para igualar el partido

En el segundo parcial se intercambiaron los papeles. Fue el tenista español quien comenzó más fuerte, consiguiendo un 'break' en el segundo turno de saque del serbio, que realizó tres dobles faltas. A raíz de ahí parecía que Alcaraz iba a poder encarrilar el partido con facilidad, ante un Djokovic que se mostraba fatigado y tuvo que pedir la asistencia médica.

No obstante, una vez más el chacal de los Balcanes se repuso de su males (pastillas y mejunjes mágicos mediante) y levantó un 2-4 hasta ponerse por delante 5-4. Alcaraz apenas podía enfrentarse a un 'Nole' que recuperó una movilidad vertiginosa. A duras penas, Carlitos llevó la manga hasta el tie-break, donde dispuso de una bola de partido al resto. El serbio consiguió ser más preciso y se llevó el set gracias a unos de los mejores intercambios del partido para poner el 9-7 en la muerte súbita.

Alcaraz mostró su rabia golpeando furioso la nevera de su banquillo mientras Djokovic se dirigía a los vestuarios por segunda vez, haciendo esperar de nuevo al murciano.

El mejor tenis estalló en el tercer set

Una furia que mantuvo en los primeros juegos del tercer y decisivo parcial, con varios raquetazos llenos de potencia que en ocasiones hacían imposible la estirada de Novak, pero que en otras se estrellaban contra la red o terminaban fuera. Desde la grada, Juan Carlos Ferrero intentaba calmar a su pupilo, pidiéndole que jugara más suelto.

Ambos tenistas recuperaron su mejor nivel, pero solo Djokovic era capaz de obtener opciones de rotura. Hasta seis bolas de 'break' tuvo que salvar Carlitos en el transcurrir del set hasta que a la séptima, el serbio se puso por delante 4-3 con turno de saque a favor.

Parecía que Novak ya no le iba a dar ninguna opción al tenista español, que tuvo que sobreponerse con un auténtico puntazo a la segunda bola de partido para el serbio con 5-3. Alcaraz cerró a favor finalmente su turno de saque y embistió con todo al resto, y obtuvo premio. Djokovic salvó tres bolas de rotura y dispuso de dos opciones más para cerrar la final, pero Carlitos activó el botón de la locura y encadenó una serie de golpes únicos para volver a la igualdad total (5-5).

En una vuelta de rosca más, el serbio se sobrepuso del varapalo y presionó al servicio hasta obtener un total de cuatro opciones de rotura, salvadas de nuevo por Alcaraz, que cerró el juego con un servicio directo de un ángulo inverosímil. La final se decidía definitivamente en el tie-break.

Y ahí se impuso Novak Djokovic (7-4), para alargar su leyenda, tras una derecha desviada al resto de Alcaraz, que pierde por primera vez en una final de Masters 1000. El español, que rompió en lágrimas tras la derrota, para motivarse solo tiene que tomar de ejemplo al serbio, que perdió sus cinco primeras finales en Cincinnati y desde entonces siempre que ha llegado al último partido se ha llevado el título.