Enlaces accesibilidad
Copa Mundial 2023

La semana que cambió el fútbol español: de ser campeonas del mundo a su propio #MeToo

Por
Informe Semanal - La gloria de las campeonas

El sábado 5 de agosto en España 398.000 espectadores madrugaron o se mantuvieron despiertos hasta las siete de la mañana para ver como Aitana Bonmatí lideraba a la selección femenina española de fútbol a hacer historia al conseguir ganar por primera vez un partido de eliminación directa en un gran torneo. Era un gran dato de audiencia para un partido de fútbol femenino, especialmente teniendo en cuenta su cuota de pantalla: el 37,1% de quienes estaban ante la televisión en ese momento escogieron verlo.

Solo dos semanas y un día más tarde, a mediodía del 20 de agosto, esa cifra de espectadores se multiplicó por catorce, hasta una media de 5.599.000 (récord histórico de en una competición femenina de fútbol), y la cuota de pantalla se duplicó hasta el 65,7% para ver cómo la selección femenina ganaba un Mundial solo nueve años después de jugar por primera vez un partido en una fase final.

Esa brutal cantidad de gente que se enganchó al equipo la explican jugadas que sucedieron entre medias como la asistencia de Jennifer Hermoso y la carrera y remate de Salma Paralluelo en la prórroga contra Países Bajos, la parada de Cata Coll evitando que Suecia se adelantase en semifinales o el gol con el que Olga Carmona empezó a ser un nombre conocido por el gran público al meter España en la final. También hubo unos cuantos aciertos tácticos de su seleccionador, Jorge Vilda. Pero el fútbol, como se ha dicho infinidad de veces, es de los futbolistas, no importa que sean hombres o mujeres.

De 'Las 15' a 'Las 81'

Hace poco menos de un año, el 30 de agosto de 2022, se filtra una reunión entre Jorge Vilda y las entonces capitanas de la selección en la que las ellas piden que deje su cargo. Al día siguiente las jugadoras matizan que existe un "malestar general" con Vilda, pero no piden su dimisión: "Somos un equipo superambicioso y queremos mejorar. Hay ciertos aspectos que queremos cambiar", explicó aquel día Irene Paredes.

Avanzado septiembre la Federación hace públicos los correos electrónicos de quince futbolistas en los que manifiestan que la actual situación en la selección afecta "de forma importante" a "estado emocional" y a su "salud" por lo que "mientras no se revierta" esa postura, renuncian a jugar con España. Al día siguiente, Paredes, Alexia Putellas (en aquellas fechas, lesionada de gravedad) y Jennifer Hermoso, que no firmaban el mensaje del día anterior, lo respaldan y lamentan que la Federación lo hiciera público.

Salvo por la vuelta a las convocatorias de Irene Paredes y Jennifer Hermoso, la situación continúa inamovible durante meses hasta que el 7 de junio, poco antes de que Vilda dé la lista de convocadas para el Mundial, tres nombres de 'Las 15' (Aitana Bonmatí, Mariona Caldentey y Sandra Paños) dan marcha atrás y ahora sí se muestran dispuestas a ser llamadas por el seleccionador. Vilda descarta a la portera del Barça, pero cuenta con Bonmatí y Caldentey, al igual que con Putellas, Hermoso y Paredes (que, recordemos, no habían llegado a firmar el ya famoso correo electrónico). Hay quien ve en esas decisiones una fisura en 'Las 15'.

El pasado jueves las 15 mujeres que enviaron aquellos correos, fuesen o no mundialistas, así como el resto de campeonas del mundo y otras muchas futbolistas más hasta un total de 81 firmaron un mismo comunicado. A través del sindicato Futpro, apoyaban a Jennifer Hermoso en su testimonio de que no consintió el beso que le dio el presidente de su federación tras la final del Mundial, pedían “cambios estructurales reales en la selección” y terminaban el comunicado asegurando que, tras lo sucedido en la entrega de medallas del domingo, no volverán a una convocatoria de la Selección si continúan los actuales dirigentes federativos.

Por si quedaba alguna duda, las protagonistas en el terreno de juego del cambio por el que pasa su deporte ponían por escrito que también van juntas en lo social, en la ola de reacciones a lo vivido esta semana, esa que para muchos es el #MeToo español. Un estallido, eso sí, que no se explicaría sin su detonante definitivo, la conducta de Luis Rubiales desde la final del domingo hasta su discurso del viernes en la Asamblea Extraordinaria de la Federación, el episodio que dio pie al comunicado de Futpro.

No una semana cualquiera para ser protagonistas

Ha sido una semana tan intensa que da reparo llevar casi diez párrafos repasándola y solo haber nombrado de pasada a Olga Carmona. La suya es otra historia que, en lo bueno y en lo malo, quedará para siempre en la memoria de los aficionados al fútbol, lo practiquen mujeres u hombres, e incluso de los que no lo son.

Pasará el tiempo y contaremos que hubo una semana en la que el líder ruso de un ejército de mercenarios que se había amotinado contra el Kremlin murió al estrellarse su avión un día antes de que un expresidente estadounidense posase para su ficha policial mientras intenta repetir como candidato a la Casa Blanca, pero en la que las grandes protagonistas fueron un grupo de futbolistas por lo que consiguieron y provocaron dentro y fuera del campo.