Sergio Ramos, Cazorla y el retorno a los orígenes
- El futbolista de Camas regresa al Sevilla 18 años después de su salida rumbo al Real Madrid
- Su regreso, como el de Cazorla al Oviedo, se une a otras historias de grandes futbolistas que vuelven a casa
El regreso de Sergio Ramos al Sevilla, 18 años después de su salida de Nervión camino del Real Madrid, supone un nuevo capítulo en la intensa relación entre el jugador, el club y la afición hispalense. Ramos, que nunca ha ocultado la pasión por su primer club, se une a la lista de grandes jugadores que deciden regresar a casa al final de sus carreras.
No ha sido fácil, en este caso, la vuelta al hogar. Su salida, en 2005, estuvo marcada por la disputa en el cobro de las comisiones del fichaje entre Jose María del Nido, entonces presidente sevillista, y el jugador de Camas. Este hecho, unido a los desencuentros entre la afición y el central, han puesto más barreras que puertas abiertas a su regreso.
Sin embargo, las intenciones de Sergio Ramos siempre fueron nítidas. Agente libre desde que finalizase su vinculación con el París Saint-Germain el pasado 30 de junio, y tras hacer caso omiso a una jugosa oferta del fútbol saudí, Ramos ha 'veraneado' en las oficinas del Pizjuán en busca de su regreso. Pese a las negativas iniciales del club, el desastroso inicio de curso, con cero puntos y ocho goles en contra, y la lesión de larga duración de Marcao Teixeira, han permitido el acuerdo. Un acuerdo, curiosamente, cerrado con Jose María del Nido Carrasco, hijo del presidente con el que selló su salida.
El Sevilla, a falta del anuncio oficial de su fichaje, cumpe así los deseos de un jugador deseoso de una reconciliación total con el equipo de sus amores. "Venir aquí era una deuda con mi padre, con mi abuelo, con Puerta y con el sevillismo", ha dicho a su llegada a Sevilla este lunes.
Cazorla, Lucas y otras vueltas sonadas
Menos turbulentos fueron los regresos de otros veteranos a sus equipos de origen, como el de Santi Cazorla, que esta temporada jugará en el Oviedo tras cerrar su trayectoria en el fútbol catarí. El asturiano rebajó su caché al minimo posible para que el equipo de su corazón pudiese afrontar su fichaje y poder acabar su carrera en casa.
Más llamativo y sonado fue el caso de Lucas Pérez, que a sus 34 años abandonó la temporada pasada el Cádiz, en Primera División, para recalar en el Deportivo de la Coruña, el club de su vida, con una sustancial pérdida de dinero a cambio de luchar por el ascenso a Segunda con su querido 'Dépor'.
En España se han vivido más casos parecidos, como el regreso de Valerón a Las Palmas, Michu al Langreo, o incluso Fernando Torres, que volvió al Atlético tras su brillante carrera en la Premier y en la Serie A, antes de colgar las botas en el fútbol japonés.
Los regresos románticos a sus inicios no son solo cosa del fútbol español. En Sudamérica, donde es común ver partir muy jóvenes a sus grandes promesas camino del fútbol europeo, los regresos suelen ser celebrados por todo lo alto. Vimos vestirse de 'xeneize' de nuevo a Juan Román Riquelme o Carlos Tévez, grandes íconos de Boca Juniors, a Francescoli regresar al River Plate que le hizo grande, a Diego Milito a Racing de Avellaneda, o a Juan Sebastián Verón volver a Estudiantes de la Plata y hacerlo campeón de la Libertadores.
En la vecina Uruguay, se vivió con gran emoción el regreso de Luis Suárez a Nacional de Montevideo, tras su fructífera carrera en Europa.
Mientras, en Europa recordamos la vuelta de Rooney al Everton, de Buffon al Parma, de Robben al Groningen o de Shevchenko al Dinamo de Kiev. Regresos que reconcilian al aficionado con un deporte marcado por los fichajes multimillonarios.