Jorge Vilda, el campeón del mundo discutido y leal a Rubiales

• El entrenador madrileño sale de la selección por la puerta de atrás, por su inquebrantable apoyo a Rubiales
• Jorge Vilda estaba al frente de la selección femenina desde 2015, cuando cesaron al polémico Quereda

Jorge Vilda, el campeón caído en desgracia por el caso Rubiales

Jorge Vilda, el entrenador de la primera selección española femenina campeona del mundo, ha salido del banquillo de la Roja por la puerta de atrás. Después de ocho años en el cargo y tras un último año convulso, inesperadamente coronado con la consecución del Mundial, dice adiós señalado su apoyo inquebrantable a Luis Rubiales, suspendido por la FIFA por el beso a Jenni Hermoso en la final del Mundial.

El polémico presidente de la RFEF ha sido el máximo valedor de Vilda en los últimos años. Ratificado en sus peores momentos, llegó a ofrecerle una renovación multimillonaria en la Asamblea de la Federación en la que se negó a dimitir por sus actos en la final del Mundial, donde el entrenador respondió con aplausos a sus palabras.

Ese fue el final de la carrera de Jorge Vilda al frente de la selección femenina de fútbol, donde su trabajo siempre sembró dudas entre las jugadoras. Su carrera en la Federación comenzó mucho antes, de la mano de su padre, Ángel Vilda, mítico preparador físico de clubes como Barça o Real Madrid. Fue en 2010, cuando Ángel estaba al frente de la selección sub-19, el momento en el que comienza la etapa de Jorge como entrenador profesional en la RFEF, al hacerse cargo del combinado sub-17. Hasta entonces, Vilda, cuyo sueño de ser futbolista se truncó por una lesión, apenas contaba con su etapa en el Canillas madrileño como experiencia previa en los banquillos.

El 'delfín' arrancó con buen pie. En su primera experiencia profesional como entrenador se alzó con dos Eurocopas y fue finalista de un Mundial de la categoría. Cuatro años más tarde saltó al puesto de su padre en la sub-19 y fue nominado a mejor entrenador del mundo de equipo femenino por la FIFA.

Sustituyó en la absoluta al polémico Quereda

Tras apenas media temporada en la nueva categoría, y un subcampeonato del mundo en el zurrón, se le abrieron las puertas de la absoluta por la dimisión de Ignacio Quereda, que dejaba el cargo rodeado de críticas tras 27 años al frente de la selección. Corría el año 2015 y arrancaba la era Vilda.

En estos ocho años, Vilda ha vivido en primera persona la impresionante evolución del fútbol femenino en España, que pasó de no ganar un partido en un Mundial a conquistarlo en tiempo récord. Por el camino, España se clasificó a todos los torneos que se disputaron (Eurocopa 2017, Mundial 2019, Eurocopa 2022 y Mundial 2023).

Pese a la evolución en resultados, 15 de las jugadoras internacionales exigieron hace un año cambios a la RFEF, al considerar que el trabajo de Vilda era insuficiente para alcanzar metas mayores, amén del desencuentro entre técnico y vestuario por el excesivo control del entrenador en aspectos extrafutbolísticos.

Vilda, con el apoyo absoluto de Rubiales, salió ileso de la rebelión y continuó en el cargo hasta el Mundial, donde España consiguió el mayor éxito de su historia. Para el entrenador, sin embargo, el mayor hito de su carrera acabó convertido en su billete de salida del banquillo nacional.