El Mundial de rugby vuelve a Francia y los Pumas a su hábitat preferido
- La selección argentina regresa en buena forma al lugar donde deslumbró con su tercer puesto en 2007
- 20 países compiten desde este viernes por el título que defiende Sudáfrica
En 2007, la selección de Francia afrontaba con ilusión el Mundial de rugby como anfitriona, pero se topó no una, sino dos veces con Argentina, que dio la sorpresa del campeonato al lograr el tercer puesto.
Los Pumas, liderados por Felipe Contepomi –actualmente en el cuerpo técnico de la selección suramericana–, ganaron hace 16 años a los Bleus en la fase de grupos y luego justo en la final de consolación.
Los argentinos conocían bien a los jugadores franceses ya que algunos, como el capitán Agustín Pichot, jugaban en la liga de ese país. Lo mismo pasa ahora. Uno de los Pumas más destacados, el versatil Juanchi Mallia, milita precisamente en el mismo equipo donde alcanzó el cénit de su carrera el medio melé (medio scrum) de aquella histórica selección, en el Stade Toulousain.
Cuatro ediciones después, el Mundial vuelve a Francia y Argentina quiere superar su mayor logro hasta la fecha. El seleccionador Michael Cheika ha dicho que el objetivo no es otro que la final.
La 10º Copa del Mundo de Rugby comienza este viernes con el mismo formato que entonces –y que se repite desde 2003–, aunque esta vez con una semana más de duración del torneo para que los jugadores puedan tener cinco días de descanso entre partidos.
En la primera fase hay cuatro grupos de cinco equipos. Los dos primeros se clasifican para los cuartos de final y el tercero queda eliminado, pero obtiene plaza para el siguiente Mundial.
Sin España; con Georgia, Rumanía y Portugal
En este Mundial habrá por primera vez tres equipos de América del Sur. Además de Argentina también participarán Chile –en su debut en la máxima cita de este deporte– y Uruguay, que lo hace por quinta vez, aunque nunca ha pasado de la primera fase.
Lo mismo les pasa a las tres selecciones europeas que lograron su plaza en los clasificatorios (Georgia, Rumanía y Portugal) una vez que las potencias del Seis Naciones (Escocia, Francia, Gales, Inglaterra, Irlanda e Italia) tenían garantizada su plaza desde el anterior Mundial.
Precisamente uno de los puntos de interés de este Mundial será ver el desempeño de Georgia, que en los últimos años ha puesto en cuestión el statu quo continental al derrotar (y superar en el controvertido ránking de World Rugby) a Italia.
Rumanía logró su billete tras denunciar la alineación indebida de España, que le costó la descalificación –y que conllevó la dimisión del presidente de la federación nacional–. Y derivado de aquello, Portugal entró en la repesca y logró el pase por segunda vez, justo después de aquel Mundial de Francia 2007.
Un estadio y una fecha especial para el Mundial
Pero las opciones latinas ahora pasan en principio por Argentina, que en 2015 también llegó a semifinales, pero que entonces acabó cuarta en un Mundial que pasó a la historia por el dominio de las grandes selecciones del hemisferio sur.
En la última edición, en Japón 2019, Europa volvió a aparecer en el cuadro de honor, pero Sudáfrica ganó la final a Inglaterra y Nueva Zelanda, el partido por el tercer o cuarto puesto a Gales.
Sudáfrica (los Springboks) y Nueva Zelanda (los All Blacks) están así empatadas a tres títulos. Australia tiene dos e Inglaterra, uno. Los británicos buscarán la motivación justo cuando el rugby celebra el segundo centenario de su invención, atribuida según la tradición al clérigo anglicano William Webb Ellis en 1823.
El próximo campeón se conocerá el 28 de octubre en el Estadio de Francia (Stade de France), el mismo recinto que acogerá la competición de atletismo y rugby seven en los Juegos Olímpicos de París 2024.