Enlaces accesibilidad
Vuelta 2023 | Etapa 16

La evolución de los avituallamientos, el fiel reflejo de la transformación del ciclismo

Por
Así han evolucionado los avituallamientos de los ciclistas en carreras como la Vuelta a España

Mucho han cambiado los hábitos en el ciclismo. Al ser un deporte en el que se desgasta tanto lo físico, la ingestión de alimento como combustible ha sido necesaria desde la primera competición de la historia.

Hubo épocas en las que los corredores paraban en los cafés o en los puntos de avituallamiento para, literalmente, arramplar con todo lo que pudieran llevarse a la boca. Ya en esas carreras en blanco y negro existían las bolsas de los corredores para avituallarse sobre la bicicleta, pero eran muy diferentes a las de ahora. Lo que no ha cambiado es lo poco que les gusta a los corredores repetir menú casi cada día.

Un ciclista hoy en día quema durante una etapa de una gran vuelta entre 3000 y 6000 calorías, es por ello que se hace necesario ingerir alrededor de 400 gramos de carbohidratos encima de la bicicleta.

“La evolución se ve bien en que antes apenas ni se alimentaban sobre la bicicleta y hoy en día hay que ingerir unos 120 gramos de hidratos por hora”, afirma Miguel Gorriz, encargado de la nutrición en el Caja Rural Seguros RGA.

Al igual que se han perfeccionado los desayunos o las cenas, lejos quedan esos desayunos ochenteros de filetes y arroz si se compara con los platos pesados actuales, también se han perfeccionado el contenido de las clásicas bolsas de avituallamiento.

Hoy en día están compuestas por dos bidones de líquido, uno con alimento y otro solo con agua, varias barritas y varios geles energéticos, y algún alimento solido que se prepara en el mismo día y que suele dibujar una sonrisa en la cara del ciclista. Los más habituales son los pastelitos de arroz, las bolas de avena o los bollitos de diferentes contenidos, por ejemplo, de membrillo o queso de untar. “Se ha ganado mucho en la calidad de los nutrientes”, reconoce Juan Carlos Escamez, masajista del Movistar.

“Cada corredor tiene una pauta de su alimentación para la etapa en función de la estrategia de etapa: quién puede estar en la fuga, quién gastó demasiado el día anterior, etc... Bastante cantidad en poco volumen, ese es el secreto”, explica Gorriz.

El punto de partida es no caer en la una alimentación por debajo de lo necesario. “Si no acumulas los hidratos necesarios finalizas la etapa con déficit y eso impide la buena recuperación”, advierte Bernat Mesquida, masajista del Burgos BH.

La importancia de estas bolsas de picnic es tan elevada como puede ser la mecánica de las bicicletas. Si el corredor no se hidrata y no se alimenta bien durante una etapa, difícilmente podrá imponerse a sus rivales. Para acostumbrar al estómago a estos menús entrenan los ciclistas durante toda su carrera.