La Eurocámara muestra su crítica casi unánime al caso Rubiales, con la nota discordante de Vox
- Una mayoría de grupos del organismo dejaron claro su rechazo a las acciones del expresidente de la RFEF
- Rubiales comparecerá ante un juez de la Audiencia Nacional el viernes
Una mayoría de grupos de la Eurocámara criticaron este jueves el beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso y lo enmarcaron en una "cultura de impunidad" de la violencia contra las mujeres, con la excepción de Vox, que optó en cambio por cargar contra las mujeres trans en el deporte femenino.
"Europa es la cuna del fútbol, donde se inventaron sus reglas y hoy el principal escaparate de este deporte. El fútbol europeo tiene, por tanto, no sólo una vocación, sino la responsabilidad de actuar como vector para promover la igualdad de género", defendió la comisaria europea de Cohesión y Reformas, Elisa Ferreira.
La mayoría de eurodiputados españoles muestran su completo rechazo al beso
La mitad de los participantes en el debate, impulsado por ERC vía su grupo -los Verdes-, fueron eurodiputados españoles, que compartieron una condena del beso no consentido a la jugadora desde el "gesto grosero", como lo definió Vox, hasta el diagnóstico compartido del resto en denuncia de la impunidad de la violencia contra las mujeres.
"Esta conducta refleja la punta del iceberg de una realidad discriminatoria y sexista mucho más amplia que se venía denunciando desde hacía tiempo", dijo la eurodiputada del PP Rosa Estarás, que tildó la actitud de Rubiales de "deplorable, bochornosa y desafiante" y aplaudió "la respuesta de toda la sociedad, el clamor social y el apoyo masivo a la campeona".
Desde el PSOE, Lina Gálvez lamentó que no se trate de un caso aislado, sino de "la normalidad del machismo", y aseguró que, aunque "gran parte del mundo del fútbol aún no entiende qué ha pasado", "las mujeres sí lo entendemos y junto a muchos hombres hemos dicho se acabó, sintiendo ese beso no consentido como una humillación colectiva".
Soraya Rodríguez (Ciudadanos) lamentó que las jugadoras españolas "hayan tenido que ganar un Mundial para que el mundo las escuche" y recordó que llevaban muchos años levantando la voz ante situaciones vejatorias y contrarias a la dignidad profesional en el seno de la selección femenina.
"La diferencia es que esta vez lo vieron millones de telespectadores", advirtió Rodríguez, que mostró al hemiciclo una camiseta de la selección española femenina ante el reproche de la vicepresidenta de la Eurocámara, quien le recordó que no se pueden portar este tipo de símbolos en el pleno.
Desde ERC, los promotores del debate, Diana Riba denunció que hechos como este beso no consentido "nos demuestran cómo de difícil es romper con las violencias y una impunidad que son estructurales" y apuntó a que en el FC Barcelona "la mejor jugadora del mundo, Alexia Putellas, cobra en un año lo mismo que muchos jugadores del equipo masculino en un mes".
El lema "Se acabó", viral en redes sociales para denunciar la actitud del ya expresidente de la RFEF, tuvo también su eco en el hemiciclo de la mano de diputadas de la Izquierda como Sira Rego e Idoia Villanueva.
Y el eurodiputado de Catalunya en Comú Ernest Urtasun aprovechó para felicitar a las futbolistas de la Liga española por el acuerdo para unos nuevos salarios mínimos "después de una huelga que ha sido un ejemplo para toda Europa", aunque lamentó que se hayan quedado fuera la protección de la maternidad o los protocolos contra el acoso.
Las palabras de los diputados españoles las compartieron también muchos otros miembros de la Eurocámara, que se preguntaron qué habría pasado si las cámaras de televisión no hubieran capturado el beso y confiaron en que ahora a nadie le queden dudas de en qué consiste el consentimiento.
Vox opta por un discurso discordante
La nota disconforme en el debate la puso el diputado de Vox Jorge Buxadé, que, aunque se refirió brevemente al beso no consentido como un "gesto grosero", dedicó la mayor parte de su discurso a criticar la entrada de mujeres trans en el deporte femenino, a las reducciones de condena a agresores sexuales por la ley del "Sólo sí o sí" en España, los ataques de extranjeros a mujeres o "la sexualización de los niños en los colegios".
"Cuando los autores son extranjeros ustedes callan porque no encaja en su enfermo esquema moral de que el sujeto a destruir es el hombre occidental", dijo. Tampoco se alineó con él la otra diputada del grupo de los Conservadores y Reformistas que participó en el debate, la belga Assita Kanko, que dijo que esperaba el día "en el que no haya que convencer a nadie de que no significa no".