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Ryder Cup

Estados Unidos se recupera ganando tres partidos en la sesión de tarde

  • La pareja europea Hovland-Aberg le asesta la mayor paliza de la historia de los foursomes en el torneo
  • Cantlay-Clark remontan en los dos últimos hoyos para poner emoción al torneo

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Europa, a un paso de levantar la Ryder Cup

Estados Unidos ha conseguido rehacerse para no dejar vista para sentencia esta Ryder Cup. Tras perder tres de los cuatro partidos en la primera sesión, ha devuelto el golpe para firmar las tablas con Europa en este segundo día de torneo. Rose y MacIntyre firmaron la única victoria europea en el tercer partido, con la presión añadida de ver como Burns-Morikawa y Homa-Harman ponían los dos primeros puntos de la tarde.

La gran remontada que da esperanzas a Estados UNnidos es la del último partido que enfrentaba a Fitzpatrick-Mcllroy con Cantlay-Clark. Los europeos dominaron todo el choque hasta el hoyo 17. En ese momento, Cantlay y Clark le dieron la vuelta al marcador con dos birdies seguidos que dejan el marcador 10,5-5,5 a favor de Europa. Los enfrentamientos individuales decidirán qué equipo se hace con esta Ryder Cup.

Scheffler deja una de las imágenes del año al recibir la mayor paliza de la historia

El número 1 del golf, Scottie Scheffler volvía a compartir partido con Brooks Koepka este sábado en la Ryder Cup de golf con el objetivo de recortar la distancia con Europa, que este viernes terminó con una ventaja de 5 (6,5-1,5).

Se medían a la pareja integrada por noruego Viktor Hovland y el sueco Ludvig Aberg y partían como favoritos, pero lejos de vencerles, recibieron la mayor paliza de a de la historia de los foursomes en el torneo.

Tanto que en el hoyo 11 se acabó su encuentro al tener ya 9 hoyos perdidos y dos empatados. Una paliza tremenda que hizo que Scheffler no pudiera contener las lágrimas.

Hovlan y Aberg, que debutaba en esta cita con 23 años, no mostraron piedad y pisotearon a los golfistas estadounidenses, desconcertados ante lo que ocurría en en la tierra del campo Marco Simone.

"Obviamente fue un día increíble, pero lo más importante es que lo disfrutamos, nos divertimos y sentimos el apoyo del público. Estoy deseando volver a hacerlo todo esta tarde", comentó Aberg tras acabar su participación matinal.

Fue el mayor margen de victoria desde que Keegan Bradley y Phil Mickelson vencieron al actual capitán de Europa Luke Donald y Lee Westwood por 7 y 6 en 2012.

Rahm también cumple y gana su partido

Además, el español Jon Rahm, emparejado de nuevo con el inglés Tyrrel Hatton, mantuvo el nivel del viernes y no falló en su turo.

Rahm y Hatton se impusieron a Patrick Cantlay y Xander Schauffele tras un igualado hoyo que acabó con un 2&1 (dos de ventaja a falta de un hoyo) en el Hoyo 17, sin llegar siquiera al 18.

El binomio europeo se impuso en los hoyos 2, 6, 8 y 11, 16 y 17 llegando a cosechar una ventaja de hasta 3 puntos que desapareció tras la efectividad de los capitaneados por Zach Jhonson en los hoyos 12, 13 y 14, que rebajaron la distancia y obligaron a los europeos a pisar el acelerador en el final del duelo.

En el hoyo 15, uno de los hoyos determinantes del circuito, Rahm salió como si no sintiera el aliento de los estadounidense en el cogote tras su rápida insurrección. Un golpe que junto a la mala salida de los norteamericanos, pareció encarrilar un punto que Hatton desperdició con un 'putt' que se le fue a la izquierda.

Pero en el 16 y en 17, Rahm evitó la machada estadounidense y con dos golpes bajo par aseguraron el punto europeo, ese que sirvió para colocar el 9,5 en el marcador antes de la sesión de 'fourballs'.

De esta forma, Europa estiende su dominio en la Ryder Cup con una nueva exhibición en la mañana de este sábado y deja muy tocada a Estados Unidos (9'5 - 2'5)

Homenaje a Seve Ballesteros

Otro de los momentos emocionantes de este sábado fue el homenaje a Severiano Ballesteros.

En la Ryder no se olvidan del golfista cántabro, fallecido en 2011, y este fue el emocionante momento en el que fue recordado.

"Por siempre en nuestros corazones", podía leerse en la pancarta que han desplagado en la grada.