Oporto 0-1 FC Barcelona: Un gol de Ferran Torres saca al Barça, con muchos apuros, líder de su grupo
- Los azulgrana creyeron en los milagros en el final, pero salieron dolidos: una lesión, una expulsión y una "desaparición"
--ALINEACIONES.
OPORTO: Diogo Costa; Joao Mario (Nico, min.85), Cardoso, Carmona, Wendell; Varela (Conceicao, min.85), Eustaquio, Galeno (Iván Jaime, min.85), Romario (Evanilson, min.64), Pepe y Taremi (Namaso, min.85).
FC BARCELONA: Ter Stegen; Cancelo, Koundé, Araujo, Balde; Romeu (Sergi Roberto, min.69), Gündogan, Gavi; Lamine (Marcos Alonso, min.80), Lewandowski (Ferran, min.34) y Joao Félix (Fermín, min.69).
--GOL:
0 - 1, min.45+1, Ferran.
Victoria con sufrimiento la que el FC Barcelona ha conseguido ante un valiente Oporto. Ambos equipos plantearon un equipo de mucho nivel en el que sólo un error grosero de Romário Baró desequilibró el encuentro para los azulgrana, que propició el gol de Ferran Torres. Los de Xavi Hernández salen de Oporto líderes, pero con Lewandowski lesionado, Gavi expulsado y un Lamine Yamal que desapareció del campo durante los minutos finales. ¿Lo mejor para el Barça? Los tres puntos.
Le costó un mundo a los azulgrana iniciar la salida de balón ante una presión asfixiante del Oporto. Se equivocaban y se precipitaban en exceso y por poco les cuesta el gol de los dragones con una buena jugada finalizada por Eustáquio. Durante 20 minutos dominaron los portugueses.
Hasta que Lamine Yamal desbordó por primera vez; Lewandowski se atoró en la continuidad y fue Joao Félix el que terminó resolviendo con un derechazo que se marchó alto. Ese fue el punto de inflexión que hizo que el Barça se reconociese y comenzara a jugar como le gusta. El peligro culé tenía un nombre: Joao Félix.
Sin embargo, el portugués se quedó sin su socio, Robert Lewandowski, que se tuvo que marchar tocado de un tobillo en el minuto 32 para darle entrada a Ferran Torres.
Ahí está. El tiburón
Pese al dominio momentáneo del Barça, el Oporto no se olvidó de atacar, llegando con mucho peligro por las bandas y poniendo centros muy valientes. La dupla Wendell-Galeno fue un tormento para los culés.
Y cuando parecía que el partido nos iba a llevar a un empate al descanso, Romário Baró le regaló un balón a Gundogan que le puso la guinda a Ferran Torres que, con la música tensa de ‘Tiburón’, mordió para hacer el primero.
Volvió la electricidad en la segunda parte, volvieron los centros peligrosos de los dragones y la volvió a tener Joao Félix para hacer el segundo. Todas las equivocaciones de un señalado Koundé en la primera parte quedaron perdonadas cuando el francés sacó un pie prodigioso que le quitó la gloria a Pepé en el mano a mano. No se pudo arriesgar más.
La fuga de Yamal y unos minutos agónicos
Quiso resarcirse Romario Baró recuperando y tratando de asistir a un Taremi que remató de cabeza sólo en el área, perdonando la vida a unos azulgrana que volvían a espesar su juego. Y por si faltaba alguien por aparecer, apareció Ter Stegen para negarle el tanto a Wendell.
El Barça empezó a jugar con fuego y, para colmo, Lamine Yamal abandonó el campo, parece ser, por una de esas urgencias que no entienden de lugar y dejó a su equipo durante un momento con 10 jugadores. Unos minutos que penalizaron al Barça y donde el Oporto pidió una mano evidente de Cancelo pero que el árbitro, tras consultar la pantalla del VAR, determinó mano previa de Eustáquio.
El final se volvió agónico, con un Barça que aprendió a creer en los milagros al librarse, nuevamente, del tanto del empate: un golazo de chilena del propio Eustáquio que remató en fuera de juego. La intensidad del partido superó a un Gavi que se ganó la tarjeta roja por doble amarilla tras frenar a la fuerza a Wendell.
La exigencia de Europa ha puesto al Barça contra las cuerdas, pero los azulgrana han sabido responder positivamente con una victoria ante el rival directo del grupo, del que ya son líderes.