Abraham García, media vida en los banquillos del blanco y negro al gris
- Hijo de 'Juanjo', entrenador del Castilla CF finalista de la Copa del Rey ante el Real Madrid, nos cuenta su experiencia
- Mentor de Fernando Torres en el Atlético de Madrid, ha dirigido una decena de clubes y es todo un ejemplo de superación
Abraham García Aliaga (49 años) lleva el fútbol en su ADN, no en vano su padre, Juanjo García, 'Juanjo', fue el entrenador del Castilla CF, filial del Real Madrid, que sorprendió en la temporada 1979-80 clasificándose para la final de la Copa del Rey, donde cayó (6-1) ante el club blanco de Juanito Santillana o Del Bosque dirigido por Vujadin Boskov.
Inspirado quizás por la trayectoria de su padre y marcado por su repentino fallecimiento cuando apenas tenía 14 años, Abraham tomó la senda de los banquillos a muy temprana edad, desde el Fútbol Base del Majadahonda con 17 años hasta el año 1998, cuando dio el salto al Fútbol Base del Atlético de Madrid y convertirse en entrenador del equipo juvenil A en el año 2000.
Tres tempradas después, pasó al banquillo del Atlético Aviación, recaló al año siguiente en el Real Madrid para dirigir al equipo C tres temporadas y regresar después al club rojiblanco y dirigir al Atlético de Madrid B dos temporadas.
Bajo su batuta han desfilado nombres como Fernando Torres, De Gea, Koke, José Callejón, Dani Parejo, Esteban Granero, Borja Valero o Gabi, entre otros, jóvenes promesas en aquel entonces y estrellas de primer nivel internacional años más tarde.
En 2010, año mágico para el fútbol español, Abraham salió de Madrid y encadenó destinos tan dispares como Galicia, Castilla La Mancha, Castilla León, China, Hong Kong o Málaga, fuente de crecimiento profesional y personal: Montañeros (2020-11), CD Toledo (2012-13), YC Helashan (2013-14), Kitchee (2015-16), Gimástica Segoviana (2016-17 y 2017-18), Valencia CF como encargado de talentos (2019-20) y Marbella FC (2021-2022), experiencia esta última que, como explica él mismo, le hizo cambiar la manera de mirar el fútbol y la vida "del blanco y negro al gris".
Acostumbrado a ganarse la vida en un deporte que apuesta siempre al todo o nada, a Abraham le tocó perder en el club malagueño, sabedor de que "en el fútbol no siempre se recoge lo que se siembra" y que "lo que importa es el producto final" en forma de resultados, a pesar que él siempre ha querido tener una visión panorámica de todo lo que afecta a su labor.
“En el fútbol no siempre se recoge lo que se siembra“
Su travesía en el desierto
Las responsabilidades profesionales y familliares y la excesiva autoexigencia, fueron una losa enorme para este Doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y le hicieron tocar fondo en forma de depresión, con un aumento de peso hasta los 136 kilos y la necesidad vital de resetear y reinventarse sin más ayuda en un primer momento que la de su su familia y amigos.
"A veces te encuentras algo o alguien en la vida y te cambia para siempre", cuenta el ahora seleccionador de la la Federación Madrileña de Fútbol que competirá en el Torneo de las Regiones, una vez superado el amargo trance: "En mi caso fue una enfermera del Hospital Puerta de Hierro la que me dio el consejo que hizo click en mi cabeza y me llevó a entender que no podía seguir dando siempre el mil por cien, que tenía que parar, que tenía que cambiar mi manera de ver el fútbol y la vida "o todo blanco o todo negro" y tenía que teñir esa mirada de "gris", comenta.
Gracias al consejo de no dejarse arrastrar por los extremos y aprender a buscar los matices, este amante del deporte y apasionado de la nutrición, la psicología y toda la paleta de colores que abarca la actividad física, se encomendó quizás al espíritu de las remontadas del Castilla de su padre -en cuartos de final ante la Real Sociedad (2-1 y 2-0) y en semifinales contra el Sporting de Gijón (2-0 y 4-1)-, para alzar de nuevo el vuelo, perder 50 kilos y, con la ayuda de profesionales, salir del túnel con una visión más clara de su profesión.
“"Quiero disfrutar de mi profesión desde la serenidad“
"Quiero disfrutar de lo que me gusta desde la tranquilidad y la serenidad, sin exigirme más de lo que pueda poner en juego mi salud y tener las suficientes herramientas para saber parar cuando sienta que hay riesgo para mi bienestar", ha querido resaltar.
En el gimnasio de Majadahonda al que acude con asiduidad, Abraham se dejó seducir por el buen ambiente reinante y comenzó a entrenar a diario, "sin perdonar un sólo día" y, desde el pasado junio y con la ayuda de un entrenador y sus amigos Pablo y Javi, 'La Grupetta del pincho', decidió dar un paso más y preparar el reto físico y mental que le devolviera la confianza y la fe en sí mismo.
Atrás quedan los sinsabores, las horas de entrenamiento, la dieta estricta y la determinación y disciplina como medicina para disfrutar del deporte sin la tiranía semanal de los resultados, pero con el tesón necesario para completar el Medio Ironman de Gandía 2023 (1,9 Km natación + 82.5 Km ciclismo + 21.25 km carrera a pie), algo que puede completarse si no entrenas día a día.