Boca Juniors y Fluminense buscan la 'Gloria Eterna' de la Libertadores en Maracaná
- El equipo argentino busca su séptima Copa Libertadores, con lo que igualaría el récord de Independiente
- El Fluminense, que solo tiene un subcampeonato, aspira a conseguir su primer título continental
Boca Juniors contra Fluminense. Argentina contra Brasil. Las dos superpotencias del fútbol sudamericano buscan la 'Gloria Eterna' este sábado en Maracaná, donde se disputará la esperada final de la Copa Libertadores 2023, que ya ha generado pasiones desbordadas y más de un incidente entre hinchas de ambos bandos.
Mientras el favoritismo se queda en el lado brasileño, la historia se pone del lado argentino. La apuesta por la victoria de Fluminense, más regular y brillante sobre el verde que su rival de este sábado, contrasta con el peso histórico de Boca Juniors, que busca su séptimo entorchado continental, por el primero del 'Flu', que solo cuenta con un subcampeonato, logrado hace 15 años.
Brasil y Argentina son los grandes dominadores de la competición sudamericana, con 47 títulos de los 63 disputados hasta el momento. Pero cuando se cruzan en las finales, el balance es favorable para los clubes argentinos, con 9 trofeos frente a los 6 de los brasileños. Boca, que ha ganado cuatro de sus seis finales a equipos brasileños, aspira a acabar con la hegemonía de su país vecino en los últimos cuatro años (dos para Flamengo -2019 y 2022- y dos para Palmeiras -2020 y 2021-)
Boca y el sueño de la 'Séptima'
Los 'xeneizes', por tanto, aspiran a conquistar su séptima Libertadores, con lo que igualarían el récord histórico de Independiente de Avellaneda, 'Rey de Copas' desde 1984. Boca ha nutrido sus vitrinas en el presente siglo, con victorias en 1977, 1978, 2000, 2001, 2003 y 2007. Su última final, sin embargo, se recuerda como una pesadilla, al perder ante River en aquella estrambótica final de Madrid en 2018.
No parecía que este año fuera a ser el de la 'Séptima' para el equipo bonaerense, pero fue superando eliminatorias contra todo pronóstico, hasta llegar a la final. Y lo hizo, en gran parte, gracias al acierto de su guardameta Sergio Romero. El 'Chiquito' fue protagonista en las tres últimas eliminatorias, superadas todas en la tanda de penaltis, donde dejaron en el camino a Nacional de Montevideo, Racing Club de Avellaneda y Palmeiras brasileño.
La llegada de Jorge Almirón al banquillo 'xeneize' lo cambió todo. El experimentado técnico aterrizó con el club en plena crisis deportiva y ha encauzado la temporada con la llegada del club a una nueva final. El futbolista que más ha crecido es Valentín Barco, que, a sus 19 años se ha convertido en uno de los pilares del once de Almirón y es una de las promesas del fútbol argentino. Junto a esto, destaca el fichaje estrella del experimentado delantero uruguayo Edinson Cavani.
Fluminense, el 'jogo bonito' quiere su premio
Pocos hubieran apostado a principios de temporada por el Fluminense como finalista de la mayor competición de clubes de América. Sin embargo, su 'jogo bonito', su capacidad de reacción y su tremendo potencial ofensivo, han sido baluartes del, a día de hoy, gran favorito a proclamarse campeón de la Libertadores.
Todos apuntan al banquillo para explicar este fenómeno. Fernando Diniz, también entrenador de la selección brasileña, ha sido el artífice del éxito del Tricolor Carioca y a su juego ya lo bautizan como 'Dinizismo'. Obsesionado con el juego de posesión, la salida con el balón jugado y los pases cortos, este 'guardiolista' ha ejecutado su pizarra con brillantez en un equipo liderado por los veteranos Marcelo, Ganso o Germán Cano, el máximo goleador del torneo con 12 tantos, a los que acompaña el joven André, el jugador más cotizado de la final.
Cano, argentino, es la principal amenaza para Boca Juniors. A sus 35 años, el artillero del 'Flu' puede besar la gloria después de una carrera en la que encontró la gloria lejos de su Argentina natal. Ídolo en Colombia, puede ahora darle a su equipo su primera Copa Libertadores en todo un Maracaná. En su hogar, pero también el escenario de su derrota en la final de 2008 ante Liga de Quito.